El pragmático campeón y el dubitativo aspirante, que viene de fallar en Europa, afrontan un duelo de grandes contrastes que marcará tendencia
16 oct 2022 . Actualizado a las 10:23 h.Por imperativo del negocio televisivo que condiciona la Liga, los aficionados al fútbol se quedan hoy sin poder alargar la comida o echarse una buena siesta, porque llega el clásico, ese partido universal que enfrenta esta vez en el Bernabéu a los dos colosos, líderes igualados y destacados. Estará en juego la cabeza provisional en la tabla tras solo nueve jornadas, pero mucho más, porque estos duelos suelen dejar ríos de tinta, resacas sonadas, polémicas interminables y tendencias muy marcadas.
La cita llega con el precedente cercano del amistoso que los enfrentó en Las Vegas el pasado 24 de julio, y que acabó con triunfo culé por 1-0, así como el recuerdo del curso pasado, cuando el Barça asaltó un Bernabéu en obras con un 0-4 demoledor, aunque con el tiempo quedó muy diluido, porque los blancos conquistaron la Liga con enorme superioridad y se coronaron por decimocuarta vez en Europa.
Carlo Ancelotti sabe que sus jugadores son letales en las transiciones, y físicamente tan poderosos que suelen decidir en las segundas partes. No le preocupa regalarle el balón al rival, cerrar espacios, juntar las líneas y contragolpear. Xavi Hernández no vive un momento dulce. Si el curso pasado tenía la excusa de que asumió el cargo de un equipo destruido, ahora dispone de un elenco magnífico, fruto de las palancas económicas. El reciente empate frente al Inter, tras un correcalles que ha dejado al Barça agonizando por segundo año consecutivo en la máxima competición continental, sacó las costuras a un equipo todavía en construcción, con un entrenador inexperto. A diferencia de su colega en el banquillo del Madrid, dice el egarense que los últimos triunfos sí le sirven como referencia. De cara a la galería, proclama que no firma ganar y jugar mal. Insiste en que quiere el balón, la presión alta y el dominio del juego como premisas para alcanzar el éxito. Permitir un partido frenético como el del Inter contra este Real Madrid equivaldría a morir en el intento.
En los blancos, inquieta la ausencia de Courtois por culpa de la molesta ciática que le maltrata. Es esta una baja muy sensible, ya que quizá se trate del mejor portero del mundo, aunque Lunin ha cumplido hasta el momento. El resto se conoce de memoria. Si acaso, con un par de dudas. Rüdiger está disponible, pese a los 20 puntos de sutura en el rostro que le dieron tras el choque contra el Shakhtar en Varsovia, pero lo más normal es que esté en el banquillo. Además, Carletto debe apostar por el músculo y mayor recorrido de Valverde, como así parece, o por el desequilibrio de Rodrygo.
En los azulgranas, Xavi respira por la recuperación de Koundé, que debería llevar a Piqué al banquillo de los suplentes después de su paupérrimo partido en la Champions. La duda es si el francés será lateral, con la principal misión de frenar a Vinicius, o central. De eso depende, a su vez, la demarcación de Marcos Alonso y si Sergi Roberto, Balde o Jordi Alba juegan. Arriba, está la pequeña duda entre Raphinha o Ansu Fati, aunque el brasileño se encuentra mucho mejor en todos los aspectos.
Alineaciones probables
Real Madrid: Lunin, Carvajal, Militao, Alaba, Mendy, Tchouaméni, Kroos, Modric, Valverde, Benzema y Vinicius.
Barcelona: Ter Stegen, Sergi Roberto, Koundé, Eric, Marcos Alonso, Busquets, Gavi, Pedri, Dembélé, Lewandowski y Raphinha.
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité murciano).
Hora: 16.15 horas.
Estadio: Santiago Bernabéu.
Televisión: Dazn.