El Breogán soporta mejor los nervios y gana el pulso con el Obradoiro (64-59)

DEPORTES

Los lucenses fueron mejores en defensa ante un rival con un pobre porcentaje en los triples

11 ene 2023 . Actualizado a las 17:45 h.

El primer derbi gallego del curso en la ACB siguió el guion habitual. Ganó el equipo de casa, como en los cuatro anteriores. El Río Breogán soportó mejor los nervios y practicó una defensa más intensa y se hizo con la victoria ante un Obradoiro negado en los triples, pero con opciones hasta el último minuto.

Los primeros aplausos fueron de los seguidores obradoiristas para festejar la canasta a una mano de Thomas Scrubb y el triple de Kassius Robertson. Los visitantes entraban con buen pie, pero la respuesta breoganista no tardaría en llegar. Happ y Bamforth dieron la primera ventaja a los celestes (6-5) en un inicio de partido trepidante, de constantes idas y venidas y en el que la presión ambiental afectó a ambos casi por igual. Parecía que el balón había sido bañado en aceite. Se escurría de las manos en el momento más inoportuno y cada canasta era un logro. Por si fuera poco, nadie estaba fino en los lanzamientos desde el perímetro y los interiores sufrían para recibir el balón con ventaja sobre su marca. El marcador al término del primer cuarto resumía con claridad lo que había dado de sí. Solo 23 puntos (14-9) después de 10 minutos de desconfianza y nervios.

En la banda, los dos técnicos pedían calma. El ritmo era frenético, y en ese escenario tan habitual en los derbis, los pupilos de Mrsic se desenvolvían mejor. Su defensa era más sólida, sobre todo en la pintura, y a ella se agarró para sobrevivir a la irrupción de Zurbriggen en la segunda manga y distanciarse en el marcador. Poco antes de acabar este período, el visitante Álex Suárez se fue al banquillo con cuatro faltas, al borde de la eliminación, y Momirov otorgaba al Breo su mayor ventaja: 32-23, el marcador con el que se llegó al descanso.

El Obradoiro agradeció el reposo. Dejó la ansiedad en la caseta y volvió al parqué con más determinación, mejores ideas y con un Zurbriggen tremendamente inspirado. El base argentino fue el autor de ocho puntos en el parcial de 2-10 de los santiagueses que volvió a apretar el marcador (34-33) y que neutralizó Sergi García con un triple. Anotar seguía siendo un suplicio, por eso cada tanto se celebraba con euforia desmedida en las gradas e incluso en los banquillos.

Cuando parecía que el partido había encontrado el equilibrio definitivo, el Obra recayó de sus males. Volvió a atascarse en el pase, su acierto en los triples seguía siendo ridículo, y el Breo no dejó pasar la oportunidad. Apoyado en Arteaga, volvió a alcanzar su máxima diferencia (49-40) para afrontar el acto final cargado de moral y con un buen margen de error.

La diferencia en el electrónico creció ligeramente, se fue hasta los 11 puntos y los visitantes seguían sin encontrar la fórmula para enderezar el rumbo. Moncho Fernández volvió a asociar a Robertson y Zurbriggen, pero el Breogán resistía cada intento de reacción del adversario. A solo tres minutos del final dominaban los de casa por 60-52. Bamforth clavó un triple y el técnico obradoirista detuvo el partido. Su equipo se acercó con un 0-7 y le tocó a Mrsic llamar a sus hombres a capítulo. Se consumía el último minuto y la renta (63-59) fue suficiente. Momirov la estiró desde el tiro libre.