Antía Jácome: «Al final, en algún momento, seremos capaces de subirnos a ese podio olímpico»
DEPORTES
La gallega declara estar «muy contenta» con su cuarto puesto en el C1 200 de los Juegos de París porque «no tenía más en este cuerpo para dar hoy»
17 ago 2024 . Actualizado a las 22:23 h.Pase lo que pase, Antía Jácome es fiel a sí misma. Y si hay una premisa en su credo particular es la que reza que cualquier resultado es bueno si lo precede la entrega de hasta la última gota de combustible que uno lleve encima. Que sea un cuarto puesto y no el ansiado podio olímpico por el que lleva trabajando desde su llegada al equipo nacional de canoa femenina, hace nueve años, no cambia su convicción: «Estoy muy contenta. Yo, de verdad, no podía haber dado más de mí, hoy he terminado vacía del todo. De verdad que no tenía más en este cuerpo para dar hoy», fueron las primeras palabras de Jácome ante la prensa que se arremolinó a su alrededor a los pocos minutos de volver a tierra de la final del C1 200 de los Juegos Olímpicos de París.
Lo que para unos, el puesto más ingrato de cuantos se pueden ocupar en un campeonato, sería motivo de llanto, para Antía y su forma de ver no ya el piragüismo, sino el mundo, se torna motivo de satisfacción por el trabajo bien hecho: «He hecho una regata muy buena, muy buen tiempo (las cinco primeras batieron el récord olímpico y las tres medallistas el del mundo). Estoy muy orgullosa del trabajo que he hecho». Y aunque, como resulta obvio, dice que «me hubiese gustado subirme al podio», se queda con que «hoy me voy con un sabor un poquito mejor que el de ayer», cuando un viento de contrazurdas descartó su C2 500 con María Corbera de la pelea por las medallas, en la que figuraban entre las grandes favoritas.
Gracias a su compañera, su entrenador, su familia y su pareja
Jácome lamentó que la madrileña no hubiese podido entrar en la final (por 8 centésimas) del C1 200, incluyéndola en su lista de agradecimientos: «Quiero darle las gracias a Kiko (Martín, su técnico los dos últimos años) por haberme ayudado tanto este año, por habernos dado la oportunidad de estar en Mallorca cuando nos quedamos sin entrenador. Ha hecho lo impensable por que yo consiguiese hoy esa medalla. Quería agradecerle también a María (Corbera) todo lo que ha hecho por mí, tanto en barco individual como en barco doble. Hemos tenido una confianza tremenda la una en la otra. Gracias a mi familia. Y gracias a Pablo Martínez (su pareja y también canoísta, diploma olímpico en Tokio en el C2 1.000), que ha venido aquí, sabiendo lo duro que iba a ser para él, porque al final se quedó a las puertas de clasificar para París, y tenerlo aquí es increíble. Porque sé lo que cuesta, sé que para él es complicado, pero ha hecho el esfuerzo de venir por mí. Es el primero que ha hecho todo lo posible porque yo estuviese bien, por venirse a Mallorca conmigo cuando era una situación complicada. No puedo sentir más orgullo por la gente que tengo alrededor».
Mirando al futuro
Volviendo a la final de París, en este caso a la del C2 500, en la que parecía tener más opciones de podio que en la del C1 200, Antía respondió a la pregunta de un periodista recordando las malas condiciones que la pareja española de zurdas tuvo que encarar, pero dejando claro que «no quiero poner excusas. No soy de poner excusas». Lo hizo tras repasar lo que ninguna otra canoísta española y, probablemente, ninguna otra piragüista hispana más allá de la gigante Teresa Portela, ha logrado, tres participaciones en finales en unos Juegos, con sus correspondientes diplomas olímpicos: «En Tokio conseguí un quinto puesto. Ayer, un sexto junto a María, y hoy un cuarto puesto. Estoy orgullosa de todos».
Llegados a este punto y antes de tomarse unas más que merecidas y necesarias vacaciones, Jácome lanzó una declaración de intenciones: «Estoy segura de que trabajando mucho, como hemos trabajado en este ciclo, lo conseguiremos algún día y nos subiremos a ese podio olímpico. Porque también nos los merecemos. También nos hemos dejado la piel todos los días en el agua, y algún día saldrá».