Alberto Abalde, jugador del Real Madrid: «Que haya un proyecto en A Coruña como este es fantástico para la base»

JOSEMA LOUREIRO A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Mariano Pozo | ACB Photo

«Me ilusiona jugar en Galicia porque es mi tierra y mis familiares y amigos podrán apoyarme desde la grada», señala el alero ferrolano

29 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hijo y hermano de jugadores de baloncesto —su padre Alberto fue leyenda en el OAR y en el Obradoiro; su hermana Tamara fue jugadora profesional hasta el 2023—, Alberto Abalde Díaz (Ferrol, 1995) forma parte de la plantilla del Real Madrid que se enfrenta este domingo al Leyma Básquet Coruña en el Coliseum (18.30 horas, Movistar +). El jugador madridista se muestra ilusionado por estrenar la temporada en Galicia y alaba el «pico y pala» del club naranja para alcanzar la mejor liga nacional de baloncesto de Europa.

—Durante su trayectoria ya se ha cruzado con el Breogán y el Obradoiro. ¿Será especial enfrentarse al Leyma Coruña?

—Por supuesto. Para mí jugar en Galicia siempre es especial por muchos motivos. Para empezar, tendré a muchos de mis amigos y familiares apoyándome en la grada. Además, ver a un nuevo equipo gallego llegando a la Liga ACB, con estructura, es muy importante. Que haya un proyecto así en A Coruña es fundamental de cara a la cantera y a los equipos de la base. Siempre es bonito ver a equipos venir desde abajo, picando piedra, llegar a la competición. Ojalá vuelva a ascender Obradoiro y podamos tener tres equipos gallegos.

—¿Cómo ve a su rival de cara a esta primera jornada de liga?

—Bueno, pienso que es complicado. Las primeras jornadas siempre son un poco incógnita. Pero, por lo visto en la pretemporada, sabemos que son un equipo con una forma de jugar muy establecida y en una línea continuista, manteniendo un núcleo importante respecto al temporadón que hicieron el año pasado en la LEB Oro. Además, han formado una gran plantilla con los fichajes que han hecho.

—Llegan a esta cita después de caer en la final de la Supercopa ante el Unicaja. ¿Intentarán recuperar sensaciones en este partido?

—No necesariamente, creo que simplemente comienza otra historia distinta. Para nosotros, la Supercopa era una cita para ponerle punto final a la temporada pasada, ya que estábamos ahí por los méritos deportivos del curso anterior. Hicimos una buena semifinal, pero en la final el Unicaja fue muy superior a nosotros y solo cabe darles la enhorabuena. Ahora, toca centrarse en la Liga Endesa, que empieza para mí con este partido especial, y después en la Euroliga, en la que comenzaremos a competir la próxima semana.

—El Coliseum ha colgado el cartel de «no hay billetes». ¿Qué espera encontrarse en la grada?

—Estoy seguro de que habrá un ambiente muy bonito y la gente estará a tope de ilusión. Sinceramente, pienso que tener ese apoyo de la gente es fundamental para poder hacerse fuerte en casa, porque contar con el calor de la afición es algo que ayuda y mucho, y más a un club recién ascendido. Si el Leyma Coruña es capaz de convertir su pabellón en un fortín, tendrán una gran temporada. Yo, personalmente, estoy muy contento de poder ser parte de su primer partido en la ACB.

—Coincidió con Trey Thompkins durante su etapa en el Real Madrid. ¿Guarda todavía algo de relación con él?

—Sí, claro. Para mí y para muchos compañeros en el Real Madrid, Trey ha sido como un hermano. Después de que saliese del equipo, tuve la suerte de volver a cruzarme con él cuando se recuperó de su lesión, estando en el Estrella Roja. Me alegro mucho de que se encuentre bien y haya recalado en Galicia; primero, porque es un tipo fantástico, pero, sobre todo, porque es diferencial si las lesiones lo respetan.

—¿Conoce a alguno más de la plantilla naranja?

—De tener trato con ellos, no, pero en este mundillo, al final, nos conocemos todos. Con algunos me he cruzado en la ACB, con otros por el camino... Pero siempre es bonito ver que gente que lleva toda la vida en esto llega a la Liga. Por ejemplo, Epi es un gran entrenador, de los que se ha ganado todo lo que tiene con trabajo. Volver a estar en la ACB tiene que ser para él un premio fantástico.