
El Leyma viaja a Bilbao tras el subidón de la victoria contra el Barcelona, dejando otro hito en su primera temporada en la Liga Endesa que da para agarrarse a un hilo casi imposible de esperanza. Todo ello pasa por la final que jugarán los naranjas en Bilbao contra un equipo que esta temporada ha ganado la FIBA Europe Cup.
El valor del encuentro es enorme, pues en un supuesto empate en la clasificación deberían salvar el -21. Aquel día en el Coliseum, Rubén Domínguez desbarató el plan de partido de los herculinos con 8 triples muy bien secundado por Abdur-Rahkman con 6 para un parcial de 22-38 en el último cuarto.
El Leyma ha dado un paso al frente sin sus estrellas, con ese núcleo de los jugadores que le dieron el ascenso y con la aportación de Taylor, Scrubb y Silins. El esfuerzo de este equipo se merece apurar al máximo las opciones para conseguir la permanencia.
A nivel colectivo, la mejora de la defensa del bloqueo directo central y la consistencia en el rebote tanto defensivo como ofensivo son los principios a los que agarrarse para poder sacar la victoria.
Que varios jugadores hayan recuperado la confianza en su juego en las últimas jornadas (el caso más evidente es el de Beqa) hace que los naranjas vuelvan a esas sensaciones que mostraron en el primer tercio de la competición, donde eran un equipo cohesionado que competía todos los partidos.
Veremos también como responde el Bilbao a la obligación de tener que sacar el partido para no meterse en complicaciones, en un momento en el que arrastra cinco derrotas seguidas en liga.