Gonzalo González, el lucense que soltó la raqueta con 27 años y vuelve a triunfar con 56

DEPORTES

Se retiró el día que se coronó campeón gallego sénior en 1993, volvió a competir esta temporada y ya está entre los mejores del mundo en la categoría máster-55

29 nov 2022 . Actualizado a las 17:44 h.

Cuando uno escucha a Gonzalo González (Lugo, 1966) contar su relación con el tenis enseguida se engancha a la historia y quiere saber mucho más. Colgó la raqueta cuando solo tenía 27 años por razones familiares y la desempolvó pasados los 40 con la idea de volver a competir a los 50, aunque los plazos se estiraron por problemas físicos. «Desde que dejé de jugar sentía que el tenis me debía cosas, ya que cuando era joven me lo tomé muy en serio; no bebía, no fumaba..., pero nunca tuve demasiada suerte», asegura. En el momento que se vio obligado a abandonar ya tenía claro que no era un adiós definitivo. «El día que gané el campeonato gallego absoluto en el año 93 mi mujer ya estaba embarazada de nuestro primer hijo y mi padre me reclamaba para ocupar su lugar en el negocio familiar. Ese día lo dejé y les dije que estaría 20 o 25 años y que después trataría de retomar el tenis», añade.

Fue campeón autonómico infantil, cadete y júnior, y ya como sénior conquistó el título en 1986, 1988 y 1993. En la actualidad es uno de los participantes más en forma del circuito ITF donde se concentran jugadores de todo el mundo mayores de 35 años. Con su victoria en Murcia hace unos días ya es tercero en el ránking nacional y se sitúa como decimotercer mejor jugador del planeta en la categoría máster-55.

La pasión que siente por este deporte es arrebatadora. Ni siquiera las dos operaciones de rodilla y la de espalda que sufrió entre los 47 y los 50 años, que lo obligaron a modificar su plan de ruta y retrasar su reaparición hasta esta temporada, lo hicieron cambiar de idea en su obsesión por volver a empuñar una raqueta. «En todas estas operaciones los médicos me recomendaban no pasar por el quirófano porque podía llevar una vida absolutamente normal, pero mi deseo era volver a jugar al tenis. Lo veía como un reto físico y personal, aunque no estaba entre mis objetivos disputar el lTF», relata Gonzalo González, quien antes de esta última victoria en Murcia se había proclamado subcampeón en las dos citas ITF de Palma de Mallorca y fue semifinalista en la de Gandía. «Los buenos resultados son los que me empujan a seguir», dice.

«Seguiré jugando hasta que el cuerpo aguante»

Aunque ya peina canas y en sus piernas acumula infinidad de partidos, lo de templar los nervios antes de cada cita todavía no lo domina. «Los días de partido estoy muy tenso, desde siempre. De hecho, cuando lo dejé tuve muchos problemas de salud y no entendía por qué. Me hicieron un examen médico y me encontraron dos úlceras de estómago provocadas por la tensión y la presión que tenía jugando», cuenta Gonzalo González, que ve el tenis como «un deporte de valores» y se declara fan incondicional de Rafa Nadal por su capacidad para soportar la carga psicológica. «Jugar al tenis sin presión es imposible», asegura.

Ahora que vuelve a disfrutar sobre la pista, da rienda suelta a su imaginación cuando le preguntan por el final del trayecto. «Me cuido mucho. Tengo mi preparador físico y entreno seis días a la semana durante unas dos horas. Seguiré hasta que el cuerpo aguante, a ver hasta dónde soy capaz de llevar», sentencia.

En cada torneo que disputa, Gonzalo González estira sus posibilidades de entrar en la lista definitiva para jugar con España el próximo Mundial de veteranos, que será en Lisboa.