¿Quién es Ingemar Stenmark, el tímido y perfeccionista rey del eslalon al que acaba de igualar Mikaela Shiffrin?

DEPORTES

El sueco, dos veces campeón olímpico, consiguió 86 victorias en la Copa del Mundo de esquí, estableciendo un récord que la estadounidense acaba de igualar

10 mar 2023 . Actualizado a las 16:13 h.

Tímido y reservado, pero con una técnica inigualable en el esquí. Ingemar Stenmark (Josesjo, Suecia, 1956) estaba predestinado a triunfar en este deporte. Creció en una granja en Tarnaby, un pueblo de Laponia situado no muy lejos del Círculo Polar Ártico. Lleva el frío en la sangre. Pero también el esquí. Su padre, Erik, que trabajaba en la construcción y que había sido esquiador, le inculcó la pasión por esta disciplina.

Se puso las apretadas botas cuando tenía cinco años. No se las volvería a quitar hasta 1989. Tiempo más que suficiente para convertirse en una leyenda. A los 13 años empezó a entrenarse con el equipo júnior de Suecia y, a los 18, ya había conseguido su primera victoria en la Copa del Mundo en eslalon. Fue en Madonna di Campiglio (Italia).

Era 1976, cuando se cruzó en dicha competición con Gustavo Thoeni, uno de los mejores esquiadores de aquella época. El triunfo frente al italiano supuso el inicio de su reinado. Y es que, en sus 15 años de carrera, consiguió 86 victorias en la Copa del Mundo, estableciendo un récord que hoy Mikaela Shiffrin ha igualado.

Dominó las especialidades de eslalon y eslalon gigante, y consiguió tres medallas olímpicas. Stenmark se estrenó en unos Juegos en Innsbruck 1976. Las esperanzas de Suecia, donde ya le trataban como un héroe nacional, estaban puestas en él. Pese a ser uno de los favoritos, se llevó el bronce en el eslalon gigante. Triunfó cuatro años más tarde. En Lake Placid 1980 consiguió dos medallas de oro, una en cada disciplina.

Stenmark, un año antes, había sufrido un accidente en un descenso durante un entrenamiento en los Alpes italianos. Como consecuencia de ello sufrió una conmoción cerebral severa que le obligó a permanecer en el hospital varias semanas.

A partir de 1980, su llama se fue apagando. Pero sus títulos no cesaron. Tres años más tarde ganó su último trofeo de eslalon y, en 1984, el de eslalon gigante. Sin embargo, se dejó lo mejor para el final. Participó en los Juegos Olímpicos Calgary 1988, donde obtuvo un quinto puesto. Un año más tarde, el mejor esquiador de la historia de Suecia se retiró.

Técnica depurada

Gracias a su depurada técnica (pasaba a través de las puertas con muy poco movimiento en la parte superior de su cuerpo), su estilo incomparable y sus logros, le bautizaron como el rey del eslalon.

Su carácter tímido y reservado no le impidió demostrar su valía en las pistas. El sueco, que había optado por dejar la escuela para centrarse plenamente en el esquí, era un deportista muy perfeccionista y que no encajaba nadie bien las derrotas.

Sobrevivió a un maremoto

En diciembre del 2004 un potente terremoto submarino azotó a la costa de Banda Aceh (Indonesia). Ingemar Stenmark, que se encontraba allí de vacaciones, fue uno de los testigos de aquella catástrofe. Murieron más 280.000 personas, pero él pudo ponerse a resguardo a tiempo.

Shiffrin gana el gigante de Are

Once años después de sumar su primer triunfo en la misma estación y tras lograr en febrero el oro en el gigante y las platas en el supergigante y el eslalon de los Mundiales de Courchevel y Merivel (Francia), Shiffrin volvió a hacer historia para emular el logro que Stenmark.

La estadounidense, que cumplirá 28 años el próximo día 13, dominó la primera manga de Are (55.16), delante de la canadiense Valerie Grenier (+58) y la austríaca Franziska Gritsch (+93), y fue sexta en la segunda (59.58), a 40 centésimas de la italiana Federica Brignone (59.08), que marcó el mejor tiempo en esta, tras haber sido cuarta en el primer recorrido.

Con un crono total de 1.54.64, Shiffrin volvió a lo más alto del podio acompañada de Brignone y de la sueca Sara Hector.