«Martinator» se cita con la historia

Josema Loureiro / P. A. REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

RUNGROJ YONGRIT

El piloto, que vivió junto a la curva uno del circuito del Jarama y vio cómo sus padres se endeudaban para apoyar su carrera, podría ser campeón del mundo este fin de semana

24 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Jorge Martín (San Sebastián de los Reyes, Madrid, 1998) afronta este fin de semana el gran premio más importante de su carrera, que podría convertirlo en campeón del mundo por segunda vez, tras el título de moto 3 conseguido en el 2018.

No es un novato en estas lides Martinator (apodado así en referencia a la película Terminator por el guante articulado que tuvo que llevar en el gran premio de Tailandia del 2018), a quien la velocidad le viene en los genes. Hijo de Ángel Martín, piloto semiprofesional de quien heredó el número 88, Jorge se crió en la urbanización Club de Campo de San Sebastián de los Reyes, junto a la curva uno del circuito del Jarama.

«Me acuerdo de los sábados, cuando yo todavía ni corría, se oía lo que para mí era música celestial: el ruido de las motos. Iba con mi padre a ver las tandas, era súper bonito», afirmaba Martín en una entrevista tras su triunfo en el 2018. Ese mundo encandiló a Jorge, que pocos años después ya comenzaba a destacar en la Red Bull Rookies Cup.

En esos primeros pasos estuvieron muy presentes sus padres, Ángel Martín y Susana Almoguera, que se volcaron con la carrera deportiva del chaval en pro de ayudarlo a cumplir su sueño. Jorge recuerda con cariño como un símbolo del esfuerzo de sus padres aquella bandera española con el toro de Osborne, que le acompañó en la etapa inicial de su carrera y que portó junto a su padre, entre lágrimas, en Malasia, tras ganar el Mundial de moto 3.

«Esa bandera es de los tiempos de los macarrones con tomate y la neverita azul de playa, con la que íbamos a todos los circuitos, kartings o aparcamientos donde corríamos. Eran los tiempos en los que toda la familia se sacrificaba por mí», desvelaba Jorge en una entrevista para El Periódico.

Circunstancias difíciles

Para una familia modesta como la de Jorge Martín, continuar apoyando económicamente al piloto madrileño fue una decisión difícil. Sus padres, convencidos de su talento desde el primer momento, no cejaron en su empeño de facilitarle las cosas para poder competir. «Te piden 200.000 euros para poder correr y ves que vas a tener que irte a casa sin poder cumplir tu sueño, que no es ser campeón, sino simplemente poder competir, correr en moto», lamentaba.

Pero Martinator ya estaba hecho de otra pasta entonces. Convirtió las dificultades en gasolina para su motivación y, a falta de una carrera para finalizar la competición, Jorge se proclamó en el 2014 campeón de la Red Bull Rookies Cup. «Como me dijo entonces mi padre, ese título lo gané yo, porque cuando más rindo es cuando estoy bajo presión», admitía.

El salto a moto 3

En el 2015, una temporada después de su gesta, el equipo Mahindra Mapfre Aspar, propiedad del mítico piloto Jorge Martínez Aspar, le dio la oportunidad de debutar en el campeonato del mundo de moto 3.

Pasó con el equipo dos temporadas, en las que su mejor resultado fue el tercer lugar conseguido en el gran premio de la República Checa del 2016. A continuación, en el 2017, Martín fichó por la escudería Del Conca Gresini, motorizada por Honda. En su temporada de debut en el equipo, marcó ocho poles y su primera victoria, en Cheste, que sería solo un anticipo de su triunfal año 2018.

Siete victorias y cuatro podios fueron suficientes para que el piloto sansero alcanzase su primer campeonato del mundo de la mano de la escudería italiana, hecho que le valió el salto al siguiente escalón competitivo: moto 2. Su paso por dicha categoría, de la mano del equipo KTM Ajo, fue más discreto. No sería hasta el 2021 cuando Jorge daría el paso definitivo a la moto GP, con la escudería Prima Pramac Ducati como principal valedora.

Debut de ensueño

En medio de su fulgurante ascenso, Martín fue elegido como el mejor debutante en su temporada de estreno, apoyado por una victoria, tres podios y cuatro poles. En constante evolución, Martinator ha encontrado su plenitud en la presente temporada, en la que, a falta de un solo fin de semana, está en el segundo lugar de la general, a 21 unidades del líder, Bagnaia. «He asimilado que probablemente quede segundo, pero todo lo que venga es un regalo. Tengo mucha hambre de ganar», afirma. Con el esprint y la carrera de Cheste en el horizonte, todo está por decidirse.

Sus opciones pasan por hacer pleno en el Ricardo Tormo

Tras un gran premio difícil en Lusail (Catar), en el que Jorge Martín finalizó en la décima posición por problemas de neumáticos y Pecco Bagnaia se hizo con el segundo puesto, la pelea por el Campeonato del Mundo de moto GP parece decantada en buena medida para el lado del piloto italiano.

Sin embargo, el español todavía tiene opciones matemáticas de alzar el título en el gran premio de Valencia. A falta de dos pruebas puntuables, el esprint de este sábado (15.00 horas, Dazn) y la carrera del domingo (15.00 horas, Dazn), 21 unidades separan a Martín y Bagnaia.

Mientras que el piloto español tendría que aguardar en todo caso al domingo para poder optar a ser campeón del mundo, el italiano podría alcanzar el título este viernes. Si Bagnaia consigue cuatro puntos más que Martín en la cita al esprint, sería campeón.

Seis son los escenarios que convertirían al italiano en bicampeón en la cita de mañana, entre ellos, finalizar primero y que Martín sea tercero o peor o terminar segundo y que el español finalice por debajo del cuarto puesto.

Si Jorge Martín no puntúa, al piloto de la escudería Ducati Lenovo le bastaría asegurarse un sexto puesto en la prueba esprint para coronarse por segundo año consecutivo como campeón de la categoría reina del motociclismo.

El supuesto más claro para el piloto español pasa por imponerse en ambas citas, algo que ha hecho más veces que ningún otro competidor, y que Bagnaia se quede en 15 puntos (por ejemplo, tercero en la carrera y sin puntuar en la prueba al esprint).