Una España superada, anárquica y sin ideas

DEPORTES

Robert Perry | EFE

La selección de Luis de la Fuente, sin ataques rápidos, intentó llegar únicamente a través de combinaciones ante una Escocia siempre ordenada

29 mar 2023 . Actualizado a las 09:02 h.

Una auténtica revolución. Por completo. Luis de la Fuente movió fichas en Hampden Park. Hasta ocho cambios respecto al once que venció el sábado a Noruega. Pero el seleccionador demostró más con lo que no varió. Mantuvo a Kepa en la portería y el doble pivote formado por Rodri y Mikel Merino.

Cambió por completo la línea defensiva. Y el experimento no salió bien. Más allá de los errores en la salida, dos fallos defensivos de Pedro Porro y Dani Carvajal costaron los dos goles a España. En el primero, el del Tottenham resbaló, la pelota se coló entre las piernas de Iñigo Martínez y McTominay batió a Kepa. En el segundo, Carvajal erró en el pase en campo rival y Tierney le superó por completo en la carrera hacia portería.

En el apartado táctico, España salió con lo previsto. Con Mikel Merino de interior derecho y Ceballos de izquierdo, siendo este último el encargado de combinar más con Rodri en la salida de balón y jugando con más movilidad. Los extremos fueron otro cantar. Oyarzabal, algo lento, se vio superado en varias acciones, provocando que en el descanso le sustituyese Nico Williams. Yeremy Pino, ausente. El resultado: nada de profundidad.

La selección, que dio continuidad al 4-1-4-1 en ataque que implantó ante los vikingos, solo recurrió a los centros laterales para intentar romper la línea defensiva escocesa. La más clara, un cabezazo de Joselu. España atacó muy abierta, pecando en el repliegue y a la hora de proteger las segundas jugadas cerca de los dominios de Kepa.

Si el partido contra Noruega no terminó de convencer, la primera parte ante Escocia, menos. Se vio a una selección desordenada, sufriendo por los pasillos interiores. Aunque tras la salida de Iago Aspas, la selección reaccionó con el 4-2-3-1 característico de Luis de la Fuente y encontró algún que otro espacio por banda. Pero fue un espejismo. Un pequeño oasis en el desierto. Porque los cambios, poco acertados, trajeron más anarquía.

España sin ataques rápidos, intentó llegar únicamente a través de combinaciones ante una Escocia siempre ordenada. Ni desmarques a la espalda de los centrales ni al espacio. Un equipo falto de ideas. Desde la banda, el técnico riojano negaba con la cabeza. No estaba convencido. Mal en ataque. Peor en defensa. Un desorden general. La selección, superada, no se supo imponer.