LeBron James cumplirá los 40 años el 30 de diciembre. Es el máximo anotador de la historia en la NBA y no para de engrosar sus estadísticas. Esta temporada está promediando algo más de 23 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias por partido.
Rafa Nadal cumplió los 38 años y se retirará en la Copa Davis. Será el colofón a un par de décadas siempre en primera línea, salvo el último curso y parte del anterior, por las lesiones. Djokovic, con 37, apura igualmente los últimos sorbos de su carrera. Todavía le queda recorrido.
Iago Aspas, también con 37, sigue siendo piedra angular en el Celta. No quiere hablar de renovación ni de retirada. Si sigue disfrutando y rindiendo al nivel que está ofreciendo, no solo continuará, sino que lo hará como referente de primer nivel. Qué decir de Luka Modric, en el Real Madrid y en la selección de Croacia.
Sergio Llull, con 36, acaba de disputar su partido 1.099 con el Real Madrid y conserva intactos los galones. En la Primera Federación, en el Monbus Obradoiro, Stevic va camino de los 41. Cerró el partido ante el Tizona como máximo reboteador de la contienda (siete capturas, las mismas que Micovic) y poniendo un tapón sobre el postrero intento triple de Jordi Rodríguez. No solo eso, no se paró, cogió el balón y ya enfilaba el aro, pero la bocina impidió que ampliase la renta a ocho puntos. Eso es tener la cabeza en el partido hasta el último segundo.
Son algunos ejemplos de deportistas que estiran sus trayectorias, camino de los cuarenta o incluso con las cuatro décadas ya cumplidas, sin dejar de producir y competir. En todos los casos hay un denominador común: su pasión por el deporte que practican nunca decae. Y todos, quizás con la excepción de Nadal, han podido sortear lesiones de cierta gravedad. No dejan de bailar y aportar el plus de la veteranía.