Si no se juega a lo que quiere el Barça, el claro favorito es el Madrid

José Ramón González

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

15 oct 2022 . Actualizado a las 20:42 h.

Siempre son partidos especiales y sin favorito claro, pero considero que el Real Madrid no es que llegue mejor, pero sí que dispone de más armas y argumentos para ganar este clásico. El Barça tiene una sola manera de entender el juego: llevando el balón y presionando arriba. Lo pasa mal cuando no se juega a lo que quiere. Véase lo que le está pasando en la Champions, aunque es verdad que en la Liga ha ofrecido un gran rendimiento. Al Barcelona le da vergüenza no dominar el partido y defender atrás. Le sucede justo al revés que a su rival, que domina todos los aspectos. Al Madrid no le importa el rival contra el que juegue, ni encerrarse en su campo y esperar. Sus jugadores son más desequilibrantes en ataque. Por supuesto que el Barcelona cuenta con buenos futbolistas. Gavi y Pedri marcan diferencias, pero lejos de esos últimos diez o quince metros ante la portería contraria donde se deciden los partidos. Les falta el gol. El ADN obliga al Barça a jugar siempre a lo mismo y, como le ha ocurrido en Europa, si el adversario le discute la posesión, lo pasa horriblemente.

En cambio, el Madrid tiene todo eso y, además, se adapta a muchas situaciones de juego. El partido es más peligroso para el Barça, porque es muy complicado soportar en una misma semana la eliminación virtual en la Champions y la derrota frente al eterno rival que, además, te adelantaría en la clasificación.

Al margen del resultado va a ser importante cómo se dé el juego. Si el Madrid somete al Barça, cuidado. Siempre duele perder el clásico, pero los blancos se han asegurado la clasificación para la Champions y, además, si ganan, se verán reforzadísimos. Si pierden, dirán: «Bueno, vamos a seguir». Incluso el empate le vendría mejor al Madrid. Con pie y medio fuera de la Liga de Campeones, para el Barça cada partido va a empezar a ser una final.

En el plano individual, Dembélé es su jugador más en forma y el único capaz de marcar diferencias en el partido de hoy. Si le falta a este Barça, su capacidad de desequilibrio no llega a ser muy alta. Lewandowski depende del juego de su equipo. Si está bien servido por los compañeros, dentro del área mata.

El Madrid cuenta con una segunda línea espectacular. Vinicius, Rodrygo y Valverde se encuentran en gran momento. Aportan gol, llegada, y trabajo, y obligarán al Barcelona a estar muy pendiente de ellos. Ya se puede decir que los relevos de Kroos y Modric han madurado y están preparados. Han ganado experiencia y, si se les añade Tchouaméni, más completo que Casemiro en todos los aspectos, los blancos parten por encima de un adversario que se juega mucho en este clásico.