El asturiano llega a esa cifra redonda en México, pero el protagonismo será de Norris, Verstappen y los Ferrari
24 oct 2024 . Actualizado a las 16:42 h.Llegar a 400 grandes premios disputados en fórmula 1 es algo que solo una persona en el mundo puede decir que ha cumplido. Fernando Alonso lo hará este fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez de México, lo que le confirma no solo como el piloto con la carrera más larga de la historia de la competición, sino como una incansable constante que va camino de las tres décadas (aún falta) en la parrilla.
Alonso y Aston Martin lo conmemorarán con un casco especial, con colores que más recuerdan al bronce, un metal no tan noble como el oro pero que, históricamente, sirvió para crear figuras casi eternas. Bajo esos tonos estarán fotos históricas de Alonso, desde aquellos gritos que levantaron a millones de españoles de sus asientos en 2005 y 2006, hasta otras victorias o podios con menos lustre pero igualmente recordadas. Hitos que quiere repetir en Aston Martin, pero que tiene muy lejos de su alcance.
Alonso hace ya unas cuantas carreras que no está ocupando un lugar primordial en el campeonato del mundo de fórmula 1. Más allá de alguna radio, algún adelantamiento o, más bien, alguna defensa hercúlea y normalmente inútil, el asturiano no ha gozado de grandes éxitos en esta temporada 2024. Él sigue empeñado en demostrar que, pese a lo que dicen los precedentes, lo mejor está aún por llegar. No va a ser este año, y en México es más que probable que sufra de nuevo. Será más factible verle luchar con Lawson que con Leclerc.
Y eso es invendible. A estas alturas, pocos españoles netamente alonsistas se van a quedar hasta las mil de la noche (sí, toca otra vez gran premio vespertino) un domingo previo a lunes laboral para ver a Alonso pelear por ser décimo con suerte y tino, mientras por arriba están luchando por el Mundial a cara de perro pilotos como Norris, Verstappen, Leclerc y, a distancia, Sainz. Estos serán los cuatro protagonistas, con la posibilidad de ver ahí también a Russell y Hamilton, de un fin de semana que se antoja apasionante desde el viernes.
México, que vibrará con Checo Pérez en el que puede ser su último gran premio local si Red Bull consigue quitárselo de encima para 2025 como quieren, es uno de esos circuitos especiales. Por su altitud habrá oportunidad de ver cómo los motores rompen, algo que es casi inaudito a estas alturas de la Fórmula 1, lo que añade un factor extra a las tan manidas estrategias, desgastes de neumáticos o, cómo no, los límites de pista.
Verstappen contra Norris, nuevo asalto
Las ascuas aún están calientes en la parrilla por lo vivido en Austin en esas últimas vueltas en las que Norris fue sancionado por adelantar una posición por fuera de pista, donde acabó porque Verstappen le echó ahí. La FIA volvió a beneficiar al neerlandés, que salió de Austin con más ventaja de la que entró. Y Norris, apaleado, lo aceptó.
Norris tiene pocas oportunidades por delante, ya que desperdició una muy clara, ante un rival que no le va a dejar ni respirar. Verstappen tendrá que sudar cada kilómetro de cada carrera que quede, empezando por este de México donde, además, ya sabe lo que es ganar, aunque también perder.
Visto lo ocurrido en Austin, no es fácil augurar un claro favorito. Sobre el papel, McLaren debería ir bien aquí, pero también Ferrari, cuyo doblete quedó ciertamente opacado por esa batalla. Aunque Leclerc tiene opciones, matemáticamente hablando también las tiene Sainz. Si bien es harto improbable, el madrileño puede ser uno de los jueces no solo de la lucha por el título, sino de su propio destino para intentar ganar.
Norris, Piastri, Verstappen, Leclerc, Sainz. Todo apunta a que serán ellos quienes se debatan al menos dos de los tres puestos del podio ante el siempre populoso Foro Sol, en una cita en la que varios de ellos pueden quedar fuera de la batalla de manera matemática y otros de manera irremediable.