LeBron James que estás en los cielos

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ALLISON DINNER | EFE

El jugador de los Lakers, una leyenda en activo de la NBA, superó ante los Oklahoma City Thunder el récord de anotación que estaba en poder de Kareem Abdul-Jabbar desde abril de 1984

08 feb 2023 . Actualizado a las 20:29 h.

Si algo tiene la NBA es que sabe cuidar de su imagen y sus mitos, también del espectáculo. Todo estaba preparado en Los Ángeles por si LeBron James firmaba 36 puntos o más y batía el récord histórico de anotación, hasta ese momento en manos de Kareem Abdul-Jabbar. Y llegó el momento, el instante que todos esperaban. Y se paró el tiempo.

El registro vuelve a ser para un jugador de los Lakers. Si el pívot se hizo célebre por el llamado sky hook, el base-alero-pívot tiene en el lanzamiento en suspensión, saltando ligeramente hacia atrás, su mejor seña de identidad. Y así fue como superó la marca, con un tiro de media distancia ante Oklahoma, equipo en el que milita ex obradoirista Muscala.

LeBron James no vuela como lo hacía Michael Jordan, pero puede ser igual de contundente a la hora de hundir el balón en el aro. No tiene la elegancia de Stephen Curry en la larga distancia, pero puede enhebrar triples. Tampoco luce la fantasía en el pase de Magic Johnson, pero ya es cuarto en la lista de mejores pasadores de la historia. Quizás no sea el mejor en una faceta en concreto, pero está entre los mejores en todas. Y son ya veinte temporadas entre los más destacados. Palabras mayores.

Días atrás comentaba que no tenía en la cabeza las cifras, que eran «más de 38.000 puntos», pero lo que sí sabía es que a lo largo de toda su vida ese récord siempre había estado en poder de Kareem. No era una forma literaria de hablar. El registro del pívot estaba vigente desde abril de 1984. LeBron James nació unos meses más tarde, en diciembre.

El nuevo plusmarquista recibió el balón del partido de manos de su antecesor. En abril de 1984 había sido Wilt Chamberlain el que le había dado el testigo a Kareem Abdul-Jabbar.

A LeBron James le llegó el turno de la palabra, y no pudo contener la emoción tras recibir el abrazo de otra leyenda, Magic Johnson. No se olvidó de su entorno: «A todos los que han formado parte de esta carrera conmigo estos últimos 20 años, solo quiero darles las gracias porque no sería yo sin toda su ayuda, toda su pasión y todos sus sacrificios para ayudarme a llegar hasta aquí. Nunca jamás, en un millón de años, hubiera soñado con algo mejor de lo que es esta noche».

La jornada no fue redonda porque el récord personal no se vio acompañado por una victoria de los Lakers, una vez más víctimas de su fragilidad defensiva. Y también queda la imagen de su compañero Anthony Davis, impasible el ademán, en el momento en que LeBron hacía historia.

Esperando a Bronny James

Está por ver hasta dónde eleva el listón LeBron James, porque sigue a pie de parqué y se ve con ganas y motivación para alargar su carrera. Hay una por encima de cualquier otra. Quiere coincidir en la competición con su hijo Bronny, que no puede entrar en el draft hasta la temporada 24/25.

En enero, en una entrevista en la ESPN, decía lo siguiente: «Necesito saltar a la pista con mi hijo, quiero saltar a la pista con Bronny. O con el mismo equipo o en un partido contra él. No me refiero a que hagamos uno para uno en un partido, pero me encantaría hacer algo al estilo Ken Griffey Sr. y Jr. Sería ideal, sin duda. Le pregunto cuáles son sus aspiraciones y dice que quiere jugar en la NBA, así que, si quiere hacerlo, tiene que trabajar para ello. Yo ya estoy aquí, solo le estoy esperando». Al referirse a Ken Griffey apunta a otra de las ligas profesionales, la de béisbol. Padre e hijo coincidieron en los Seattle Mariners en los noventa.

No es fácil encontrar precedentes de padres e hijos que llegasen a coincidir en una cancha. En Europa hay que remontarse también a los noventa, en Italia. El legendario Dino Meneghin, que se retiró con 45 años, llegó a enfrentarse a su hijo Andrea. Uno militaba en el Trieste y el otro en el Varese. Un codazo del padre dejó al rival con la nariz rota.

Si LeBron James consigue coincidir en la NBA con Bronny James estará, como mínimo, este curso y dos más al pie del cañón. Hasta la fecha, en el que menos puntos consiguió en la fase regular fue en el de su debut, el 03/04. Acabó con 1.651. No es descabellado pensar que deje el récord por encima de los 40.000 puntos.