Las ausencias, el resurgir de la banda y el efecto A Malata: así se gestó el ascenso del Racing

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

DEPORTES

Fernando Pumar abandona lesionado el terreno de juego en el duelo Racing-Córdoba.
Fernando Pumar abandona lesionado el terreno de juego en el duelo Racing-Córdoba. CESAR TOIMIL

El equipo sumó 22 de 24 puntos en el inicio de liga y parecía imparable hasta las lesiones de Luca Ferrone y Pumar a las que tuvo que sobreponerse a base de trabajo del grupo

10 jun 2023 . Actualizado a las 11:06 h.

No pudo haber mejor comienzo para el Racing del ascenso en el arranque de la campaña 2022-2023. El combinado encabezado por Cristóbal Parralo, que en las ocho primeras jornadas sumó 22 de 24 posibles puntos, llegó a auparse a la primera plaza de la clasificación del grupo en la jornada número seis.

La solidez defensiva del equipo y el peligro de Héber Pena y Carlos Vicente en ambos carriles hacían del equipo ferrolano un avión que parecía estar despegando un vuelo infinito. No obstante, el mes de octubre marcaría y un antes y un después en el seno de la escuadra verde, que veía caer a dos piezas fundamentales en el esquema de Cristóbal. Durante el choque contra el Córdoba en A Malata, que se saldó con empate a uno en el electrónico, primero Pumar y después Luca Ferrone hacían saltar todas las alarmas. Con todo el campeonato por delante los ferrolanos perdían a sus dos laterales titulares. Ninguno de los dos volvería a disputar un solo minuto en toda la temporada.

Tan solo una jornada después, el Racing consumaba su primera derrota ante el Fuenlabrada y caía de la primera posición. Era 30 de octubre y los de Cristóbal Parralo tendrían que aguardar más de un mes, hasta el 4 de diciembre, para reencontrarse con la victoria en Pasarón ante el Pontevedra. El cohete verde había encontrado su talón de Aquiles.

Segunda vuelta y giro de guion

El arreón final del Racing en la segunda vuelta del campeonato liguero se antojaba clave para el combinado de Cristóbal Parralo después de un mal final de año. La victoria ante el Sanse por 3-0 en A Malata para poner el fin a la primera vuelta vino sucedido de tres empates que no disiparon las dudas sobre las opciones del equipo. Por delante, dos duelos consecutivos en casa que se antojaban capitales para dar un golpe sobre la mesa e invertir la racha negativa de resultados. Los triunfos ante el Fuenlabrada y el Pontevedra marcaron la senda de un Racing con energías renovadas.

Un equipo que hizo de su estadio un fortín inexpugnable en el que no caería en toda la segunda vuelta de la competición. El efecto A Malata se consolidó como una de las claves de la progresión de la escuadra verde, que finalizó la fase regular del campeonato como mejor equipo de la segunda vuelta y concediendo tan solo una derrota, ante el Mérida a domicilio.

En total, los de Cristóbal Parralo sumaron 42 de 57 puntos en juego; con un balance de doce victorias, seis empates y una derrota. Prácticamente un calco de lo firmado la pasada campaña por el combinado local en el último tramo de competición. Entonces el Racing, que finalizó tercero, culminó el esprint final con 43 puntos y un saldo de 13 victorias, cuatro empates y dos duelos perdidos. En un 2023 que ya forma parte de la historia del club destacan las victorias contra el Alcorcón, que era entonces líder del grupo, en Santo Domingo y a pesar de las bajas de Brais Martínez o Jon García o la de la reanudación del choque ante el Córdoba más de un mes después de la parada cardíaca de Guldej, que motivó la suspensión del choque que se retomó en mayo y que metió al equipo en la pugna del liderato.