
Los planteamientos de ambos equipos estaban muy claro. El Atlético de Madrid fue defender atrás, a excepción de gol, e intentar también robar algún balón y salir en transición. No quería que el Real Madrid corriese. Dejó al conjunto blanco tener el balón, y ahí tenía muchas dificultades. Tenía la posesión, pero no generaba desequilibrio ni ocasiones.
A medida que iban pasando los minutos y el cansancio, el partido se fue rompiendo. Ambos equipos quisieron ganar ya, sobre todo en los últimos minutos del partido y de la prórroga. El cansancio provoca que no tengas el control, que tengas que arriesgar, que haya desajustes... Ahí, a ver quién es el que de verdad se aprovecha de esa situación. No sé si el Madrid, porque está más acostumbrado a este tipo de situaciones, incluso en los penaltis siguió adelante.
Vinicius, que falló un penalti, está cogiendo demasiado protagonismo en todo. Tiene que saber dónde está y la repercusión que tiene. El penalti es un ejemplo de donde hay que tener humildad. Y ahí se está equivocando. Poco a poco los compañeros se están dando cuenta y le están dando ciertos avisos. Lo intentó muchas veces siendo demasiado individualista. Los jugadores del Madrid tampoco brillaron, salvo alguna jugada individual de desequilibrio.
El equipo de Ancelotti no defiende bien. Cualquier equipo es capaz de dominarlo, meterlo en el área y generar ocasiones de gol. El italiano tiene un déficit muy grande con este equipo. El Liverpool y el PSG, en el partido del martes, se vio cómo dominan perfectamente tanto el ataque como la defensa. El Madrid tiene que mejorar muchísimo en el apartado defensivo. Es su tarea pendiente para el partido de cuartos contra el Arsenal, y contra cualquier otro rival. Tiene desajustes, las líneas no están equilibradas, la defensa está muy pasiva... Le está penalizando muchísimo.