Ganador de una plata y un bronce como jugador, el burelense Alberto Méndez es el seleccionador del combinado gallego de desarrollo de fútbol gaélico en el Mundial de Irlanda del Norte
21 jul 2023 . Actualizado a las 10:15 h.Galicia es una potencia en el fútbol gaélico. Al Mundial que se celebra entre el 24 y el 27 de julio en Derry, en Irlanda del Norte, va con cuatro combinados —dos masculinos y dos femeninos— y fundadas ilusiones de pelear por posiciones de privilegio. Uno de responsables es un «burelense orgulloso», aunque nacido más allá del río Eo: Alberto Méndez Suárez (Navia, 1981).
«El año pasado fue el Europeo en Pontevedra y fuimos campeones tanto de hombres como de mujeres en la división de desarrollo, y plata y bronce, respectivamente, en la absoluta», detalla el entrenador del conjunto masculino de desarrollo, también incluido finalmente en la categoría más exigente del Mundial.
«Al ser una región con muchas licencias podemos presentar dos equipos, pero hemos tenido que reordenar un poco nuestros planes porque a última hora nos pasaron al torneo absoluto. Ojalá que no nos encontremos con la otra selección gallega en los cuartos de final», desea Méndez.
Según explica el mariñano, visto el nivel de los combinados irmandiños, no renuncian a nada. «Si quitas a Irlanda, que sería como el Dream Team de baloncesto de Estados Unidos en Barcelona 92, somos una de las federaciones más a tener en cuenta», relata quien ya vivió días de gloria mundialista como jugador, al participar en los campeonatos de Abu Dabi 2015 y Dublín 2016.
«Ganamos primero la plata y luego el bronce, pero el tercer puesto fue muy especial. Perdimos, fuimos a una segunda fase de grupos y en las semifinales le ganamos a Chicago. Ahí nos preguntaban dónde esta Galicia, pero en cada Mundial dejamos huella. Ganarle a una selección así te sitúa en el mapa, porque Estados Unidos, por la emigración, es tras Irlanda y junto a Francia y la Bretaña una de las zonas con más nivel», detalla.
Derbi burelense en la jornada dos
Alberto Méndez no será el único mariñano en el Mundial de Derry. Allí se enfrentará en el segundo partido de la fase de grupos a la selección de Iberia, con la que compite Martín Fernández García: «Descubrimos este deporte juntos, al ver un cartel en un pub irlandés en A Coruña hace 12 años. Fuimos a una reunión, empezamos con vídeos de Youtube y enseguida nos enganchamos».
Su dedicación actual al fútbol gaélico es admirable, a pesar de que no le repercute ningún beneficio económico y del poco tiempo que le dejan sus ocupaciones laborales: «Soy monitor en unos complejos deportivos en A Coruña, trabajo en el comedor de un colegio y he montado junto a Martín y el también burelense Felipe Varela la productora audiovisual Salitre Audiovisuais. Llevamos tres meses yendo a entrenar a Santiago, llegaba a casa cerca de la una de la mañana y al día siguiente a trabajar».
Un documental en «prime time»
Su trabajo y el de otros muchos apasionados convierte a Galicia en una referencia «con 13 o 14 clubes» tras el pionero Fillos de Breogán que ayudó a fundar en A Coruña. «Flipan por cómo se ha asentado el fútbol gaélico en Galicia. Tanto que la televisión irlandesa vino a grabar un documental a un torneo y lo emitió en prime time».
Deporte rey en Irlanda, donde todo el dinero va para su base y promoción internacional
Méndez Suárez destaca los «espectaculares terceros tiempos» de un deporte que le ha dado «una familia» y en el que cree «relativamente sencillo progresar»: «Llega mucha gente a probar desde otros deportes como el fútbol, baloncesto, voleibol... Y enseguida le pillan el gusto porque se avanza rápido. En seis meses puedes estar para competir si te acompaña el físico». Sus peculiares valores son otro de los puntos fuertes del fútbol gaélico.
Nadie cobra por jugar
Ningún deportista se lucra económicamente de su desempeño: «Cada jugador está en el equipo de su condado, no hay fichajes como tal, solo cambian de club por una mudanza. El portero del Dublín, que marcó el gol decisivo para ganar el título de Irlanda tras muchísimos años no se quedó a la fiesta porque trabajaba a la mañana siguiente. Todo lo que genera por entradas —hay partidos con hasta 86.000 espectadores— y derechos de televisión, se destina a la promoción de base, que tienen unas instalaciones espectaculares y en el extranjero. Cuando hablamos a su federación para decirles que fundábamos Fillos de Breogán, nos pidieron el número de cuenta y nos hicieron un ingreso para comprar material».
Así explica el juego Alberto Méndez Suárez:
Tiempo. Dos partes de media hora.
Puntos. Hay palos en forma de H como los de rugbi. Marcar arriba, da un puntos; abajo, con portero, tres.
Jugadores. En Irlanda juegan 15 contra 15; en Galicia, en campos de fútbol convencionales, se adaptan por las dimensiones a 9 contra 9.
La pelota. De unos 150 gramos más que el de fútbol. Lo conducen agarrado y lo pasan pateándolo o con el pulgar o los nudillos.
Ritmo. Es mucho más dinámico que el fútbol. Hay una transición constante de defensa a ataque sin elaboración.
El contacto físico. Está permitida la carga hombro contra hombro. Es legal tumbar a un rival. Cuando lleva el balón cogido en las manos se le puede golpear solo con la palma de la mano. En cuanto alguien cierra el puño es falta.
Lesiones. Pese a su dureza, no es «demasiado peligroso». Las principales lesiones son de rodilla por malos apoyos o saltos y esguinces de dedos en la recepción del balón.