Mikaela Shiffrin logra en el gigante de Courchevel Méribel el oro mundialista que se le resistía
DEPORTES
La esquiadora, dominadora del deporte rey invernal durante las pasadas temporadas, logró su séptimo título y la decimotercera medalla en Mundiales
16 feb 2023 . Actualizado a las 15:42 h.La estadounidense Mikaela Shiffrin reconfirmó su condición de gran figura del esquí alpino al ganar este jueves el oro de gigante en los Mundiales de esquí alpino de Courchevel y Méribel (Francia), donde, tras relegar al segundo puesto a la italiana Federica Brignone, que la semana pasada había ganado la combinada, sumó su séptimo título intercontinental.
Shiffrin, de 27 años, superlativa dominadora del deporte rey invernal durante las pasadas temporadas, logró su séptimo título y la decimotercera medalla en Mundiales, la segunda en estos campeonatos —después de la plata que había logrado en el supergigante—; al cubrir las dos mangas disputadas en la pista Roc de Fer de Méribel, en dos minutos, siete segundos y trece centésimas, doce menos que Brignone y con 22 de ventaja sobre la noruega Ragnhild Mowinckel, que avanzó dos puestos entre bajadas y acabó capturando el bronce.
La súper-campeona de Vail (Colorado), que hace varios años que ha ganado absolutamente todo lo que se puede ganar en el esquí alpino y que apunta a su quinta gran Bola de Cristal y al récord histórico absoluto de victorias en la Copa del Mundo del sueco Ingemar Stenmark (86) —del que está a tiro de una—, logró este jueves su decimosexta medalla en grandes eventos, situándose a solo dos de otra plusmarca, la de preseas en Mundiales de la alemana Christl Cranz, musa deportiva del III Reich: que ganó quince durante los años 30, cuando los Mundiales se disputaban de forma anual.
Si, como no sería para nada disparatado pensar, Shiffrin lograse otra medalla en el eslalon del sábado, la estrella del Team USA, se quedaría a un solo trofeo de Cranz, a la que, si mantiene el nivel, superará, sin duda, dentro de dos años, en Saalbach (Austria). Este jueves, de mano, igualó los siete títulos y trece metales en Mundiales de la sueca Anja Paerson, otra gran dama del deporte rey invernal que, al igual que ella, figura en el selecto club de siete esquiadoras que cuenta éxitos en cada una de las disciplinas; y que aún la mejora en trofeos en grandes eventos (19).
Hace diez años, con 17, Mika se convirtió, en Schladming (Austria), en la más joven campeona del mundo de eslalon: título que defendió con éxito en Beaver Creek 15 (Estados Unidos), St.Moritz 17 (Suiza) y Are 19 (Suecia), donde también capturó el oro en el supergigante.
En los Mundiales de Cortina d'Ampezzo (Italia), hace dos años, ganó la combinada; y este jueves igualó a otro monstruo del esquí, el austríaco Marcel Hirscher, plusmarquista absoluto de triunfos globales en la Copa del Mundo —con ocho (seguidos)— y asimismo siete veces campeón mundial.
De sus 85 victorias en la Copa del Mundo, 52 las festejó Shiffrin en eslalon (récord histórico absoluto de éxitos en una misma disciplina: tras superar las 46 que había logrado Stenmark —gran campeón de los años 70 y 80— en el gigante). Así que, si gana el sábado, la niña prodigio mutada en súper-depredadora deportiva mejorará de un plumazo a Paerson y a Hirscher.
La norteamericana forjó su victoria en la primera manga, en la que firmó el mejor tiempo, exhibiéndose en la parte baja de la pista Roc de Fer —con salida a 1.830 metros de altitud y 378 de desnivel—. Después le bastó el duodécimo parcial en la bajada decisiva para festejar un nuevo éxito con el que agigantar aún más su leyenda.
La favorita del público local, Tessa Worley, fue la primera en tomar la salida; y su tiempo lo mejoró en doce centésimas Shiffrin; después de que la sueca Sara Hector, que se proclamó campeona olímpica de la disciplina el año pasado en los Juegos de Pekín, se quedara a ocho décimas de la gala; antes de acabar decimotercera.
La eslovaca Petra Vlhova, oro olímpico de eslalon y campeona del mundo de la disciplina hace cuatro años en Are (Suecia), que no pasaría del séptimo puesto, había parado el cronómetro a un segundo exacto de la gran estrella del deporte rey invernal en la primera manga; y la suiza Lara Gut-Behrami, que defendía el título logrado hace dos años en Cortina (y que acabó cuarta), se había quedado a 64 centésimas de Shiffrin.
Brignone, que había ganado la prueba mixta, la primera de estos campeonatos, desalojó del tercer puesto provisional a Gut, al quedarse a tres décimas de la canibal estadounidense, después de que completasen la primera bajada las primeras siete, todas ellas candidatas al triunfo.
Entre esas siete, tan solo otra italiana, Marta Bassino —que se había proclamado campeona mundial de supergigante la pasada semana— y que también pedía cartas en una disciplina en la que festejó sus seis victorias en Copa del Mundo, perdió toda opción al oro a las primeras de cambio. La esquiadora de Cuneo se había quedado a segundo y medio de Shiffrin, que horas antes de la prueba había sorprendido al anunciar, a través de un comunicado de su federación, que, de forma inmediata, se separaría de su entrenador durante los pasados siete años, Mike Day; y que afrontaría el resto de la temporada sin técnico principal.
Solo las noruegas Mowinckel (con el dorsal 14) y Mina Fürst Holtmann (con el 20) se metieron entre las mejores, al quedarse a siete y ocho décimas, con el quinto y el sexto puesto provisional, respectivamente.
En la segunda manga, en la que las mejores treinta tomaron la salida en orden inverso al de su clasificación en la primera y en la que participaron solo sesenta de las 114 que tomaron la salida, otra estadounidense, Nina O'Brien, marcó la primera referencia buena, antes de avanzar diez puestos y acabar undécima.
O'Brien firmó el segundo parcial de la bajada decisiva, por detrás de la neozelandesa Alice Robinson, que remontó trece puestos para finalizar en el top 15. Hasta que a partir de las bajadas de la noruega Thea Louise Stjernesund, octava al final, y Bassino comenzaron a mejorarse los cronos globales.
Bassino, que parecía haber perdido absolutamente toda opción, marcó el tercer tiempo en la segunda bajada y ascendió ocho puestos de golpe; para acabar, a ocho décimas, en una muy digna quinta plaza.
Mowinckel mejoró a la italiana; y la suiza Gut se quedó a nueve centésimas de la nórdica, antes de acabar cuarta, a tres décimas de Shiffrin. De la que se quedaría a doce Brignone, que avanzó un puesto después de que se cayera, en el acto decisivo, para mayor dolor de la afición local y alivio de la noruega, Worley.
Gut acabaría fuera del podio porque Shiffrin aseguró su bajada, sumó su enésimo éxito y agigantó aún más su leyenda, en una temporada que ya es histórica y que podría convertir en inolvidable de aquí a mediados del mes próximo.