El precioso gesto de Iñaki Williams con un niño con autismo al saltar al césped de San Mamés

P. V. LA VOZ

DEPORTES

Iñaki Williams y el niño de la Asociación Autismo Euskadi al salir al césped de San Mamés
Iñaki Williams y el niño de la Asociación Autismo Euskadi al salir al césped de San Mamés TWITTER: @AthleticClub

El jugador bilbaíno y un niño de la Asociación Autismo Euskadi pisaron el césped con cascos de insonorización para concienciar y visibilizar sobre este trastorno del desarrollo

01 oct 2024 . Actualizado a las 17:34 h.

Iñaki Williams y el Athletic de Bilbao cumplieron este domingo el sueño de un niño con autismo antes de saltar al terreno de juego. Fue la madre del pequeño quien le dio a conocer, escrita en un papel, la buena noticia.

«Voy a ir a San Mamés, tocaré el suelo y voy a ir de la mano de un jugador», expresó visiblemente emocionado el niño de la Asociación Autismo Euskadi, que no cabía en sí de la excitación. Y, viendo ya cada vez más cerca la realización de uno de sus grandes deseos, lanzó uno extra: «Espero que sea Iñaki», anheló con ilusionada timidez.

El domingo, todo se le iba a conceder. Ya en el túnel de vestuarios, con cascos de insonorización azules en su cabeza y otros amarillos en la mano, el pequeño recibió la noticia segundos antes de salir al campo. «He hablado ya con Iñaki para que salga contigo, ¿vale?», le revelaron. Y no pudo ocultar su asombro. «No me voy a limpiar la mano en una semana», expresó el niño.

Llegó el momento de salir a pisar el césped de San Mamés. La Catedral rugía. Casi 50.000 personas vitoreaban a los suyos con atronadora ovación. Un fuerte ruido especialmente estresante para personas con autismo.

Juntos de la mano salieron Iñaki Williams y el niño, ambos con sendos cascos de insonorización, amarillo y azul respectivamente. Con ellos, jugador y club pretendían concienciar sobre las problemáticas a las que se enfrentan las personas con autismo en eventos de masas como los partidos de fútbol.

Un bonito detalle por parte del bilbaíno que no tardó en generar una ola de sentidos mensajes ante su gesto. «Seguimos con la piel de gallina», le agradeció la asociación en redes sociales.

El niño pudo así disfrutar de la magia del fútbol sin sufrir los efectos perjudiciales que tiene el fuerte sonido de la hinchada en personas con el trastorno del espectro autista. «Un pequeño detalle», como escribió después el club en un tuit, «que pretende generar conciencia sobre el autismo, darle visibilidad y promover un mensaje de aceptación y de inclusión hacia todas las personas». Incluso en los ambientes que, a priori, no parecen los más apropiados.