El Ministerio Público le ha impuesto un control judicial que le impide entrar en contacto con la víctima, aunque el jugador del PSG ha quedado en libertad
04 mar 2023 . Actualizado a las 11:10 h.Achraf Hakimi (Madrid, 1998), lateral derecho del París Saint-Germain y ex jugador del Real Madrid, ha sido acusado formalmente de violación por la fiscalía francesa después de que una mujer, de 23 años, declarara haber sido agredida sexualmente el fin de semana en el domicilio del deportista, a las afueras de París. La joven no quiso poner ni interponer denuncia ni presentar informe médico pero la fiscalía abrió igualmente la investigación. En Francia, al contrario de lo que ocurre en España, es suficiente con tan solo una declaración de la presunta víctima ante la policía. El defensa, estrella de la selección de Marruecos en el pasado Mundial de Catar, se encuentra bajo control policial y no puede ponerse en contacto con la supuesta víctima.
Tras conocerse las acusaciones y la investigación al jugador, el PSG salió en defensa del jugador y le mostró su apoyo. Su abogada, Fanny Colin, negó las acusaciones y dijo que éste «está disposición de la Justicia». El lateral, nacido en España y curtido en las divisiones inferiores del Real Madrid, club en el que llegó a jugar 17 partidos y del que se marchó en el verano del 2020 rumbo al Borussia Dortmund y posteriormente al Inter de Milán, es ahora uno de los jugadores fundamentales del equipo francés junto a Messi, Mbappé y Neymar.
En el once ideal del año
El mismo día que Le Parisien anunciaba las acusaciones sobre el jugador, éste acudía a la gala del The Best, donde fue elegido para el mejor once del año 2022. Al futbolista le tocó subir a un escenario en el que no se le vio excesivamente contento tras un día que no fue como él esperaba.
La imputación no quiere decir que Achraf Hakimi vaya a ser procesado y mantiene la presunción de inocencia hasta que, en caso de juicio sea condenado.
Besos y penetración
Según el relato de Le Parisien, el actual marido de la actriz española de origen tunecino Hiba Abouk (Madrid, 1986), contactó con la joven a través de la red social Instagram el pasado 16 de enero, aunque no fue hasta el pasado fin de semana cuando la invitó a su casa, aprovechando que su mujer y sus dos hijos —de tres y un año de edad— estaban disfrutando de unos días de vacaciones en Dubái.
La chica habría acudido a la residencia de éste desplazándose hasta la misma en un Uber pagado por el marroquí y, siempre según la versión de la joven, el jugador comenzó a besarla en la boca, le levantó la ropa y la penetró, pese a que la presunta víctima, se habría negado a tener sexo con él. Tras escapar de la casa de Achraf, la joven llamó a un amigo para que la recogiera en coche y se personó en una comisaría, donde alegó que el internacional marroquí la había violado, aunque no quiso presentar una denuncia formal.
La que no ha querido pronunciarse de forma pública sobre este tema ha sido su esposa. No obstante, varios medios de comunicación apuntan a que la mujer del hispanomarroquí habría iniciado los trámites para el divorcio. Además, la intérprete, conocida especialmente por su papel en la series El Príncipe y Madres: amor y vida ha borrado algunas fotografías de su perfil de la red social Instagram en las que aparecía con él.
Posible partido ante el Bayern
El control judicial que se le ha impuesto al jugador no parece recoger que no pueda salir del territorio francés, con lo que es posible que Achraf Hakimi pueda llegado el caso viajar a Múnich en la vuelta del partido de Champions League que les enfrentará al Bayern el próximo miércoles 8 de marzo, y en el que los hombres de Christophe Galtier están obligados a remontar el gol en contra de la ida. Donde no estará el jugador, tras retomar ayer mismo los entrenamientos, será en el duelo que este fin de semana enfrenta a su equipo —líder de la Ligue 1— ante el Nantes en el el Parque de los Príncipes de París.
El caso del hispanomarroquí se suma a los de Santi Mina, la Arandina y Dani Alves
Casos como estos suscitan la indignación de quienes consideran el fútbol como el último reducto de machismo y misoginia. La estrella de Marruecos en el último Mundial se une a una lista que incluye a Dani Alves —en prisión desde el pasado 20 de enero acusado de violar a una joven en una discoteca de Barcelona—, o al futbolista del Manchester City, Benjamin Mendy, quien recientemente fue absuelto de seis cargos de violación y de uno más de agresión sexual: «No soy Brad Pitt, las mujeres se acercaban por el fútbol», defendió el lateral francés.
Una de las estrellas que más señaladas quedó por este tipo de acusaciones fue Neymar. El delantero brasileño ha tenido que hacer frente hasta en dos ocasiones a polémicas relacionadas con abusos e intentos de violación. Eso sí, jamás ha sido condenado en firme por ninguno de ellos. Al que se le acabaron los regates, esta vez judiciales, fue a Robinho. El exdelantero del Madrid —retirado el año pasado del mundo del fútbol— está a punto de entrar en prisión en Brasil por una presunta violación en grupo cometida en una discoteca de Milán, cuando el atacante jugaba en Italia.
La manada de Aranda
En España uno de los casos más comentados fue el de Santi Mina. El exdelantero del Celta fue condenado a cuatro años de prisión y una indemnización de 50.000 euros por un delito de abuso sexual cometido en el 2017. Absuelto de agresión sexual, al delantero se le impuso una orden de alejamiento de la víctima de 500 metros durante 12 años. La situación judicial del delantero pende a día de hoy de los recursos de ambas partes, y se encuentra en libertad jugando en Arabia Saudí tras un acuerdo con su club.
La polémica que rodea al gallego se une a otras como la de los jugadores de la Arandina, quienes pasaron a ser conocidos en redes sociales como la manada del fútbol español por la cercanía de su caso con la violación en grupo que una joven sufrió durante las fiestas de San Fermín en Pamplona en julio del 2016. En este caso, tres jugadores del equipo burgalés fueron condenados por obligar a mantener relaciones sexuales con todos ellos a una adolescente de 15 años en el salón del piso que compartían dos de ellos. Uno de los jugadores fue absuelto.