Las claves del camino de Rafael Louzán hacia la RFEF y el futuro de la Federación Gallega sin él

Iván Antelo REDACCIÓN

DEPORTES

Marcos Miguez

El dirigente de Ribadumia podría ser presidente incluso la próxima semana, si sus adversarios no consiguen reunir los 21 avales necesarios

29 nov 2024 . Actualizado a las 18:18 h.

Rafael Louzán Abal (Ribadumia, 1967), presidente de la Federación Gallega desde el 19 de diciembre del 2014, es el máximo favorito para ser elegido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en las próximas semanas. Dado su enorme respaldo, incluso podría serlo antes del 16 de diciembre, fecha en la que está programada la Asamblea General.

¿Será Rafael Louzán presidente de la RFEF?

Salvo giro inesperado de los acontecimientos, el actual presidente de la Federación Gallega será proclamado como nuevo rector de la RFEF. Es el candidato de consenso de las federaciones territoriales, que a su vez son las que cuentan con el mayor número de asambleístas, y también es visto con buenos ojos por los clubes profesionales.

¿Cuáles son los plazos?

El lunes se realizaron las elecciones a asambleístas y el jueves finalizó el plazo para recurrir ante el TAD contra la proclamación provisional de los resultados. Así que ya son definitivos los nombres de los 141 representantes del fútbol español encargados de elegir al nuevo presidente de la RFEF. Este viernes comenzó el plazo para la presentación de candidaturas, que finaliza el martes a las cinco de la tarde. El miércoles será la proclamación por la Comisión Electoral y habrá hasta el viernes 6 de diciembre para recurrirla ante el TAD. Pasada este tiempo, si solo hubiese un candidato capaz de reunir los avales suficientes (21), sería ya presidente. Si hubiera dos, o más, habría que votar en la Asamblea General del 16 de diciembre.

¿Quiénes son los rivales de Louzán?

El dirigente de Ribadumia hizo lo más difícil. Conseguir liderar una candidatura de consenso con el resto de barones territoriales. Entre ellos, Paco Díaz, de la madrileña, y Joan Soteras, de la catalana; dos de las potencias del fútbol en España. La principal resistencia venía de Andalucía, con Pablo Lozano, y de la Comunidad Valenciana, con Salvador Gomar. Este último estaba decidido a presentarse, pero finalmente se ha retirado al conocer que Louzán disponía de más de 90 avales. Así lo comunicó en la noche del jueves, con un mensaje de texto al grupo de Whatsapp que tienen los presidentes de las territoriales: «Buenas noches. En aras de mantener la unidad del grupo he decido no presentarme a las elecciones. Muchas gracias por todo. Hasta siempre».

Así las cosas, con el camino despejado, solo queda por resolver lo que ocurrirá con Gerardo González Otero (Soutelo de Montes, 1956), ex secretario general de la RFEF entre 1992 y 2002; y con Juanma Morales (Madrid, 1967), empresario que lidera una candidatura integrada por, entre otros, David Silva, Luis Milla, Virginia Torrecilla, Amanda Sampedro y el exárbitro José María García-Aranda. Ambos mostraron interés por presentarse y el jueves se reunieron (por separado) con los asambleístas impulsados por AFE.

¿Habrá votación el 16-D?

En estos momentos, parece la única incógnita a despejar. La última orden ministerial del Consejo Superior de Deportes (CSD) establece que cada uno de los 141 asambleístas solo puede avalar a un candidato a la presidencia de la RFEF. Louzán tendría ya más de 90, sin contar con los clubes de la Liga, que también le apoyan (son 9 de Primera División, 3 de Segunda y 8 de Liga F) y con otros más apalabrados, pero no firmados. Por eso, teniendo en cuenta que hay asambleístas que manifestaron su intención de no avalar a nadie, no es descartable que Louzán sea el único candidato con avales suficientes.

¿Puede intervenir el CSD?

En octubre, representantes de la FIFA y de la UEFA mostraron su preocupación al Gobierno ante lo que entendían como injerencias en el proceso de la RFEF. Pese a la amenaza, este no está dispuesto a permitir que un destacado exdirigente del PP rija el fútbol español y va a atacar con todos sus medios su único punto débil. El País asegura que el CSD elevará una denuncia al TAD si Rafael Louzán accede a la presidencia de la RFEF. Entiende que incumple el artículo 17.3 de la Orden Ministerial, que obliga al candidato a «no estar inhabilitado para ocupar cargos directivos o de representación en el ámbito deportivo por resolución firme en vía administrativa dictada por el órgano disciplinario competente, ni estar inhabilitado para el desempeño de cargo público o de representación por sentencia judicial firme, ni estar inhabilitado en el ámbito deportivo por resolución definitiva de un Tribunal Deportivo, una federación nacional o internacional».

Desde el equipo de Louzán responden que la condena de inhabilitación de siete años, por presunta prevaricación, está recurrida, no es firme, y además consideran que la RFEF es una organización privada (no pública), aunque tenga funciones delegadas. Por ello, aseguran que no podrían impedirle presentarse. De ahí que también siga al frente de la RFGF.

¿Qué sucederá con la Federación Gallega?

Todavía es muy pronto para determinar quién asumirá el control de la Gallega si Louzán da el salto a la Española, como parece. Hay que esperar a que presente su candidatura, gane el proceso electoral y luego elija su equipo de trabajo en la RFEF. Su primera gran decisión sería determinar cuáles de sus hombres de confianza le acompañan en Madrid y quiénes se quedan a cargo en Galicia. En cualquier caso, la intención es dejar al frente de la RFGF a gente capacitada que le dé continuidad a su trabajo.

¿Habría que convocar elecciones?

En noviembre del 2022, Louzán fue reelegido por cuatro años. Si dimite de la Gallega, tal y como establece el artículo 65 de los Estatutos, se crearía una Gestora que convocarse elecciones a presidente en el plazo de 30 días; pero no a la Asamblea, ya que esta se mantendría hasta finales del 2026. Teniendo en cuenta que los actuales asambleístas son personas de confianza de la actual junta directiva, lo normal sería que el elegido para suceder a Louzán fuese alguien avalado por el dirigente de Ribadumia. Sería hasta finales del 2026.

¿Quién es el número dos de Louzán en Galicia?

No hay. Precisamente, Rafael Louzán, a su llegada, quiso formar un amplio grupo en el que todos los directivos trabajasen al unísono, por un bien común. Además, su pretensión fue que todas las zonas de Galicia tuviesen la misma cuota de poder en la cúpula y por eso nombró a seis vicepresidentes, con la misma capacidad de decisión: Juan Luis Villamisar (A Coruña), Pablo Prieto (Ferrol), Javier García Vázquez (Santiago), Carlos Méndez (Lugo), Jose Manuel Fernández Cid (Ourense), Jose Manuel Fernández Rodríguez (Pontevedra) y Fernando Iglesias Figueroa (Vigo). Además, cabe destacar a tres hombres de su máxima confianza, que acompañan a Louzán desde incluso antes de llegar a la Federación: el tesorero Luis Serantes y los vocales Manuel Lores y Amancio Varela. Completan la junta directiva Bernardino González, que es la voz de los árbitros; la portavoz Silvia Cancela (delegada de Santiago); y el secretario general Diego Batalla.