Liliana Fernández Steiner, un esprint increíble para brillar en los Juegos de París tras su segundo parto

Iván Antelo REDACCIÓN

DEPORTES

Esa Alexander | REUTERS

Su pareja de vóley playa se retiró tras Tokio y hace dos años también perdió a su madre, la periodista Draguy Steiner: «Recuperarme del segundo parto fue mucho más duro»

28 jul 2024 . Actualizado a las 13:23 h.

Los Juegos Olímpicos son siempre un perfecto escaparate de historias que merecen ser contadas. Cuando Liliana Fernández Steiner (Alicante, 1987) pisó la arena este domingo, a los pies de la Torre Eiffel, seguramente recordó con emoción todo lo vivido en estos tres últimos años.

Al finalizar los Juegos Olímpicos de Tokio, en agosto del 2021, Lili perdió a la que había sido su pareja durante 14 años, Elsa Baquerizo, que decidió retirarse del vóley playa. Poco después se quedó embarazada por segunda vez y en junio del 2022 padeció el fallecimiento de su madre, a la que ahora dedica todos sus éxitos.

«Si me lo preguntas cuando me quedé embarazada de Oliver, si estaría aquí, te hubiese dicho al 99,99% que no, porque era una locura. Elsa se retiraba y yo, otra vez embarazada. Solo teníamos un año y medio. Además, pasé por la pérdida de mi madre, que para mí ha sido super importante en mi carrera deportiva», explica con lágrimas en los ojos, tras terminar su primer partido de la competición olímpica de París, que acabó con victoria.

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Liliana, de madre croata y padre español, nació en Alicante y se crio en Benidorm hasta que a los 18 años apostó fuerte por el voleibol y lo convirtió en su modo de vida. Lo dejó todo y se marchó a las Islas Canarias, el epicentro de vóley playa nacional. Empezó a competir a buen nivel con Nuria Moncunill, con la que ganó su primer Campeonato de España Juvenil en Águilas (Murcia) en el 2005. Los dos años siguientes acompañó a la gallega Alejandra Simón, en busca de la clasificación olímpica. A finales del 2007 debutó con su inseparable Elsa Baquerizo, con la que participó en los Juegos de Londres, Río y Tokio, además de conseguir tres medallas europeas (2012, 2013 y 2019).

Al finalizar los Juegos de Río 2016, Liliana se quedó embarazada por primera vez y dio a luz a Saúl en el 2017. Su vuelta a la competición fue exitosa, ya que la complicidad con Elsa seguía intacta y los resultados exitosos siguieron llegando.

Nada que ver con lo sucedido en el 2022, tras alumbrar a Óliver. «Recuperarme del segundo ha sido mucho más complicado, más duro», reconocía la protagonista en Radio Marco, justo antes de subirse al barco que llevaba al equipo español por el río Sena, en la ceremonia de inauguración de los Juegos de París.

La jugadora española reconocía en el 2021 que la segunda maternidad le llegó de forma inesperada: «Estoy muy feliz y emocionada por volver a ser mamá. La prioridad ahora es que todo vaya bien como lo fue en el 2017 con Saúl. Fue una alegría, y a la vez una sorpresa, recibir la noticia, pero estamos encantados de ampliar la familia y ya veremos si tener una hermanita o hermanito para Saúl», aseguraba entonces. «Quiero trabajar duro por estar en París 2024. Los antecedentes personales respecto al embarazo y nacimiento de Saúl son muy buenos y espero poder vivir un embarazo similar. Ojalá. A partir de ahí, junio del próximo año sería la fecha en la que daría a luz y no sería hasta septiembre que empiece el ciclo clasificatorio para París«», añadía.

Las cuentas no salieron del todo bien. La recuperación fue más compleja, mucho más lenta, y además la deportista perdió a su madre, fallecida en junio del 2022. La primera competición de Lili con Paula Soria, su nueva compañera, fue en marzo del 2023. «Lo normal es que se planifique la maternidad para el año después de los Juegos, pero tras los de Tokio había poco margen», explicaba en el 2023 en AS. La maternidad no es fácil para una deportista de élite, pero Lili consiguió que Óliver continuase siendo un bebé lactante a pesar de su vuelta a la competición: «Le he dejado raciones suficientes», agregaba al citado medio deportivo.

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«No ha sido fácil, no lo voy a negar. Pero Paula se ha enganchado a la filosofía del equipo y tiene un coco privilegiado porque ha asimilado en este año y medio lo que a mí me ha costado seis o siete, y todavía sigo aprendiendo cosas», confiesa ahora Liliana, tras el debut victorioso en París.

«Es como 'gracias mamá'. Estoy muy feliz por Paula, y por terminar mi carrera deportiva en unos Juegos. Es una pasada porque en Tokio no había público y aquí había un montón de españoles. No recordaba esa sensación desde Río, y me alegro un montón por Paula porque no me quería retirar sin que ella hubiese vivido esto», recalca.

«Todavía recuerdo Londres, esas emociones que no se olvidan nunca. Estar aquí, buah, es la recompensa a todo el trabajo que hemos hecho este año y medio. El regalo a todo ese sacrificio, pero no solo de nosotras sino de mi marido, mis suegros, de Paula, que se ha trasladado a Tenerife adaptándose a mis horarios, a mis rutinas por el ser madre», agrega.