Neymar: «Firmé lo que me dijo mi padre»

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

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Neymar, en su salida de la Audiencia de Barcelona.
Neymar, en su salida de la Audiencia de Barcelona. NACHO DOCE | REUTERS

El juez del caso niega trato de favor al futbolista, que afirma en el juicio que su sueño era «jugar en el Barça»

18 oct 2022 . Actualizado a las 17:34 h.

Neymar declaró este martes en la Audiencia de Barcelona en la vista que juzga si el futbolista, el Barça y el Santos estafaron a la empresa que representaba al jugador paulista. El extremo del PSG siguió la misma estrategia de defensa jurídica que Leo Messi. En términos futbolísticos, despejó balones. «Firmaba los contratos porque confiaba en mi papá», dijo.

Neymar, sentado en el banquillo, casi repitió las mismas palabras que su compañero en el PSG. Requirió traductor y afirmó que el contrato que rubricó para fichar por el Barcelona, procedente del Santos brasileño, fue el que le puso su padre encima de la mesa. «Se encargaba mi padre. Yo firmo lo que él me dice», señaló. «Era Madrid o Barcelona, pero mi sueño era jugar con el Barça, desde niño, mi corazón es del Barça», remató, como guiño a su exequipo.

Aseguró también que no recordaba si participó en la negociación y empezó su comparecencia dando las gracias al tribunal. No es para menos, porque los dos días que ha asistido al juicio ha recibido un trato poco habitual con un acusado. Se presentó a media mañana en el juzgado, después de que el juez le permitiera el lunes ausentarse del juicio y ajustara la agenda de comparecencias al calendario futbolístico del jugador, que tras declarar pudo marcharse a París y ya no tendrá que regresar a testificar, ni siquiera en el alegato final.

El futbolista llegó tarde y demostró un absoluto desconocimiento de cómo comportarse en un tribunal de justicia. Agentes de los Mossos tuvieron que pedirle al jugador y a sus padres que no se hicieran selfis antes de entrar en la sala de vistas porque está prohibido hacer fotos en estos espacios. El juez, molesto por el runrún, negó que haya dado un trato preferencial al futbolista. «No le estoy dando trato de favor por ser un jugador de nivel mundial ni una gran estrella en Brasil. Es por dignidad», aseveró el presidente del tribunal en la segunda jornada del juicio.

Después de su comparecencia, con respuestas a su abogado y al fiscal, llegó el turno de sus padres, también acusados. Su progenitor pasó la patata caliente al Santos. Antes que el futbolista, declaró también el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, por videoconferencia. En este caso, compareció como testigo, pues el cuadro blanco también intentó fichar al delantero brasileño. En el 2011, desde la entidad blanca ofrecieron 45 millones, y en el 2013 aumentaron la oferta. Pero Neymar acabó recalando en el club azulgrana porque ese era su deseo. «Los jugadores van donde ellos quieren y en ese caso yo creo que Neymar quería ir al Barça», afirmó. El juez también tuvo un guiño con el mandatario merengue. «Descanse», señor Pérez, que me consta que ayer [el lunes] estuvo en París. Así despidió el juez al presidente blanco.

Lo que se juzga en la Audiencia de Barcelona es la operación del traspaso para que Neymar jugara en el Barça. Se sospecha que el padre y el jugador, el Barça y el Santos, fragmentaron el fichaje para esconder el coste real de la operación y ahorrarse el pago de los derechos federativos al fondo DIS, que representaba al futbolista. Hasta la fecha, nadie en el Barça ha sido capaz de concretar cuánto costó el fichaje del brasileño: las cifras oscilan entre los 57 millones y los 130.

Dos años de cárcel

DIS ejerce de acusación particular. Fue la que interpuso la denuncia. Tenía el 40 % de los derechos del jugador. El traspaso de Neymar al Barça se ejecutó en el 2013. Se sientan en el banquillo de los acusados, Neymar, su padre y su madre, así como los expresidentes del Barça, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu. También el mandatario del Santos. Neymar se enfrenta a dos años de cárcel, según la petición de la Fiscalía, cinco, de acuerdo a la demanda de la acusación particular. Rosell, en su tercer juicio, podría ser condenado a cinco años.