Comparten origen humilde y fútbol de calle, y están llamados a ser los desfibriladores de sus equipos en la lucha por el título
06 may 2023 . Actualizado a las 13:33 h.Real Madrid y Osasuna se citan a las 22 horas en La Cartuja con la Copa del Rey en juego. Los blancos necesitan el título para que la campaña no les quede aguada. Los rojillos están ante su segunda oportunidad de levantar el trofeo y hacer historia.
Los mensajes de Ancelotti a sus discípulos antes de la final se han alineado siempre en una dirección: la suerte del equipo está íntimamente ligada a su capacidad para no dar facilidades al rival cuando lo que toca es el repliegue. La pizarra de Jagoba Arrasate dibuja un entramado que sabe ocupar bien los espacios, hacia delante y hacia atrás, de los que aprietan y empujan.
Y entre los jugadores que tienen a sus disposición ambos entrenadores hay dos que suelen atraer muchas miradas, uno en cada bando, jóvenes nacidos ya en este siglo, de origen humilde, con un fútbol que rezuma la esencia de la calle. Porque el talento y la facilidad para desequilibrar e inventar rara vez salen de un laboratorio. Son regateadores de los que perseveran, de los que en cualquier momento cambian el ritmo con una galopada, una especie en extinción. Son dos desfibriladores siempre dispuestos a descargar su electricidad. Uno se suele proyectar por el costado derecho, el otro por el izquierdo. Con fútbol afilado y vertical, atrevido.
Vinicius es uno más de esos talentos brasileños que empiezan su carrera en una favela, sin medios, donde cada día es un ejercicio de supervivencia. La pelota no entiende de jerarquías, ni de razas, ni de edades. Los mejores tienen una oportunidad de oro y el hoy madridista supo agarrarse a esa tabla de salvación.
Abde emigró de su Marruecos natal a un barrio de Elche. No era una favela, pero tampoco le esperaba una vida fácil. Empezó en campos de tierra, al igual que Vinicius destacando cuando jugaba frente a rivales de más edad. Ese juego que en términos de tauromaquia lo acerca más a un recortador que a un torero, no pasó inadvertido a los ojeadores. Enseguida se le fueron abriendo puertas hasta recalar en la cantera del Barça. Y esta campaña, cedido en el Osasuna, está confirmando a las órdenes de Jagoba Arrasate las cualidades que lo han llevado hasta la élite.
Vinicius llegó antes y esa es una ventaja para el madridista, que se ha afianzado como uno de los fijos en el once de Ancelotti. Es el que más tira del equipo por su banda.
Abde no es titular indiscutible, porque Arrasate maneja varias opciones en el frente de ataque y a veces el marroquí empieza en el banquillo, por esa capacidad para cambiarle la tensión arterial al equipo y al partido.
De hecho, una de las incógnitas de la final apunta a la elección del técnico vasco para el mascarón de proa rojillo, si opta por jugadores de mas filo o de más trabajo. En el Real Madrid, dos piezas de garantías como Modric y Alaba llegan con dudas, tras superar pequeñas lesiones. Y en el horizonte del martes está también el partido de Champions ante el Manchester City.
Jagoba Arrasate: «Nuestra fuerza está en el grupo»
Jagoba Arrasate no quiso desvelar la alineación en la comparecencia de prensa previa a la final: «Plantearé el once que considere más justo. Es imposible vencer al Madrid con once jugadores, necesitaré a los once, a los suplentes... Los necesitaré a todos para ganar la Copa». Lo que sí avanzó es la puesta en escena que espera, la que han trabajado: «Nuestra fuerza está en el grupo. Necesitamos una defensa coral para frenar todos los argumentos ofensivos del Madrid, y también atrevimiento en ataque».
Apela a los precedentes para tratar de encontrarle las costuras al rival: «Hemos jugado muchas veces contra el Real Madrid y no hemos sido capaces, pero tenemos indicios de cómo podemos hacerle frente. No podemos dejar que esté cómodo. Será muy importante incomodar al Real Madrid».
Ancelotti advierte de que les espera «un rival muy fuerte»
Carlo Ancelotti, antes de dirigir el último entrenamiento en La Cartuja, confirmó que ve a Alaba totalmente recuperado y no fue tan contundente en el caso de Modric, si bien indicó que está ejercitándose ya a un buen nivel. Jugará si se ve al 100 %.
Asegura que el equipo saldrá «sin pensar en el día después (por la proximidad con la eliminatoria de Champions), con motivación para ganar otro título». Y subrayó que, en caso de ganar, «supondría alzar en dos años todo lo que sería posible. Cerrar ese círculo sería muy bonito».
El técnico blanco prevé una final reñida: «Yo le dije a Arrasate que sería un partido igualado, competido, contra un rival muy fuerte. Es un partido importantísimo para ellos y debemos estar listos. Será difícil, complicado». También indicó que deben «cambiar cosas» para mejorar el rendimiento defensivo.