Antes de entrar en el análisis de la final, lo primero es ver el camino que han seguido los dos equipos. El Real Madrid ha tenido que dejar en la cuneta a los mejores de la Liga, como es el caso del Atlético de Madrid, el Barcelona o el Villarreal. Y dicho sea sin desmerecer al Osasuna, que es justo y digno finalista, y tampoco ha tenido una senda alfombrada hasta llegar al partido que decidirá el título.
En el conjunto blanco hay bastante diferencia cuando puede sacar el equipo de gala y cuando no. La Liga se le ha escapado por las rotaciones y la falta de regularidad. Si puede disponer de su formación base, es un plantel muy potente, con muchos recursos. Y es algo que todavía se ve más en las finales, en las que suele mostrar su mejor perfil mental, físico y técnico, jugando como equipo.
El Osasuna tiene que minimizar los recursos del Real Madrid, a nivel colectivo e individual. Sobre el papel, los blancos intentarán llevar el control y tener el balón. Por eso será clave para los navarros el juego cuando no tengan la posesión, a la hora de frenar y no dejar que el adversario encuentre vías de paso.
El conjunto de Jagoba Arrasate puede presionar arriba, pero creo que lo hará en momentos puntuales y que optará por esperar, más que por apretar. Entre otras cosas, porque se enfrenta en un rival en el que todos, desde el portero hasta Benzema, pueden darle salida al juego.
El Madrid tiene más recursos, individuales y en grupo. Pero el Osasuna es un bloque muy compacto, tanto en ataque como en defensa. Sus opciones dependerán en buena medida de la coordinación en el juego sin balón, de que nadie rompa ese equilibrio. Intentará que el partido sea muy incómodo para el oponente.
Otra de las claves para el conjunto rojillo es la de aprovechar las situaciones que le pueda conceder el Madrid en ataque, porque los blancos a veces caen en ciertos desajustes, ya sea por falta de atención o despistes. El Osasuna tratará de forzarlas y de crear dudas. Los dos equipos tienen armas, han llegado a la final con merecimiento y solo queda por dilucidar el que se llevará la Copa del Rey.