El Orillamar se retira de un torneo en Portugal tras varias batallas campales en otros partidos
DEPORTES
Los coruñeses, que nada tuvieron que ver en los altercados, adoptaron esta medida en señal de protesta y para evitar algún posible conato
19 abr 2025 . Actualizado a las 22:20 h.Lo que tenía que ser una Semana Santa de festividad futbolística en Oporto, se convirtió en varias batallas campales y la retirada de la competición de un club coruñés, el Orillamar, en señal de protesta.
La expedición gallega acudió al torneo portugués con cinco equipos (tres infantiles y dos cadetes) para disputar el típico torneo amistoso de esos que se celebran a miles en todo el mundo durante durante los períodos de vacaciones de los jóvenes. Y todo transcurría con normalidad hasta que el viernes, en una de las sedes (había tres), se produjo la primera de las broncas entre jugadores. No fue la peor. Podía suceder en cualquier partido y no pasó a mayores.
Sin embargo, este sábado, la cosa fue a mayores. Empujones, patadas, puñetazos... Hubo de todo y no solo entre los futbolistas sino que se metieron también los padres. Los incidentes se produjeron en varios partidos disputados entre portugueses, suizos y franceses, pero el Orillamar no estaba dispuesto a transigir con este tipo de actitudes y decidió abandonar la localidad portuguesa antes de tiempo.
Aunque en los partidos disputados por los equipos coruñeses no hubo que lamentar ningún tipo de incidente grave, más allá de un pequeño conato de trifulca que supieron aplacar los entrenadores, la situación no agradó a los responsables de la expedición: «Faltaba por disputar el último partido, que correspondía al cadete A. No nos jugábamos nada, pero eso nos daba igual. Puedo asegurarle que, aunque estuviera el título en juego, nos hubiésemos retirado igual. Así se lo hicimos saber a la organización que, como los padres de los chicos, entendieron nuestra postura», relata Iván García, director deportivo del Orillamar, allí presente.
Para el técnico gallego este tipo de actitudes no se pueden consentir: «El nuestro fue un gesto que quizá no pase de ahí, pero teníamos que hacerlo. No puede ser que haya el clima de crispación que había en este torneo. Nunca debe haberlo, ni en las competiciones oficiales, pero cuando acudes a un trofeo para pasar la semana, en familia y disfrutar de esto... No puede tolerarse», aseguró.