Los problemas físicos han sido unos compañeros de competición habituales para el tenista y han provocado su ausencia en una docena de «grand slams»
18 ene 2023 . Actualizado a las 20:49 h.El recién estrenado año ha traído una nueva desgracia para Rafa Nadal. Y lo ha hecho en forma de lesión. El tenista sufrió una derrota en la segunda ronda del Open de Australia, del que es vigente campeón. El duelo ante Mackenzie McDonald (6-4, 6-4 y 7-5) estuvo marcado por la molestia de cadera del español en la segunda manga. En ese momento ya iba por debajo en el marcador. Ahí apareció la impotencia.
Nadal no llegaba en las mejores condiciones al primer grand slam de la temporada en cuanto a rendimiento deportivo se refiere. Con tan solo una victoria, acusó la falta de ritmo en Melbourne. Pese a las claras molestias, no se retiró. Apenas podía moverse y saltar. A falta de confirmación, Nadal sufriría un problema muscular en la zona de la cadera. Todavía no se conoce el alcance, pero el tenista tras el partido reconoció que se encuentra mentalmente tocado.
«He notado algo en la cadera y se acabó. No puedo decir que no esté destrozado porque estaría mintiendo. Estoy cansado de este tema de las lesiones todo el rato. Es muy duro a nivel mental pasar otra vez por el proceso y el trabajo que se necesita para la recuperación y volver a competir a un buen nivel», reconoció el español, que añadió que se encontraba «cansado, triste y decepcionado».
Y no es para menos. El calvario de Nadal con las lesiones tiene muchos capítulos. Los problemas físicos han sido unos compañeros de competición habituales. El tenista se ha perdido, al menos, una docena de grand slams por las molestias. En el 2004 una fractura por estrés en el escafoides le impidió estar en Wimbledon. De hecho, estuvo fuera de las pistas cinco meses.
Un año más tarde le detectaron el síndrome de Müller-Weiss, una enfermedad degenerativa (es una displasia del escafoides tarsiano, una deformidad de uno de los huesos situados en la parte media del pie). Esta misma dolencia le hizo perderse gran parte del 2021, año en el que no acudió al All England Club ni al Open de Estados Unidos.
Una de las lesiones más graves de su carrera tuvo lugar en el 2012, cuando sufrió una rotura del tendón rotuliano izquierdo, tras una caída en la segunda ronda de Wimbledon (ante Lukas Rosol). Le obligó a estar de baja ocho meses.
En el Open de Australia del 2018 se tuvo que retirar en el quinto set del partido ante Cilic debido a una dolencia en el cuádriceps. Ese mismo año, la rodilla derecha le lastró en las semifinales de Estados Unidos, obligándole a abandonar.
«Son ya muchas lesiones y el vaso se va llenando, estoy cansado», sentenció tras esta última molestia, que deja un nuevo episodio a su viacrucis. Destrozado mentalmente, deshoja la margarita de su futuro.