Jonas Vingegaard se rompe la clavícula y varias costillas en la Vuelta al País Vasco
DEPORTES
El danés sufrió una grave caída que también obligó a retirarse al líder Roglic y a Evenepoel, aunque su presencia en el Tour de Francia es posible
04 abr 2024 . Actualizado a las 21:55 h.La bajada de Krutzeta fue el col de Menté de la Vuelta al País Vasco, con todos los favoritos heridos y desperdigados por la cuneta en un grito de dolor que sobrecoge el corazón, como Luis Ocaña en el Tour de Francia de 1971.
El conquense de Mont de Marsan perdió aquel Tour y por un momento se temió que Jonas Vingegaard (Visma) hubiera perdido este jueves entre Álava y Guipúzcoa el del 2024 aunque faltan tres meses para que comience. El danés se vio en medio de la caída que arrasó la Vuelta al País Vasco y también se llevó por delante a Primoz Roglic (Bora) y a Remco Evenepoel (Soudal). Trasladado al hospital de Txagorritxu, en Vitoria, el doble ganador del Tour sufre fracturas de clavícula y varias costillas y, dentro de la gravedad, las consecuencias no fueron dramáticas. Aunque lo más espectacular fueron las imágenes de los tres grandes favoritos, el más perjudicado por la caída fue el australiano Jay Vine (UAE) con fractura de las vértebras cervicales 1 y 2.
El ciclismo mundial contuvo el aliento varias horas, hasta que a eso de las ocho de la tarde el Visma comunicó el parte médico de Vingegaard. El danés Roglic y Evenepoel son tres de los mejores corredores del pelotón, las máximas figuras para las carreras por etapas junto a Pogacar (UAE), el único ausente en esta Vuelta al País Vasco. La repercusión internacional fue abrumadora, muestra de la relevancia del cartel de la carrera.
Vingegaard se golpeó contra un canal de desagüe de hormigón que bordeaba la calzada y el impacto fue terrorífico. Quedó tumbado de medio lado en la hierba, sin poder moverse. Dos compañeros de equipo corrieron a su lado y el miedo recorrió el espinazo de toda la caravana. Respondió a sus compañeros y movió la cabeza, para tranquilidad de todo el mundo. Pero el cuerpo permanecía inmóvil y así estuvo hasta que los médicos de la carrera consiguieron inmovilizarlo en condiciones, colocarle un collarín y ponerle una máscara de oxígeno para subirle a la ambulancia y llevarle al hospital. Fue trasladado consciente en todo momento.
Las primeras pruebas médicas permitieron tranquilizar los ánimos, ya que el parte habla de fracturas de clavícula y costillas, dentro de lo que cabe, menores. Ganador de la Vuelta al País Vasco del 2023 y de los dos últimos Tours de Francia, no parece peligrar su presencia en la salida de la próxima edición el 29 de junio en Florencia.
Para el Visma es un alivio importante, ya que salvo evolución negativa de la recuperación podrá contar en Francia con su único líder, tras la remodelación que sufrió el equipo el último verano y que dejó al danés como patrón indiscutible. Con Primoz Roglic saliendo al Bora y Wout van Aert destinado al Giro, no hay más autoridad que Vingegaard.
Primoz Roglic (Bora) dio con sus huesos en la zanja y se quedó ahí, pero pese a la espectacularidad de la imagen, desvalido encima del cuerpo de Steff Cras (TotalEnergies), el esloveno se pudo levantar y caminar por su propio pie al coche del Bora. Vestido con el maillot amarillo, abandonó la carrera levantando el pulgar de la mano derecha, en señal de que no sufre lesiones graves, pero los responsables del Bora también decidieron trasladarle al hospital para practicarle pruebas médicas. En su caso, el tremendo golpe se añadía al de la víspera en Olaberria. En la salida las consecuencias de aquella caída eran muy visibles en todo su costado derecho y en la cara. En principio, vuelve a casa con golpes por todo el cuerpo pero sin su futuro inmediato comprometido pese a una nueva caída. Una más.
Un favorito sin clásicas
La tercera gran figura mundial en esta carrera era Remco Evenepoel. El belga se salió en esa curva a derechas y voló a la cuneta en ese punto concreto de la carretera, con el asfalto abombado. El choque fue violento por la velocidad y fracturó la clavícula derecha del líder del Soudal. También tiene rota la escápula y hoy viaja a Bélgica para operarse en el hospital de Herentals, por lo que se pierde las clásicas de las Ardenas, que eran su siguiente gran objetivo, sobre todo la Lieja-Bastogne-Lieja.
El fenómeno belga tiene previsto debutar esta temporada en el Tour de Francia. Con una lesión similar, Alex Aranburu (Movistar) ha tardado dos meses en reaparecer, por lo que la prueba francesa no estaría en peligro para Evenepoel, que entró en el hospital en silla de ruedas y sujetándose el hombro derecho. El belga ya se había caído en la etapa inicial, en la crono de Irún, y en su carrera ya sufrió otro duro accidente en el Giro de Lombardía del 2020.
La caída fue una carnicería y obligó a parar la etapa porque todas las ambulancias tuvieron que detenerse a atender a los caídos, que fueron multitud. Además de los tres grandes favoritos, se vieron seriamente afectados hombres como Sean Quinn (EF), el ganador en Alsasua, Quiten Hermans (Alpecin), Nathanel Tesfatsion (Lidl-Trek) o el citado Cras, entre otros. Alexander Cepeda y Markel Beloki (EF) también se hicieron mucho daño.
La carrera se neutralizó, como debe hacerse en estos casos, hasta que se pudieran incorporar nuevas ambulancias. Finalmente, organización, jurado técnico y corredores decidieron que la etapa fuera neutralizada hasta la meta, salvo los seis escapados, que se jugarían el triunfo de etapa. Ganó, si es que se puede emplear el término, Louis Meintjes (Intermarché), que no lo celebró y dijo: «No cuenta».
Con las retiradas de Roglic y Evenepoel, primero y segundo de la general, el nuevo líder de la carrera es Mattias Skjelmose (Lidl-Trek), que subió al podio y se negó a ponerse el maillot amarillo, en un bello gesto como el que tuvo Merckx con Ocaña el día después de la caída de Mente. Las tradiciones siguen siendo importantes en el ciclismo. El danés respetó a los caídos, la historia y la dignidad del maillot amarillo.