
La primera semifinal de la Eurocopa se desarrolló tal como se esperaba, reflejando el rendimiento previo de ambos conjuntos. España trató de poner el fútbol y Francia de destruirlo. La selección mostró desde un primer momento su intención de jugar un fútbol ofensivo y fluido, mientras que los blues adoptaron su habitual estrategia rácana y especulativa, como carroñeros esperando pacientemente el desvanecimiento de su presa.
El planteamiento no podía comenzar mejor para los franceses, que se adelantaron tempranamente en el marcador. Sin embargo, el conjunto español les dio una lección de cómo jugar al fútbol, de atacar y defender cuando toca, mientras los galos demostraron que, cuando tienen que llevar la iniciativa en el juego, simplemente no saben.
Permitidme una profunda reflexión. Algunos opinan que en el deporte de alto rendimiento lo único que importa es el resultado. Sin embargo, el deporte profesional es un espectáculo de masas donde los aficionados no solo quieren ver a su equipo ganar; también quieren disfrutar del proceso. Debe existir un equilibrio entre los resultados y el entretenimiento para atraer y fidelizar a los aficionados, quienes sostienen la estructura del fútbol. En la actualidad, el interés por consumir fútbol está disminuyendo porque las nuevas generaciones tienen muchas más opciones de entretenimiento. Prefieren contenido rápido y a demanda. Los eSports han ganado popularidad y son más accesibles económicamente. Un ejemplo claro es la reciente Kings League, que en el 2023 fue la liga de fútbol más vista en TikTok, superando a los grandes torneos europeos en esa plataforma. Esta situación supone una gran amenaza para el status quo y requiere una reflexión profunda para evitar una situación irreversible. Debemos exigir resultados y espectáculo. Solo así podremos mantener viva la pasión por el fútbol y asegurar su futuro.
La victoria de España tiene una gran trascendencia más allá de las fronteras de la península. Supone una gran alegría para los aficionados de la selección y una gran victoria del fútbol. El fútbol como espectáculo ha vencido al resultadismo y España ha vuelto a demostrar a los incrédulos que el éxito y el buen juego no son incompatibles.
Claudio A. Casal es miembro del Grupo Interuniversitaro de Investigación en Fútbol