Derik Osede, dos años obsesionado con este día

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Derik Osede, en su vuelta a los terrenos de juego con el Pontevedra frente al Mallorca
Derik Osede, en su vuelta a los terrenos de juego con el Pontevedra frente al Mallorca

El central del Pontevedra reapareció en la Copa del Rey ante el Mallorca 668 fechas después de romperse el tendón de Aquiles con el Deportivo frente al que hoy es su equipo

05 ene 2023 . Actualizado a las 18:45 h.

El diagnóstico era tan evidente que apenas tardó una hora en comunicarse. Y la aguja que marcaba el tiempo en la carrera de Derik Osede Prieto (Madrid, 1993) se congeló. Se había roto el tendón de Aquiles de la pierna derecha. Derik había llegado al Dépor, recién descendido al pozo de bronce, el último día del mercado de verano para tapar el hueco que había dejado la marcha de Michele Somma. Ese 7 de marzo del 2021, contra el Pontevedra, salió del césped ayudado y se marchó de Riazor en muletas. Lo supo pronto. Tendría que operarse y su temporada se había terminado.

En quirófano, cerraron su pierna con 18 grapas. «He tenido mala suerte con las lesiones, pero si me ha pasado, es una lección. Le das muchas vueltas, te preguntas que por qué a ti. Lo que quiero con todas las fuerzas es recuperarme. No me gusta el trabajo diario de recuperación, pero tengo que hacerlo. Me voy adaptando a él y hasta estoy empezando a cogerle gusto. A veces se te saltan las lágrimas y dices: ‘Me va a doler, pero mañana voy a estar mejor’. Es un proceso largo, de seis meses u ocho», contó entonces a La Voz. Lo que no imaginaba es que tardaría un año, nueve meses y 23 días en volver. Y que lo acabaría haciendo, contra un primera división, defendiendo al equipo que tenía enfrente el día que todo se paró.

Derik se retira tras romperse el tendón de Aquiles con el Dépor
Derik se retira tras romperse el tendón de Aquiles con el Dépor CESAR QUIAN

Central de anticipación y ágil al corte, Derik, de padre nigeriano y madre española, había ingresado en la cantera del Real Madrid con nueve años. Fue quemando etapas. Llegó a debutar con el primer equipo en el Bernabéu, en un amistoso ante el Millonarios, antes de marcharse a probar fortuna en el Bolton inglés. Internacional con las categorías inferiores de la selección española, Osede palpó la gloria con la sub-19 que ganó a Grecia la final del Europeo del 2012. Fue titular en aquel equipo que entrenaba Lopetegui y en el que cohabitaba con Kepa Arrizabalaga, Grimaldo, Deulofeu, Denis Suárez, Jesé, Juanmi y Alcácer.

Derik permaneció en A Coruña, donde residía su pareja, tras operarse. Pasó los días con dos fisioterapeutas del club, Dani y Rubén, y el recuperador Fran Molano. El contrato con el Dépor venció tres meses después de romperse. Se quedó sin equipo y con una lesión que todavía no estaba curada. Los fantasmas en la cabeza de Osede se esparcieron.

En febrero del 2022, a punto de cumplirse un año de la lesión, el Alcoyano le dio la opción de incorporarse para cubrir a Carlos Blanco, que se había roto el cruzado. Pero a Derik no le dieron la oportunidad de debutar. En julio, buscó otra en Pontevedra. Y otra vez los fantasmas. Una lesión muscular lo castigó. El club no lo vio claro, incorporó a Luis Martínez y lo dejó sin ficha. Le dio la opción de prepararse con ellos. Osede insistió. Recorrió cada día para entrenarse los 270 kilómetros que separan, en ida y vuelta, A Coruña —donde mantuvo el nido— y Pontevedra sabiendo que no tenía opciones de competir. Hasta este miércoles. Por la mañana, le dieron la ficha que dejó vacante Mario Ortiz tras marcharse al Algeciras. Por la tarde, ante el Mallorca, entró por Alejandro Masogo en el minuto 87. Derik volvió a sentirse futbolista en Pasarón. Se desprendió de los fantasmas. Su reloj, al fin, tintinea de nuevo.