Un jugador de rugbi italiano sufre un episodio racista en la cena de equipo: «Me regalaron un plátano podrido por el amigo invisible»

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Cherif Traorè, del Benetton Treviso, contó cómo sus compañeros no condenaron el acto: «Lo que más me dolió fue ver a la mayoría riéndose»

22 dic 2022 . Actualizado a las 08:21 h.

El italiano Cherif Traorè, jugador de rugbi en el Benetton Treviso y en la selección italiana, sufrió este martes un episodio racista por parte de varios compañeros de equipo en la cena de Navidad del club, en la que recibió un plátano podrido como regalo del amigo invisible de uno de ellos.

Traorè, de origen guineano (Kindia, Guinea Conraky, 1994), acudió a la cena navideña de su club en la que celebraron el clásico amigo invisible, en el que cada jugador recibió un regalo de uno de sus compañeros desde el anonimato. Todo iba bien, según desveló este miércoles en sus redes sociales, hasta que abrió su regalo: un plátano podrido. Lejos de condenar el acto, algunos de sus compañeros se rieron.

«Cuando me tocó a mí, dentro de mi regalo encontré un plátano. Un plátano podrido, dentro de una bolsa mojada. Aparte de encontrar ofensivo el gesto, lo que más me dolió fue ver a la mayoría de mis compañeros presentes riéndose. Como si todo fuera normal», desveló en su cuenta de Instagram, en la que acompañó el texto con un foto completamente en negro.

El jugador de 28 años no podía creer lo que estaba pasando, pero gracias al apoyo de otros compañeros pudo sobreponerse. «Estoy acostumbrado, o mejor dicho, he tenido que acostumbrarme, a tener que poner buena cara cada vez que oigo chistes racistas para intentar no contrariar a la gente que me rodea. Sin embargo, ayer fue diferente. Afortunadamente, algunos compañeros, en su mayoría extranjeros, intentaron apoyarme. Fuera de Italia, un gesto como este se condena severamente incluso dentro de las pequeñas realidades, y esta vez quiero decir la mía», condenó el jugador, que aseguró no haber dormido en toda la noche.

«En este amigo invisible había jóvenes de distintos orígenes. Decidí no callarme esta vez para asegurarme de que incidentes como este no vuelvan a ocurrir y que otras personas no se encuentren en mi situación en el futuro. Y esperando que el remitente aprenda la lección...», sentenció. La denuncia se suma en Italia a la reciente de la italiana Paola Egonu, jugadora de voleibol, del pasado mes de octubre.