Dani Alves se tomó una copa después de cometer la presunta agresión sexual

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DEPORTES

CARL RECINE

Cuando abandonó la discoteca, el brasileño pasó al lado de la víctima, que estaba siendo atendida por el personal de la sala

27 ene 2023 . Actualizado a las 18:57 h.

El próximo martes es la fecha límite para que el abogado de  Dani Alves presente el recurso de apelación para solicitar la libertad provisional del jugador. Un recurso nada fácil teniendo en cuenta que a medida que se conocen más detalles de la presunta agresión sexual en la discoteca Sutton de Barcelona por parte del jugador, todas juegan en su contra. Ayer, el nuevo letrado, Cristóbal Martell, se reunió en el bufete con la madre del futbolista, Lucía. En las imágenes captadas por La Vanguardia tras la reunión, la madre del jugador estaba visiblemente abatida y sin querer hacer ninguna declaración. 

El presunto delito se produjo la madrugada del 30 de diciembre. La víctima llegó junto a su prima y una amiga a la conocida discoteca, después de que en otro local les diesen entradas gratuitas a esta sala. Las tres, y según atestiguan las cámaras de seguridad de la zona vip como del resto del local, apenas estuvieron en la zona de baile porque de inmediato —según la denuncia— un grupo de amigos de origen mexicano las invitaron a subir a la parte alta del local donde se encuentra la zona vip y donde se encontraba el futbolista.

Alves, sentado en una mesa junto a otro hombre y otras dos mujeres, le dijo al camarero que hablase con las tres chicas para invitarlas a cava y ofrecerles sentarse junto a ellos. En un principio, las jóvenes rechazaron la oferta, pero ante la insistencia del camarero, terminaron aceptando. Según la declarante, cuando se unieron a Alves se marcharon las mujeres que acompañaban al exbarcelonista. El brasileño ya parecía bebido y se burló de las chicas por decir que no lo conocían. Se presentó como «jugador de petanca de L'Hospitalet», aunque sus acompañantes mexicanos les aclararon su verdadera identidad.

El brasileño, presuntamente, intentó realizar tocamientos a las tres mujeres, pero se centró especialmente en la denunciante, a la que susurró algo en portugués que no logró entender y le agarró una mano para llevarla varias veces a su pene, pese a encontrar resistencia. «Me estaba dando asco. Desde atrás cogió mi mano, la puso en su pene y la quité», declaró la denunciante.

En un momento dado —siempre de acuerdo con la denuncia— Alves le señaló una puerta y ella le siguió. La mujer asegura que no sabía que esa puerta daba a un baño. Las imágenes de la zona vip recogen ese momento, pero a partir de ahí no hay grabaciones porque dentro del toilette no hay cámaras. En cuanto la víctima se percató de que se trataba de un baño, afirma que intentó salir, pero que el futbolista se lo impidió cerrando la puerta.

Según la denuncia, Alves se sentó en un retrete, subió el vestido a la denunciante, al tiempo que la obligó a sentarse encima de él mientras la llamaba «putita». La mujer asegura que se revolvió en ese momento y que Alves acabó tirándola al suelo. Allí la obligó a hacerle una felación. Como ella se resistía, siempre según la versión de la chica, el deportista la abofeteó y tras levantarla del suelo la penetró hasta la eyaculación.

De acuerdo con la versión de la mujer, cuando salió ya solo quedaba una de sus dos amigas. Asegura que estaba en estado de shock y que le dijo a su amiga que quería marcharse. Las imágenes recogen ese momento y también la salida de Alves del baño momentos antes de que lo hiciese la víctima.

Solo en el exterior del local la mujer rompió a llorar y contó lo sucedido a su amiga y al personal de seguridad de la discoteca. En ese momento, según el diario La Vanguardia, el portero avisó a Robert Massanet, director de la discoteca y mano derecha del propietario, Antonio Cano, ausente aquella madrugada. Durante varios minutos intentó que la joven se calmara y dejara de llorar. «No tenía consuelo. Yo le preguntaba ‘¿Pero qué te ha pasado? ¡Cuéntame qué te ha pasado! Tienes que tranquilizarte'. Pero estaba muy agobiada», declaró a los Mossos. En ese momento, según dicho medio, Dani Alves pasó por su lado, casi rozándoles, para abandonar la discoteca, y sin preguntar absolutamente nada sobre qué le pasaba a la chica. El brasileño salió en ese instante del Sutton. Antes, como recogen las cámaras de vigilancia del reservado y avanzó El Periódico, se acercó a una barra y se pidió otra copa.

Firma autógrafos en la cárcel

A punto de cumplir una semana entre rejas, Dani Alves prepara una nueva declaración ante la juez. Sin embargo, algunos detalles de sus primeros días en la cárcel son bastante llamativos. El futbolista tiene junto a él a un preso de confianza, condenado también por agresión sexual. El preso se llama Coutinho y, al parecer, ambos ya se conocían porque este hombre había sido guardaespaldas de Ronaldinho. 

Según fuentes de Brians II, Alves todavía estaría acostumbrándose a su nueva vida. Le cuesta comer y dormir pero, sin embargo, uno de los compañeros que abandonó la prisión tras cumplir una condena de 14 años, salió vistiendo una camiseta del Barça firmada por el propio futbolista y una dedicatoria. «Abrazo con cariño» y un emoji con una carita sonriente, había pintado el futbolista en el elástica de su compañero.