Roberto Blach: «Si hace diez años me dicen que correría el Mundial, no me lo creería»

DEPORTES

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El arteixán disputa este fin de semana la primera prueba del Mundial de ralis júnior sobre la nieve de Suecia

11 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Roberto Blach (Arteixo, 1997) se estrena este fin de semana en el que denomina «un sueño». El piloto gallego es uno de los nueve que disputarán el Mundial júnior de ralis y lo hace a bordo de su Ford Fiesta Rally3. La categoría de formación del campeonato del mundo (Junior WRC) inicia su campaña en Suecia, en un trazado de nieve para el que ya se ha estado preparando a conciencia. «En Arteixo, nieve muy poca», señala. Por ello, hizo las maletas y se marchó unos días a Finlandia para recibir los consejos de un experimentado piloto que le enseñó los trucos necesarios. Este fin de semana los pone en práctica.

—¿Cómo surgió la posibilidad de correr el Mundial júnior?

—Esta será mi primera vez. El año pasado gané la Beca RTS Junior de la Real Federación Española de Automovilismo. Al vencedor, la Federación y el Consejo Superior de Deportes le dan soporte para participar en el campeonato de Europa. Hablé con ellos para, en lugar de correr el Europeo, participar en el Mundial, porque creo que para mi carrera deportiva es mejor. Como era más caro, me dijeron que me daban la misma cantidad y la diferencia la tenía que conseguir por mi cuenta. Hablé con mis patrocinadores, que son los mismos desde que empecé, y los tres más fuertes me apoyaron con el proyecto. Me dieron la ayuda que necesitaba.

—¿Con qué objetivo se presenta?

—La idea es aprender, disfrutar de la experiencia, seguir trabajando como hasta ahora y no renunciar a nada. Si hace diez años me dicen que voy a correr el Mundial, posiblemente no me lo creería. Esto es un sueño. Ahora que estoy aquí, quién me dice que no puedo cumplir otro. Al que gana el Mundial Júnior le hacen piloto de M-Sport, el equipo oficial de Ford. No correría en el Mundial absoluto, pero sí con un R2, que es la segunda categoría. Esa es la oportunidad que necesita cualquier piloto para tratar de llegar: participar con un coche oficial, hacerlo lo mejor posible, demostrar que eres bueno y que te fichen para correr el World Rally Car, que es el sueño final de cualquiera que se dedique a esto.

—¿Lo compaginará con otro campeonato?

—Queríamos correr en España, antes de cada prueba, con el mismo coche que vamos a usar en el Mundial. Para Croacia, me gustaría participar aquí alguna de asfalto, y el siguiente, que es en Cerdeña, y es en tierra, hacer lo mismo.

—¿Se plantea participar en alguno del gallego?

—No lo descarto.

—Estará acompañado de Mauro Barreiro, otro arteixán, y con experiencia en este tipo de pruebas.

—Mauro era mi rival. Empezamos a correr el año pasado. Él competía con Jan Solans, y teníamos bastante rivalidad. Él ya había ganado la beca que yo logré, pero en el 2018. Juntos corrieron el Mundial, lo ganaron y unos años después lo dejaron y estuvo un año sin hacer nada. Siendo del mismo pueblo, tenemos muchos amigos en común, y un día hablando con uno de ellos, me dijo: ‘¿Por qué no hablas con él, dejáis atrás las rencillas y trabajáis juntos?'. Quedamos, hablamos y decidimos probar. Yo sé que él rechazó proyectos con coches mejores y de bastante dinero para venir conmigo. Si te digo la verdad, me he llevado una grata sorpresa, porque como copiloto ya sabía que era muy bueno pero, sobre todo, lo es como persona. Ahora es mi amigo. Encontrarlo es mi gran victoria del año pasado.

—¿Cómo se entrena para todo lo que le viene?

—Trabajaba con mi padre (expiloto de ralis) y me dio este año libre para que lo dedicase a las carreras. Voy cinco días al gimnasio con un entrenador personal, estoy yendo a una nutricionista deportiva, y también recibo clases de inglés. Aparte, estoy viendo on board de los ralis durante una o dos horas al día. En los entrenamientos de cada carrera solo podemos dar dos vueltas a cada tramo, así que intento aprendérmelos para estar lo mejor preparado posible.

—¿En qué momento decidió que este era su camino?

—Mi padre ya corría y me viene desde pequeño. Llevo desde los 12 años. Empecé con karts y, desde entonces, el sueño conjunto de ambos es que yo llegue a ser piloto profesional. No quiere decir que tenga que ser en el Mundial, pero sí vivir de las carreras. Mi padre viene a todos los ralis. Tengo 26 años y creo que solo faltó a uno y fue porque estaba ingresado en el hospital.