Dani Portela, el capitán del Ourense CF, se rompió el tendón de Aquiles: «Más que dolor, me dio rabia cuando noté que era una lesión grave»

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«Sentí como una pedrada o una patada fuerte, miré hacia atrás y no había nadie», recuerda el central, que ya había afrontado una rotura de ligamento cruzado, otra de peroné y una operación de menisco

29 sep 2022 . Actualizado a las 10:09 h.

El fútbol desgasta en todas sus categorías y, a sus 36 años, Daniel Portela Iglesias (Ourense, 1986) es un veterano curtido en mil batallas, máxime si tenemos en cuenta su trayectoria —realmente destacable—, puesto que llegó a la División de Honor juvenil en el Pabellón y, de inmediato, entró en la estructura del ya desaparecido Club Deportivo Ourense, donde casi se pasó una década, desde el filial a su primera plantilla en la Segunda B. De modo más reciente, su paso por el Compostela, Pontevedra, Arenteiro y Ourense CF ya representan de por sí una hoja de servicios encomiable. Y, de repente, debe frenar. El pasado domingo, en Burgos, el bravo central sufrió una rotura del tendón de Aquiles. No se plantea fechas de regreso, ni si le queda algo más de fútbol de cierto nivel. Solo piensa en recuperarse cuanto antes.

«Más que dolor, sentí rabia cuando noté que era una lesión grave, porque te pasan muy rápido demasiadas cosas por la cabeza. Ya tengo una edad y estaba disfrutando del día a día del fútbol, me sentía importante en el equipo y sabía que podía ayudar aún más», describe un Portela también curtido en mil batallas con los percances físicos, durante los cientos de partidos que disputó en categorías nacionales: «Desgraciadamente ya pasé en varias ocasiones por inconvenientes de este tipo, porque tuve una rotura de ligamento cruzado de la rodilla, otra de peroné, una operación de menisco y otro problema grande en el escafoides. La verdad es que sé de que van estas cosas».

Ni siquiera le pilló por sorpresa al ourensano una situación novedosa para él, como la que padeció en su talón durante el partido que jugaba el Ourense CF en la burgalesa ciudad deportiva de Castañares: «Fue tal como me habían dicho varios compañeros que ya se habían roto antes el tendón de Aquiles. Sentí como una pedrada o una patada fuerte en esa zona, así que miré hacia atrás y no había nadie que me hubiera golpeado. Supe al instante que era una rotura».

Daniel, aparte de un deportista disciplinado desde que comenzó a jugar en benjamines, también se gana la vida como monitor de gimnasio y ha sido siempre constante en todas sus fases de restablecimiento. Esta vez, tiene claro que lo prioritario es ponerse en acción cuanto antes: «Sé que esta cirugía es relativamente sencilla, pero lo largo y latoso será la recuperación. Conozco a varios especialistas en la materia y ya me puse en contacto con ellos para saber si puedo ayudar con alguna conducta que me venga bien en los primeros días e incluso ponerme manos a la obra en cuanto pueda. De todos modos, hoy hay más medios y personas muy cualificadas, que me echarán una mano importante».

En cuanto al regreso al césped, el deportista es prudente y admite que aún tiene que pensar en lo que será mejor para él: «Por ahora me centro en recuperarme de esta lesión y hacerlo bien. Después ya veremos lo que sucede y cuál es mi estado en cada momento. Sabía que ya no me quedaba mucho tiempo de fútbol a este nivel, pero no cabe duda de que a nadie le satisface acabar así, a mí me gustaría hacerlo bien, aportando algo en el campo, así que ya valoraremos más adelante como vuelvo».

Lo que sí puede disfrutar Portela es que durante su trayectoria deportiva ha sabido granjearse numerosos amigos en el ecosistema del fútbol gallego: «Me he sentido muy querido y respaldado en una situación así, desde la totalidad de mis compañeros e integrantes del club a otros muchos de Galicia, no solo en los que jugué. Incluso me escribieron personas que no me hubiera esperado. Intentaré responder cuando tenga menos molestias», explicó horas después de pasar por el quirófano.