El técnico de Tarrasa vive su momento más delicado en el banquillo del Barcelona y Laporta espera una reacción inmediata del equipo
14 dic 2023 . Actualizado a las 21:53 h.Xavi Hernández vive uno de sus peores momentos como entrenador del Barcelona. El técnico de Tarrasa asistió el miércoles desde la línea de cal a un nuevo descalabro de su equipo, esta vez en Liga de Campeones, frente al Amberes. Los azulgrana cayeron por 3-2 ante un rival que llevaba cero puntos en cinco jornadas disputadas y agravaron una crisis que se inició solo tres días antes en casa frente al Girona en Liga al perder por 2-4. La mala dinámica del equipo culé y el ambiente enrarecido con la junta directiva han hecho que Xavi pierda su red de seguridad y pase a estar en entredicho.
«Estoy preocupado, el equipo no está cómodo. Estamos en una mala racha después de dos resultados negativos y hay que ser críticos con nosotros mismos. El equipo contrario genera y a nosotros nos cuesta generar. Hay que mejorar, pero estoy preparado. Soy positivo», afirmó Xavi minutos después de que los suyos firmaran una nueva debacle y elevaran a la máxima potencia la crispación que en este momento rodea la órbita del conjunto culé. Y es que si la derrota ante el Girona supuso un socavón en el proyecto, el partido frente al Amberes es un cráter en toda regla.
Es así porque Xavi sigue sin dar con la tecla para que su equipo sea regular. El Barcelona ha perdido solidez defensiva a medida que el técnico ha ido moviendo fichas, y esos cambios tampoco han servido para que sus futbolistas mejoren las prestaciones en ataque, más bien al contrario. Todo ello ha hecho que los culés pierdan competitividad y que la frase de equipo «en construcción» se haya convertido más en un meme para las redes sociales, siempre deseosas de los comentarios ingeniosos del egarense, que en una realidad. Porque en el Barcelona no existen periodos de construcción, sino «vales de tranquilidad».
Esa deriva es la que ha hecho que la junta directiva del Barcelona empiece a mirar con lupa su labor. Laporta instó al técnico azulgrana a que se llevara a Amberes a futbolistas habituales y a que elevara el listón de cara a un partido en el que había en juego premios económicos importantes para el club, sobre todo teniendo en cuenta la situación económica que arrastra la entidad. «La lista es consensuada con Deco y el presidente. Estamos en comunicación constante», afirmó Xavi en unas palabras que contradicen a las del director deportivo. «Las convocatorias son cosa del entrenador, no hemos consensuado nada», aseguró Deco, una figura muy próxima a Rafa Márquez, el técnico del filial azulgrana cuya foto con Laporta levantó bastante polvareda hace unas semanas.
Una figura cada vez más débil
Ese cruce de declaraciones es una muestra más del distanciamiento que se ha producido en los últimos meses y ha servido para debilitar la imagen de Xavi. En apenas tres días, el técnico ha dado dos convocatorias distintas, ha permitido la intromisión de sus superiores y hasta ha señalado a sus jugadores. «Los futbolistas han estado hoy a un menor nivel, en una cuestión de estar inspirado. Los errores individuales nos cuestan caros, esta camiseta pesa», llegó a decir tras el varapalo sufrido frente al Amberes.
Ante este escenario a Xavi no le queda otra que reaccionar de inmediato. Sin esa red de seguridad, el técnico necesita dar un volantazo en los próximos días con dos partidos fundamentales para cerrar el año 2023 con mejores sensaciones que las que ahora mismo tiene sobre la mesa. Los culés necesitan mejorar su imagen y lograr tres puntos este sábado frente al Valencia en Mestalla y repetir cuatro días después en Montjuich contra el Almería. Cabe recordar que el Barcelona está a cinco puntos del Real Madrid y a siete del Girona, por lo que ganar esos dos compromisos se ha convertido en una cuestión capital para Xavi, un preparador que tenía mucho crédito por su estatus de leyenda como futbolista.