Caso Dani Alves: las cuatro versiones distintas, y contradictorias, del futbolista

Paulino Vilasoa Boo
P. Vilasoa REDACCIÓN

DEPORTES

Dani Alves, en una fotografía de archivo
Dani Alves, en una fotografía de archivo CARL RECINE

El brasileño, detenido desde hace casi tres meses, vuelve a declarar este lunes ante la Audiencia de Barcelona tras haber cambiado radicalmente su explicación de los hechos en varias ocasiones

17 abr 2023 . Actualizado a las 15:22 h.

Dani Alves va camino de los tres meses detenido en la prisión de Brians 1, acusado por una supuesta agresión sexual. El futbolista se encuentra en prisión provisional sin fianza ante el riesgo de fuga por su doble nacionalidad española y brasileña, dado que no existe tratado de extradición con Brasil. Y, aunque de momento no ha conseguido convencer a la jueza de su inocencia, este lunes, 17 de abril, tiene una nueva oportunidad. El ex jugador del Barcelona ha sido citado de manera presencial en la sección Tercera de la Audiencia de Barcelona para declarar y defenderse de la presunta acusación que pesa sobre él. La incógnita está en cuál será la nueva versión que ofrezca para intentar convencer a la magistrada de su inocencia, ya que, en apenas tres meses, el deportista ha dado ya hasta cuatro versiones muy diferentes y contradictorias entre sí.

La denuncia

Los hechos se remontan a la noche del 30 de diciembre del 2022. Tras una noche de fiesta en la discoteca Sutton de Barcelona, una joven de 23 años acusó al deportista de violación. Según su relato de los hechos, ella había acudido a la discoteca junto con una amiga y su prima y allí conocieron a unos chicos mexicanos que la invitaron a la zona VIP. Ya en esa área, un camarero les pidió que se cambiaran de mesa, ya que había alguien que quería conocerlas, y señaló a la mesa donde estaban sentados Dani Alves y un amigo. Las cosas tardarían poco en ponerse violentas. Según la presunta víctima, Dani Alves, de 39 años, les ofreció una copa y se colocó detrás de la chica. «Cogió mi mano, la puso en su pene y la quité», contó la joven a las autoridades. Poco después, él la condujo a una puerta que, sin que ella lo supiera, conectaba con el baño de la zona VIP. Una vez dentro, él la cerró y se sentó en el retrete. Siempre según la versión de la denunciante, él le dijo que no podía marcharse, la cogió de la cabeza y la dirigió a su pene para que le hiciera una felación, mientras le daba bofetadas. A continuación, la giró y la penetró «de manera violenta» hasta que eyaculó. Segundos después, se vistió, se dirigió a la puerta y le dijo: «Salgo yo primero». La víctima abandonó la zona VIP con su amiga y su prima, rompió a llorar y, una vez fuera de la discoteca, le contó todo al portero, que activó el protocolo de acoso sexual.

Primera versión: No la conoce de nada

Lo que se sabía hasta el momento

Lo que se conocía del caso cuando Dani Alves dio su primera versión, el 5 de enero, era que la joven había denunciado al futbolista por una presunta agresión sexual que habría tenido lugar solo unos días antes (el 30 de diciembre) en el baño de la discoteca Sutton de Barcelona. Las informaciones hasta el momento relataban que la chica afirmaba que el ex jugador del Barcelona le había hecho «tocamientos» en el baño.

Las noticias que se conocían hasta ese momento eran que las cámaras de seguridad demostraban que, efectivamente, ambos habían entrado al baño, donde habían permanecido solo 47 segundos.

Pero, en ese momento, era solamente la palabra de ella contra la de él. Así que Dani Alves decidió mandar un vídeo al programa Y ahora Sonsoles para contar su versión, no oficial, ya que no está recogida en las actuaciones policiales.

La versión

En su vídeo, Dani Alves desmintió completamente los hechos. Sí admitió estar en la discoteca, donde estuvo «disfrutando», pero, según su versión, «sin invadir el espacio de los demás, siempre respetando el entorno». El futbolista consideraba, además, que «cuando eliges ir al baño, no tienes que preguntar quién está para poder ir», y, acto seguido, negaba conocer a la denunciante. «No sé ni su nombre ni la vi nunca más en mi vida».

Segunda versión: Coincidieron en el baño, pero no pasó nada

Lo que se sabía hasta el momento

Las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca Sutton de Barcelona evidenciaban que había sido el propio jugador quien había conducido a la chica, con insistencia, al baño de la zona VIP. Alves se situaba en la puerta del lavabo y la invitaba a entrar con él. Y allí dentro, en el minúsculo cubículo, permanecieron durante 17 minutos, mucho más de lo que habían dicho algunos medios de dudosa fiabilidad. Después, se veía como él salía del lavabo en primer lugar y ella lo hacía seguidamente. Además, las versiones de todos los testigos que pasaron por la comisaría —la prima de la víctima, el camarero, el portero, el dueño de la discoteca— no contradecían en nada la versión de la denunciante, quien fue capaz de describir con exactitud todos los tatuajes que su supuesto agresor tiene en la ingle. Además, la joven dejó un vestido para la extracción de pruebas.

Fue entonces cuando los Mossos d'Esquadra diseñaron la trampa para atraer a Alves, que estaba en ese momento en México. Los agentes habían filtrado solo la información que les interesaba, haciendo como que despreciaban la versión de la víctima, y, aprovecharon también las fake news que afirmaban que habían estado solo 47 segundos en el baño, cuando habían estado en realidad 17 minutos.

Casualmente, el 13 de enero falleció la madre de la mujer de Dani Alves, y el futbolista regresó a España, confiando él —y su abogada— que nunca lo acusarían ni lo detendrían. Pero pocos días después lo detuvieron, le leyeron los derechos y lo llevaron a los calabozos judiciales. 

La nueva versión

Ante la evidencia que habían proporcionado las cámaras de seguridad, Dani Alves confirmó que, efectivamente, él y la chica habían coincidido en el baño, pero, según su versión, no había pasado nada. El futbolista aseguró que él y la joven habían estado dentro del lavabo juntos durante ese tiempo y que la presunta víctima se había quedado a su lado mientras él hacía sus necesidades, pero que él no la había tocado.

Tercera versión: Tuvieron sexo oral

Lo que se sabía hasta el momento

El análisis del baño de la discoteca Sutton, que se había precintado como consecuencia de la denuncia de agresión, demostró, una vez más, que la versión de Dani Alves no se sostenía. Los investigadores encontraron dentro del lavabo restos genéticos del jugador, concretamente semen. Por ello, Alves decidió pedir un nuevo permiso para declarar, que le fue concedido. 

La nueva versión

Ante la presencia de su semen en el baño, Dani Alves reconoció que sí se había producido sexo oral dentro del baño —pero no coito con penetración, como afirmaba la denunciante—, aunque, según la nueva versión del jugador, no solo había sido consentido por la joven, sino que, además, había sido ella la que se había arrojado sobre él para practicarle una felación mientras él estaba sentado en el retrete.

Justificaba sus contradicciones afirmando que había negado cualquier acto sexual anteriormente porque no quería contarle a su mujer que le había sido infiel.

Cuarta versión: Sexo con penetración, pero consentido

Lo que se sabía hasta el momento

Las pruebas biológicas vinieron a desmentir, una vez más, la versión de Dani Alves, y confirmaban que lo que había sucedido en ese baño era algo más que sexo oral. Los resultados del Instituto Nacional de Toxicología demostraban que los restos de semen hallados en las muestras intravaginales de la joven denunciante eran del futbolista.

No solo eso. El análisis pormenorizado del lavabo demostraba, punto por punto, el relato de la víctima. Huellas y restos genéticos que coincidían con toda la información que había dado la denunciante, que había narrado con todo lujo de detalles dónde estaba colocado él, en qué lugar se habían apoyado o lo que habían hecho.

Las pruebas evidenciaban que había sucedido, como había narrado la víctima, sexo con penetración.

La nueva versión

Dani Alves volvió entonces a declarar ante la jueza, y confirmó que él y la joven habían mantenido relaciones sexuales completas, pero que, en todo caso, habían sido consentidas. Y se escudó en que no lo había relatado antes para proteger la integridad de la chica.

Además, el futbolista intentó darle la vuelta al asunto, afirmando que fue ella la que se abalanzó hacia él, y añadió: «Yo fui el agredido sexualmente, y mentí por ella».

Una nueva declaración: El consentimiento, clave de la defensa

Tras sus contradictorias versiones, Dani Alves no ha conseguido convencer en ningún momento ni a la jueza instructora ni a la Audiencia Provincial de Barcelona, que han mantenido hasta ahora la prisión provisional ante el riesgo de fuga. Por ello, el futbolista pidió declarar de nuevo, y fue citado para el lunes, 17 de abril, de manera presencial por la jueza del caso. 

En su nueva declaración ante la jueza, el deportista mantuvo su versión anterior, confirmando que hubo penetración, pero que el sexo fue consentido por ambas partes e insistió, además, en que se había producido previamente un acercamiento mutuo. Argumentó que él no la presionó para acceder al baño, que ella hizo voluntariamente y que, además, fue la chica la que «cerró la puerta» al entrar.

Aunque él no cambió, en esta ocasión, su versión, la defensa sí apuntó a través de un comunicado otras cuestiones. Según los abogados del futbolista, entre Dani Alves y la joven «hubo tensión sexual mutua desde el principio» y remarcaron que el acusado cree que la joven «pudo sentirse ofendida o enfadada al pedirle salir por separado del baño y no haber sido más atento al concluir el acto sexual».