La «dictadora» catalanista despedida por España arrasa con China en la natación artística de los Juegos de París
DEPORTES
Anna Tarrés, campeona olímpica con el gigante asiático, fue acusada de maltrato psicológico por 15 nadadoras tras ganar 52 medallas internacionales con la selección y se presentó a las elecciones del 2017 con Junts per Catalunya
08 ago 2024 . Actualizado a las 22:47 h.12 años después, España regresó a un podio olímpico de natación artística en París. Las pupilas de Mayuko Fujiki se colgaron el bronce en la competición por equipos y, curiosamente, sus espectaculares rutinas solo fueron superadas por la polémica artífice de los años dorados de la selección nacional, Anna Tarrés i Campà (Barcelona, 1967), ahora al frente de China, y una alumna aventajada.
«La mejor entrenadora del mundo», proclamó Andrea Fuentes, la exnadadora que condujo a la plata a Estados Unidos, en un sentido abrazo que sonó a reivindicación hacia la mujer con la que conquistó cuatro medallas en Pekín 2008 y Londres 2012. Aquel genial ciclo de resultados se cerró con el fulminante despido de una seleccionadora acusada de maltrato psicológico a las deportistas.
Tarrés, olímpica en Los Ángeles 1984, tomó las riendas del equipo nacional de natación artística en 1997. El despegue de la disciplina, entonces despreciada, fue meteórico y en 15 años ganó 52 medallas en campeonatos internacionales, con estrellas como Gemma Mengual, Ona Carbonell y la ya citada Andrea Fuentes. Si bien, los éxitos llegaron con unos cuestionables métodos.
Hasta 15 de las nadadoras que estuvieron a su cargo —Laia, Paola Tirados, Carla Violán, Cristina Violán, Ana Violán, Laura López, Eva Zhdanova, Neus Seguí, Jordina Pallarols, Julia Casals, Itzias Aspe, Lara Oyanarte, Itahisa Robaina y otras dos que prefirieron mantenerse en el anonimato— emitieron poco después de que se anunciase su destitución, tras Londres 2012, una carta donde denunciaban desprecios e insultos.
«No vengas a hacerte la estrecha, si te has follado a todo lo que se mueve»
Según el testimonio de estas mujeres, la exigencia de Tarrés alcanzaba límites inhumanos: «Tras cinco horas en la piscina, le dije que iba a vomitar, y me respondió: 'No tragátelo, que aún te queda hora y media para terminar y sino, fuera, te vas a tu casa y no vuelvas'». «Esto es una dictadura y la dictadora soy yo», es una de las frases que le atribuyen.
También reportaron vejaciones a todavía adolescentes, en muchos casos. «No vengas a hacerte la estrecha, si te has follado a todo lo que se mueve», habría dicho a una nadadora que tenía 14 años, o «sal del agua, gorda, vete al psicólogo», a otra.
En una entrevista para Onda Cero, Anna Tarrés, reconoció su exigencia máxima, pero negó «rotundamente» el maltrato. «He intentado cuidarlas», dijo una entrenadora que se expresa en el ámbito de los entrenamientos «con un tono, actitud e ímpetu por encima de la media». «Exijo el precio justo para poder ganar, no estamos en un patio de colegio», añadió poco después en XL Semanal.
Indemnizada con casi 400.000 euros
Justo después de ganar el bronce por equipos y la plata en dúos en Londres 2012, el presidente de la Federación Española de Natación, Fernando Carpena, le comunicó la decisión de no renovar un contrato que finalizaba al término del año. Semanas más tarde, Esther Jaumà era nombrada nueva seleccionadora.
Tarrés denunció a la federación por violación de derechos fundamentales y acoso moral al no dejarle desarrollar las funciones de su cargo durante los últimos meses de contrato. El juzgado de lo social número 2 de Tarrasa falló en noviembre que debía ser repuesta en su cargo, pero desestimó una indemnización de 359.010 euros. Despedida el 17 de diciembre «por transgresión de la buena fe contractual y abuso de confianza», el mismo tribunal sí ordenó una compensación de 383.300 euros al declarar nulo su despido disciplinario.
Fue diputada en el Parlament por Junts
Anna Tarrès continuó su carrera como entrenadora en el club donde entrenó, Kallípolis, y, más tarde fue contratada como asesora técnica de México, Francia, Ucrania, Israel y China. Reconocida catalanista, también fue diputada en el Parlament tras presentarse en las listas de Junts per Catalunya en el 2017. «Que sonase el himno significaba que habíamos conseguido nuestro objetivo pero no se me encogía el corazón de ninguna manera. Yo me sentía parte de una estructura muy potente nacida en Cataluña de la que se aprovechó el gobierno español», llegó a decir de su etapa como seleccionadora.
Deportivamente, sus éxitos han continuado. Ya en el 2016 llevó a los Juegos de Río de Janeiro, mientras España, víctima de una dura transición, se quedó fuera. Desde enero del 2023 se desplaza periódicamente a Pekín para trabajar con una selección de China donde su estilo parece encajar. El pasado febrero arrasaron en el Mundial de Doha y ahora brillan en los Juegos Olímpicos de París 2024. El oro por equipos, el primero de la historia del país asiático, beneficiado por la ausencia de Rusia, lo ganaron con casi cien puntos de margen frente a Estados Unidos y España; desde el viernes van a por más en el dúo.