El riesgo con el balón tras los cambios desequilibró el partido

José Ramón González

DEPORTES

PEDRO NUNES | REUTERS

27 sep 2022 . Actualizado a las 23:29 h.

La trascendental contienda de Braga nos deparó dos partes muy diferenciadas. En la primera se encontró más cómoda Portugal, en una pugna en la que ambas selecciones optaron por defender y encomendarse al enorme talento que había sobre el campo. Nadie arriesgó y como a los locales les valía el empate, el partido transcurrió con pocas ocasiones en ambas porterías, un guion que estaban aceptando los dos equipos.

Todo cambia en la segunda mitad, porque España tiene que intentar más cosas, necesita apretar, y lo cierto es que todos sus cambios son para progresar en el juego con el balón e intentar desequilibrar. En ese sentido, le salen bien las modificaciones a Luis Enrique, porque logra tener más protagonismo en ataque, mientras que me da la sensación de que los portugueses se equivocan, porque se meten muy atrás sin balón y ceden demasiados metros. Al contrario, los cambios no le aportaron nada a ellos.

Llama también la atención el que Luis Enrique solo incluyó a un jugador del Barça en el primer período, Ferrán Torres, y después metió toda la artillería culé con Busquets, Gavi y Pedri, muy acostumbrados en su equipo a manejar situaciones de partido como la que se encontraron en el segundo acto, favorecidos además por la inclusión de dos jugadores como Yeremi Pino y Nico Williams, que abrieron mucho el campo. Este último jugó un papel muy destacado, me pareció un futbolista fuerte y rápido que resultó determinante, sobre todo en la jugada del gol, donde Morata estuvo en su sitio, donde debe aparecer el nueve.

No quiero olvidar tampoco que en frente estaba Cristiano y que eso siempre es un riesgo para cualquier equipo, pero aún manteniendo ese olfato de gol que nunca perderá, no puede ocultar que le pesan los años y, en esta ocasión incluso estuvo desacertado en un par de acciones. Una de las muestras más palpables fue una transición que se llevó cuando España arriesgaba más y llegó demasiado forzado y no tuvo la claridad para enviarle el balón a Leao, que entraba solo por el otro lado.