Concejal de día en Pontedeume, futbolista de noche en el Silva

DEPORTES

CESAR TOIMIL

Joshua Dopico ejerce como edil de Deportes en el ayuntamiento y actúa como mediapunta en el conjunto coruñés de Tercera Federación

10 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El fútbol no profesional o semiprofesional está lleno de casos de jugadores que compaginan su afición por el balompié con los estudios o su trabajo. Según se va subiendo de categoría, la dificultad es aún mayor. Si a eso añadimos que el equipo en el que juegan está a media hora de su casa, elevamos un poquito más el hándicap. Y, por último, si ya le agregamos al cóctel ocupar un cargo público, el protagonista de esta historia se convierte en un rara avis en Galicia. Se trata de Joshua Dopico (Pontedeume, 10 de mayo de 1991), que ejerce de concejal de su localidad natal por el día y por las noches se entrena con el primer equipo del Silva, conjunto coruñés que milita en la Tercera Federación.

A sus 31 años, la oportunidad le vino al concejal —en el Silva le han elevado a la categoría de alcalde, pues es el mote que le puso Chechu, el director deportivo— casi por sorpresa y, aunque el esfuerzo era grande, decidió no desaprovecharla.

«Salvo un par de años, en juveniles, que jugué en el Montañeros y en el Racing (ambos en División de Honor), toda mi trayectoria deportiva ha estado vinculada al Eume (conjunto que actualmente milita en la Primera Galicia). Por circunstancias, al finalizar la pasada temporada, me desvinculé del club de toda mi vida y tuve la oportunidad de probar con el Silva. Era subir dos categorías. Todo un reto para mí. Estuve dos semanas a prueba y los técnicos dieron la aprobación a mi fichaje. Fue un alegrón, pues ya había perdido la esperanza de llegar a jugar en categoría nacional», explica el mediapunta del conjunto de A Grela.

Aunque con el paso de los meses y la organización de su vida que ha hecho, no le resulta tan complicado compaginar ambas actividades, Josua sí que reconoce que es un esfuerzo extra que se ve recompensado por verse jugando en Tercera.

«Es complicado, pero bueno, nos hemos organizado bien. Vamos tres juntos a A Coruña: mi cuñado (Álvaro Rey), que es de Cabanas; Isaac González, de Ferrol; y yo. Y siempre se hace más ameno. Eso sí. Tres horas entre que vas, te entrenas y regresas no te las quita nadie. Y son cuatro días a la semana de entrenamientos», reflexiona.

Más allá de la satisfacción personal de verse en el Silva, club al que se refiere como «una gran familia», el futbolista cree que el edil se ve beneficiado de esta actividad. «Yo soy concejal de Deportes, Juventud y Participación Ciudadana, y, obviamente, haber pasado toda mi vida en este mundo me ha servido de mucho a la hora de afrontar las cuestiones del día a día del concello. Y, claro, ahora que estoy en un club todavía de mayor entidad, pues veo otros aspectos que antes no observaba. Creo que con este fichaje han salido ganando el futbolista y el concejal (se ríe)».

Política a pie de calle

Sobre esta faceta política, Dopico, que es representante del PSOE, separa lo que puede significar a escalas superiores como pueden ser grandes ciudades al modo de trabajar en los pequeños municipios. «Aquí es todo mucho más cercano. La gente te pare por la calle y te dice: ‘Oye, Joshua, que tenemos este problema con esta instalación' o que la subvención no sé qué, y casi de inmediato intentamos arreglarlo. Es mucho mejor, porque los vecinos logran todo más rápido, pero, claro, para nosotros la presión aumenta», comenta en tono de broma por la cantidad de peticiones que recibe cada día.

Así transcurre la jornada de este joven edil, que inicia su labor a las nueve de la mañana y no regresa a casa de entrenar hasta bien entrada la noche. Cuenta, eso sí, con la colaboración del Silva —«algún partido o entrenamiento me coincide con un acto y, claro, lo primero es el concello», quiere hacer hincapié— y sobre todo con la ilusión de verse en un fútbol nacional que recibió como un regalo. «No puedo más que estar agradecido», apostilla el futbolista / concejal .

Será su primera y última temporada en el equipo

Está feliz y se siente como en familia, pero desplazarse cada semana cuatro veces hasta A Coruña, más los partidos de los fines de semana con viajes por toda Galicia, es una carga extra que añade Joshua a su trabajo y resta a sus seres cercanos. Por eso ya anuncia que esta ha sido su primera y última temporada en el Silva. «Viví la experiencia y ya me doy por satisfecho Me iré feliz». asegura.