Solo dos jugadores de Arabia jugaron fuera de su país

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DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

El plan árabe para potenciar su campeonato fue invertir grandes cantidades en jugadores de élite y atraer a entrenadores de primer nivel

25 nov 2022 . Actualizado a las 10:29 h.

En sus últimas tres participaciones en la Copa del Mundo, Arabia Saudí había marcado 5 goles y encajado 25. Unas cifras escandalosamente malas que les sirvieron para sumar 4 puntos de 27 posibles y, por supuesto, ser eliminada en la fase de grupos. Un pobre rendimiento que el reino árabe quiso paliar a base de un proyecto de futuro que ya ha dado sus primeros frutos con la histórica remontada a Argentina (1-2) en la primera gran sorpresa de este Mundial de Catar 2022. La albiceleste llegaba al encuentro a un solo triunfo de lograr la mejor racha de victorias consecutivas de cualquier selección en la historia.

Todo comenzó con la Copa Asia sub 19 lograda en el 2018 gracias a una generación que repitió éxito continental sub 23 este año y que está muy presente en la convocatoria mundialista. El lateral derecho Saud o el central Tambatki destacaron especialmente para secar a los Messi, Lautaro o Di Maria con una entrega y una determinación ejemplar. Así, comprobado el talento local, desde los principales clubes del campeonato nacional se propusieron potenciarlo. El método, similar al que ya habían seguido en Japón o Estados Unidos: invertir grandes cantidades en jugadores de élite y atraer a entrenadores de primer nivel. Vicente Moreno, Rudi García, Nuno Espírito Santo o Ramón Díaz son algunos de los directores técnicos de los equipos punteros.

Todos juegan en la liga local

Solo a través de esta potenciación se explica un triunfo tan inesperado que hasta provocó un día festivo en el país, pues todos son jugadores de la liga local. Es más, solo dos de los convocados por la selección han tenido experiencias fuera de Arabia Saudí. La más sonada, la de su estrella, Salem Al Dawsari, que hizo un golazo para completar la remontada. El extremo llegó al Villarreal en el mercado invernal del 2018 debido a un convenio de La Liga y la federación árabe por el que encajaron hasta a siete jugadores en equipos de Primera y Segunda División. Al Dawsari fue el único que triunfó, pese a que en España no llegó a jugar más de 33 minutos contra el Real Madrid en una actuación que se entendió más desde el ámbito de márketing que desde el meramente deportivo. Al Shehri, el otro goleador ante la albiceleste, también tuvo su Erasmus particular en el Beiramar portugués entre el 2011 y el 2013. Actualmente es suplente en el Al Hilal, como otros tres compañeros del once inicial que propició la histórica hazaña.

Nombres conocidos

La liga que ha nutrido a la selección sorpresa de este Mundial está repleta de caras conocidas. En el Al Hilal juegan el exdelantero del Oporto, Marega, Luciano Vietto u Odion Ighalo. En el Al Shabb están Ever Banega o Santi Mina. El central español Álvaro González comparte vestuario en el Al Nassr con el colombiano Ospina y el brasileño Luiz Gustavo, mientras que el exdeportivista Helder Costa juega en el Al Ittihad con Bruno Henrique.

«Avisé a mi círculo cercano de que podían dar un susto y le tocó a Argentina»

El central cántabro Álvaro González, exjugador de Espanyol, Villarreal u Olympique de Marsella, llegó a Arabia Saudí este agosto para enfundarse la camiseta del Al Nassr. «De verdad que no me sorprende su triunfo porque la liga ya es de alto nivel y muy competitiva. Defensivamente, desde que he llegado, tengo que entregarme y estar a tope físicamente porque, sino, no me da. Así que eso de venir a relajarse aquí ya es complicado», explica. 

El español vio el partido en su casa, pues entrenaban por la tarde, y no disfrutó del gran ambiente vivido en las calles del país, «pero imagínate la euforia existente si hasta hicieron festivo el día siguiente». Habla maravillas de sus compañeros de equipo que fueron convocados por la selección, dos de ellos jugaron contra Argentina, y advierte que él ya lo había avisado. «En algunas entrevistas avisé de que podían dar el susto y a mi círculo cercano también se lo había dicho. Al final le tocó a Argentina pero, para mí, no fue una sorpresa».