El joven técnico trata de sortear las turbulencias que afectan al Bayern y enfocar al plantel en el exigente duelo con el PSG, al que finalmente se apunta Mbappé
13 feb 2023 . Actualizado a las 22:23 h.Julian Nagelsmann tiene 35 años y una Bundesliga en el palmarés. Comparte el título con Manuel Neuer, que a su edad había ganado otros nueve campeonatos nacionales y dos Champions. Ahora tiene 36 y un cabreo monumental. El portero, lesionado, no podrá saltar al césped del Parque de los Príncipes, pero se ha asegurado la presencia en el banquillo, instalado en un rincón de la cabeza de su entrenador. Es difícil que el técnico aparte por completo la imagen del promotor del inoportuno incendio que ha sacudido el vestuario del Bayern de Múnich, como el choque entre Neymar y Luis Campos ha agitado el del PSG.
El duelo de París (21 horas, Movistar), quizá el más llamativo de los octavos del torneo, llega con carga extra en lo emocional. A los locales les han afectado las dos últimas derrotas, expulsándolos de la Copa y apretando la Ligue 1. La tensión alcanzó a la caseta en forma de bronca entre el mánager y parte de la plantilla, según reveló el domingo L’Equipe. Los visitantes encadenan tres triunfos rotundos en Alemania, pero su estado anímico no mejora el del anfitrión.
El motivo está en las recientes declaraciones del meta y capitán del equipo, que concedió un par de entrevistas (a The Athletic y al Suddeutsche Zeitung) para airear su descontento por la rescisión del contrato de Toni Tapalovic, preparador de porteros de la entidad. «Sentí como si me arrancaran el corazón. Fue lo más brutal que he vivido en mi carrera, y he vivido muchas cosas. Pero lo que ha pasado ahora es de otro nivel», denunció.
El mensaje llegó alto y claro al palco, donde Oliver Kahn, antiguo meta y actual presidente del club, respondió también públicamente, afirmando que valorar el despido «no corresponde a Manuel ni responde a los valores del Bayern». Los medios alemanes responsabilizan a Nagelsmann de la decisión, y el respaldo que ha encontrado el míster entre la directiva probaría su importancia creciente dentro de la estructura de la entidad. Él optó por no sumarse al debate público. Prefirió abrir otro melón. «No atravesamos precisamente un buen momento. Cuando estamos a tope, sí es fútbol, es diversión, es entusiasmo, tenemos movilidad. Pero solo lo hicimos durante los seis primeros minutos del partido —lamentó tras la victoria del sábado frente al Bochum—. Con esto no será suficiente el martes».
Ayer, en la previa del día D, matizó su declaración: «No lo dije solo por los jugadores, también por mí; formo parte del equipo. La crítica no fue tan dura». Aprovechó también la comparecencia para analizar la actualidad del rival, que podría recuperar en tiempo récord a Kylian Mbappé. «No ha podido entrenar mucho y no sabemos si estará de salida, si entrará o si no jugará», valoró.
El delantero francés apenas ha completado una sesión de trabajo con el grupo, y su entrenador, Christophe Galtier, aseguró no saber si podrá contar con él. Avivando así una incertidumbre que el PSG ha querido exprimir desde que se produjo la lesión. Menos dudas tienen los parisinos sobre el retorno de Messi y de Verratti, ausentes en el tropiezo liguero frente al Mónaco y en la posterior discusión en el vestuario.
El megaproyecto catarí sigue sin cuajar a nivel continental y otro revés prematuro reproduciría las turbulencias de costumbre en el Parque de los Príncipes. En Múnich no se baraja esta opción. La directiva ha emprendido una reforma a medio plazo y en el pulso entre la vieja guardia del plantel y Nagelssman va por delante el míster; sometido a los 35 a otra prueba de madurez.
Alineaciones probables:
PSG: Donnarumma; Marquinhos, Danilo, Ramos; Hakimi, Verratti, Fabián Ruiz, Nuno Mendes; Vitinha; Messi y Neymar.
Bayern: Sommer; Cancelo, Upamecano, De Light, Davies; Kimmich, Goretzka; Coman, Musiala, Sané; Müller.