El italiano lideró un nuevo triplete de Ducati con Jorge Martín segundo, mientras que el español se fue al suelo cuando defendía con uñas y dientes un merecido podio
14 may 2023 . Actualizado a las 18:37 h.El circuito de Le Mans celebró el gran premio número 1.000 del Campeonato del Mundo de motociclismo. Una efeméride a la que se llegó con récord incluido, con una asistencia nunca vista antes en una carrera de motos (más de 278.000 aficionados pasaron por las gradas durante el fin de semana) y batiendo también el mayo registro en un evento deportivo al aire libre en el país francés. La atmósfera ideal para vivir una carrera por momentos caótica, con roces, sanciones y sobre todo caídas.
De los veintiún pilotos que sea alinearon en la parrilla, solo trece vieron la bandera de cuadros. Una carrera de supervivencia en la que el joven piloto italiano Marco Bezzecchi se quedó sin rivales para sumar su segunda victoria en moto GP. Ya había triunfado este año en Argentina, aunque entonces la carrera se había disputado en agua. En Le Mans reinaba el sol y una agradable temperatura de 20 grados, las mejores condiciones de todo el fin de semana, lo que no impidió un carrusel de caídas de todos los colores. La primera de todas se vivió en cabeza, en la vuelta 5, cuando Bagnaia y Viñales chocaron en mitad de una curva y ambos acabaron por los suelos. El español le había superado una curva antes, pero el actual campeón de moto GP se negó a ceder la posición tan fácilmente y le devolvió el adelantamiento antes de tiempo, provocando el impacto y que tuvieran más que palabras en la grava. Una vuelta después llegó el momento más aterrador del fin de semana, cuando Luca Marini se caía saliendo de la chicane y Álex Márquez le impactaba de lleno por detrás. El español se quedó en mitad de la trazada y vio como le pasaban las moto GP por ambos lados. Afortunadamente, todos le esquivaron y acabó en un tremendo susto. Todavía restaban las caídas de Mir, Rins, Miller. y la última de Marc Márquez que pondría fin a una negra lista a dos vueltas del final.
Por entonces, Bezzecchi ya rodaba en solitario saboreando una victoria que le situaba segundo en la clasificación provisional a solo un punto de Pecco Bagnaia. Le acompañaban en el podio otras dos Ducati, las de Jorge Martín y Johann Zarco, en otro triplete más de la marca italiana en el podio. El piloto madrileño, que ya había ganado el esprint del sábado, se fue de Le Mans con 32 de 37 puntos posibles y reenganchado a la pelea por el campeonato. Ya es cuarto a 14 puntos del líder. En una carrera loca como la de Le Mans, también brilló el único rookie de moto GP, Augusto Fernández, con un cuarto puesto final y en su mejor resultado de largo en la categoría reina.
«He disfrutado como un niño»
Como casi siempre que está Marc Márquez en pista, el de Cervera fue el gran protagonista en una carrera en la que no se guardó nada. Salió como un tiro y lideró las dos primeras vueltas con una moto en franca desventaja técnica frente a sus rivales. Aunque cedió el liderato pronto, estuvo casi siempre en posiciones de podio, exprimiendo al máximo la Honda en las curvas y viendo cómo sus rivales le recortaban en las rectas. Un toque con Bezzecchi en la vuelta 8 le retrasó hasta la cuarta posición y ahí perdió el tren de la victoria. Pero escaló de nuevo hasta ser segundo y en las últimas vueltas defendió esa plaza ante los ataques de Jorge Martín, que no encontraba el hueco.
La carrera acabó de la peor manera para él, con una caída a falta de dos vueltas y cuando luchaba por mantenerse en el podio frente a las Ducati. Y sin embargo, Márquez acabó con una sonrisa inmensa en su rostro. «Hoy he disfrutado como un niño. He pilotado como hacía mucho tiempo que no hacía y solo he cometido un error, pero prefiero una carrera en la que peleo por el podio y que acabe en caída que hacer un décimo sin opciones». Puro ADN Marc Márquez, que puede gustar más o menos pero que con esa mentalidad ha ganado ocho títulos mundiales. Cierto que con esta caída Márquez perdió quizás el último tren para reengancharse a la batalla por el título en 2023. Tan cierto como que para estar en esa batalla hace falta algo más que su propio talento. Por eso lanzaba un recado a su marca: «Para poder pelear por el campeonato primero tiene que mejorar la moto, porque es imposible hacer todas las carreras tan al límite y asumiendo tantos riesgos como he hecho hoy». Mientras espera una reacción de Honda que de momento no llega, la buena noticia para el campeonato es que, física y mentalmente, Marc Márquez está de vuelta en moto GP.