El deporte como parte de la marca Galicia

Jacobo Suárez OLÍMPICO, EXPERTO EN GESTIÓN DEPORTIVA Y DIRECTOR DE LA CONSULTORA GOODLIFE

DEPORTES

José Ramón Rodríguez

29 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En el año 2009 nacía el Plan Galicia Saudable, un proyecto iniciado por la Secretaría xeral para o Deporte en el 2009, pionero en España, que promovía una mejor salud por medio de la adquisición de hábitos de vida saludables, principalmente a través del deporte.

Hoy en día asociar la palabra salud al deporte ya no sorprende a nadie. Tampoco sorprende que Galicia sea referente en políticas de promoción del deporte para la mejora de la salud, y también en el impulso del deporte federado.

Al éxito de los deportistas gallegos en los últimos Juegos (39, que consiguieron 6 medallas y 10 diplomas olímpicos, y 5 medallas y 15 diplomas paralímpicos), se une el incremento por encima de la media estatal en el número de federados, así como en los índices de extensión de la práctica más allá del ámbito federativo.

Este crecimiento es mayor en el deporte femenino. En el 2009, las licencias femeninas en Galicia eran 42.000 sobre un total de 232.000 (18%), mientras que a día de hoy suman 73.228 sobre un total de 292.477 (25%).

El aumento del número de licencias en Galicia entre el 2018 y el 2022 es un punto superior a lo que sucede en España. Además Galicia ha subido en su posición del undécimo lugar al cuarto en el ránking de comunidades autónomas por el número de licencias en relación a su población.

El análisis en detalle de la variación en el número de licencias por federación nos lleva a ver realidades diferentes que, aun existiendo una tendencia alcista generalizada, necesitarían de una explicación individualizada. Pero es evidente que la pandemia afectó al número y a la distribución de las licencias. Así, deportes al aire libre como surf, montañismo, pesca, caza o actividades subacuáticas aumentaron su número de fichas, muchas de las cuales se mantienen.

Más allá del número de licencias, la buena salud del deporte gallego es multifactorial. Hay un trabajo titánico y nunca suficientemente reconocido de los clubes y federaciones, de mucha gente que está en el día a día de los deportistas. También de diferentes administraciones, principalmente la Secretaría xeral para o Deporte. Así, desde el 2005 los deportistas de alto nivel gozan de becas que están entre las mejores de España, y son pioneras en igualdad con las paralímpicas. Existe un plan de patrocinio de equipos de alta competición no profesionales, con un programa específico para el deporte femenino. Los clubes de base cuentan con una línea de ayudas objetiva y transparente, y las federaciones han visto consolidado su apoyo, tras la crisis del 2010. El seguro de accidente deportivo es gratuito para todos los deportistas 6 a 16 años. Además, se ha actualizado el marco normativo del deporte gallego, publicando una nueva Ley del deporte de Galicia, un nuevo Decreto del deporte de alto nivel y, también, una pionera orden que regula los procesos electorales en las federaciones deportivas, generando procesos electorales más transparentes y garantistas. Destacar también que en época de pandemia, la acertada implementación de los protocolos Fisicovid permitió que el deporte gallego no se detuviese.

Importante valorar la progresiva incorporación de los licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en diferentes ámbitos. El sistema deportivo ha madurado hacia su profesionalización, y es ya un sector económico participado no sólo por entidades sin ánimo de lucro, sino también por un tejido empresarial consolidado, que recientemente se ha visualizado a través del Clúster galego da industria do deporte.

Pero a pesar de estos buenos datos, faltan cosas por hacer. Quiero citar cinco medidas, aunque la mayoría son de competencia estatal. Primero, es necesario ampliar las horas de educación física en el currículum educativo, algo sobre lo que el actual secretario xeral para o Deporte lleva años trabajando. Segundo, hay que mejorar las ventajas fiscales para las empresas que apoyan al deporte, así como eliminar la fiscalidad estatal de las becas autonómicas a deportistas (el tramo del IRPF de Galicia ya contempla la deducción). Tercero, el deporte tiene que tener mayor protagonismo en el reparto de los fondos Next Generation EU, pudiendo crearse una submedida específica para la modernización de los centros de rendimiento y tecnificación que vaya más allá de las inversiones en eficiencia energética. Cuarto, es de justicia recuperar el tipo reducido del IVA para la prestación de servicios deportivos. Quinto, deberá buscarse un acuerdo marco de financiación sostenible del deporte mediante la solidaridad financiera entre el deporte profesional y el no profesional.

El deporte es uno de los mejores compañeros para toda la vida, y ya forma parte de la marca Galicia, enhorabuena a todas las personas que lo hacen posible.