Lo que la reforma del Santiago Bernabéu esconde: infierno de decibelios para los vecinos y mala acústica en cada concierto
DEPORTES
El remozado estadio del Real Madrid cuenta con un espectacular sistema que oculta el césped y una cubierta que lo convierte en un espacio multiusos óptimo para conciertos. Sin embargo, los vecinos de la zona aseguran estar hartos del ruido cuando se celebran estos espectáculos
21 may 2024 . Actualizado a las 16:07 h.El Santiago Bernabéu ha sido, desde su inauguración en 1947, uno de los estadios de fútbol más conocidos de España y del mundo. Un emblema de la capital madrileña que el actual presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quiso actualizar y poner al día para sacarle rendimiento más allá de los escasos días de partidos al año que incluye el calendario de Liga, Copa y competiciones europeas. Así, además de una actualización de su imagen, el club blanco quiso pensar en un espacio multiusos que se pudiera usar no solo cuando jugase como local el conjunto merengue, unos 30 encuentros al año. Por eso la reforma, que ha acabado costando más de 1.000 millones de euros, incluyó un sistema que oculta el césped y una cubierta retráctil que aísla al estadio de las inclemencias del tiempo.
La visión de Florentino, también conocido empresario y presidente de la constructora ACS, de maximizar el espacio organizando otros eventos como conciertos prevé para el club unos ingresos extra por temporada que el propio club valora entre 100 y 200 millones. Así, el próximo 13 de julio albergará por ejemplo La Velada del Año IV, el espectáculo de boxeo que organiza el creador de contenido Ibai Llanos. Y los próximos 29 y 30 de mayo la norteamericana Taylor Swift hará el desembarco de su última gira en la casa blanca.
Sin embargo, el proyecto no ha estado exento de críticas, tanto por los acabados, dado que la estructura exterior se ha mantenido prácticamente igual añadiendo una fachada metálica (una especie de piel exterior al recinto); como por un grave problema para los vecinos y asistentes a espectáculos musicales. Dentro se escucha mal a los artistas y fuera los decibelios son superiores a lo que los vecinos creen que es soportable para conciliar el descanso nocturno.
«Está cantando Alejandro Sanz y no se le entiende ni una palabra», lamenta un asistente al último concierto celebrado en el Bernabéu. El pasado 18 de mayo Alejandro Sanz, Hombres G y Ana Mena se subían al escenario con críticas al mal sonido ofrecido en el interior. Fuera, los vecinos tampoco disfrutaron precisamente del espectáculo. No pegaron ojo, con un ruido ya entrada la madrugada de más de 80 decibelios en sus casas. «Hacia la una de la madrugada ha terminado el concierto. ¿Y el ruido? El ruido no», se detalla en una publicación en X (antes Twitter).
Una periodista de los servicios informativos de Telemadrid decidía el sábado comprobar in situ, desde una vivienda en la calle Doctor Fleming del barrio de Chamartín con vistas al estadio si las quejas estaban justificadas. Un sonómetro indicaba esa tarde, en efecto, valores por encima de los 80 decibelios. Los mismos que denunciaron los afectados y había medido también la Policía Municipal. En el reportaje se entrevistaba a diferentes vecinos que, evidentemente, saben perfectamente donde escogieron vivir y asumen que «las tardes de los domingos hay fútbol y se gritan los goles».
Pero al mismo tiempo relatan que «el fútbol es el himno y los goles pero esto es otra cosa, algo continuo durante cinco horas e intolerable». Múltiples quejas entre residentes haciendo mención a los niveles de ruido que soportan muchos más días que antes y a horas además intempestivas. Esos grandes eventos también causan otros problemas, como el corte de calles y la eliminación de plazas de aparcamiento. Lo que antes pasaba una vez cada semana, ahora ocurre con mayor frecuencia para desesperación del vecindario. También en las redes sociales causa estupor que una obra de semejante envergadura y coste no haya tenido en cuenta una cuestión tan relevante para el entorno en el que se ubica el Santiago Bernabéu.
¿Cuántos decibelios son normales?
Cabe recordar que la OMS recomienda no superar los 55 decibelios (intensidad de sonido en el campo de la audición) durante el día. Para hacernos una idea de la equivalencia de valores considerados saludables podemos señalar que por debajo de los 30 estamos por ejemplo en una conversación tranquila en una biblioteca. Una conversación normal llega a los 50. Entre los 55 y los 75 el ruido ya es considerable, siendo al que suena un despertador o tiene una calle con mucho tráfico. Un aspirador suele emitir en funcionamiento unos 65. A partir de esos valores la sensación es molesta. 90 decibelios es la cifra de las sirenas de un servicio de emergencia. Prácticamente el mismo valor del que se quejan quienes residen en las calles contiguas al estadio del Real Madrid.
En los próximos tres meses están previstos otros 15 conciertos en el estadio merengue. Duki el 8 de junio, Manu Carrasco el 29 del mismo mes, doblete de Luis Miguel los días 6 y 7 de julio o 4 fechas consecutivas entre el 20 y el 24 de ese séptimo mes del año para Karol G seguirán poniendo a prueba la acústica del Bernabéu y la paciencia de los vecinos del Paseo de la Castellana. Mientras, el espacio que les da cabida seguirá facturando lo que le corresponde.