El corazón del Real Madrid puede con la cabeza del Atlético (3-1)

Óscar Bellot COLPISA

DEPORTES

Rodrigo Jimenez | EFE

Los blancos remontan con goles de Rodrygo, Benzema y Vinicius, sellando el pase a semifinales tras otra prórroga de infarto

26 ene 2023 . Actualizado a las 23:49 h.

El Real Madrid sepultó la última esperanza que le quedaba al Atlético para salvar la temporada con otra de esas remontadas cuya patente registraron los dueños del Santiago Bernabéu en la noche de los tiempos. El equipo de Carlo Ancelotti, superado en la primera parte por el ejercicio más valiente que se les recuerda a los rojiblancos en mucho tiempo, reaccionó en la segunda mitad con oficio, bravura y eficacia, sellando el pase a unas semifinales que resultarán explosivas con independencia de los cruces que depare el sorteo del lunes.

Un golazo de Rodrygo, casi siempre tocado por un ángel cuando arrecia la tormenta, niveló el marcador que había alterado Morata en el acto inicial y abrió un escenario nuevo, aunque conocido. Benzema, cuyo recuperado colmillo tras el Mundial vuelve a sajar rivales, y Vinicius, que replicó con su primera diana en un derbi a quienes solo usan el lenguaje del odio, fueron esta vez los encargados de despedazar en la prórroga a un Atlético que se vio lastrado por la expulsión de Savic en el alargue, pero que defendió su honor hasta el último aliento en otro partido lleno de emoción que engrandece una Copa tremenda.

Ancelotti optó por un centro del campo vintage en el que Modric y Kroos recuperaron la batuta. Simeone asumió el cuerpo a cuerpo con una formación que privilegiaba el talento ofensivo. El foco en la previa apuntaba a Vinicius, víctima del repugnante racismo que mancha el fútbol con peso creciente. El brasileño, refugiado en su guarida, aplicó filo de salida pero le faltó cuchillo en una asociación con Benzema que corrigió Reinildo. Mucho más eléctrico y quirúrgico fue el Atlético en la respuesta.

Koke activó a Nahuel aprovechando que Vinicius desatendía la vigilancia, el argentino metió de primeras a Morata y el internacional español ajustició sin oposición para anotarse su primera muesca ante el equipo con el que saltó a la élite desde que viste la rojiblanca. La ventaja no restó un ápice de ímpetu al Atlético, tan valiente como sagaz en su planteamiento. Ancelotti, burlado por la pizarra de Simeone, recibió deberes extra con la lesión de Mendy, que hurgaba en la herida de una defensa ya remendada de entrada por las bajas. Desprovisto entre su fila de reservistas de Alaba, que se cayó a última hora de la convocatoria por molestias, el italiano vendó el carril zurdo reubicando allí a Camavinga y devolviendo al eje a Ceballos.

El utrerano, artífice de la resurrección blanca en octavos, volvió a brillar en un Real Madrid al que el paso por vestuarios le sirvió para ordenar el andamio y elevar la agresividad. Un taconazo de Valverde tras un centro tenso y raso de Nacho que ni Benzema ni Vinicius lograron cazar en boca de gol sirvió como aldabonazo de un equipo con otras hechuras. El carioca, de nuevo con el reprís que tanto echaba en falta, activó la guerra relámpago. Un Atlético bravo pero sin colmillo Las embestidas del Real Madrid devolvieron al Cholo a sus esencias. El argentino retiró a un Morata renqueante para reforzar el abrigo de su equipo con la entrada de Witsel. Hermoso evitó que Benzema pusiese el empate, ya con el mediocentro belga sobre el tapete, y Griezmann amenazó con el segundo del Atlético, a la contra y desde el balón parado, en un pleito que basculaba entre la furia del Real Madrid y el reposo del Atlético.

Quemó más naves

Ancelotti con la inclusión de Asensio y Rodrygo. El paulista, recriminado una semana atrás por el técnico, tardó poco en reclamar el perdón de Carletto con grandeza, descosiendo a la zaga del Atlético con un eslalon prodigioso y resolviendo como un genio. Plagó velas Simeone, pese a lo cual tanto Griezmann como Memphis dispusieron de dos grandes ocasiones para evitar un alargue previsible, a tenor de los antecedentes.

Sorprendió el Cholo retirando a Griezmann para dar entrada a Barrios al comienzo de la prórroga. El argentino bajó el bloque pero adelantó a Carrasco, signo de que fiaba su suerte al contragolpe. Intentó emular Vinicius en ese escenario la funambulista acción de Benzema en el Calderón que le abrió al Real Madrid las puertas de la final de Cardiff, aunque sin la misma fortuna. La chispa del brasileño es tan grande como corta su mecha. Un rifirrafe con Savic le costó la amarilla al 20 de los blancos y al montenegrino.

Pero el central, también pasado de vueltas, se llevó la peor parte, porque a renglón seguido cazó a Camavinga y dejó a su equipo en inferioridad numérica y con 20 minutos por delante. El terreno se inclinaba para el Real Madrid. Rüdiger falló con la testa, pero Benzema clavó la estocada recogiendo un centro raso de Asensio y superando a Oblak por bajo. Apuró sus opciones el Atlético, irreprochable en su entrega. Memphis y Carrasco rozaron el empate ante un Real Madrid permisivo pero letal. Vinicius, con el Atlético volcado ya a la desesperada, firmó un tanto que no tapará boca pero con el que impartió ley.