Álex Chan: «A ver si llego a los cien goles»

DEPORTES

El pontevedrés, máximo goleador de la Liga Asobal y jugador del Cisne, aparcó su trabajo como ingeniero y espera ir al Mundial con EE.UU.

03 oct 2022 . Actualizado a las 17:52 h.

Hijo de jugador de balonmano, su futuro estaba abocado al parqué. Y menos mal. Es el profesor dentro de la pista de un Cisne que regresa este año a Asobal con Álex Chan (Pontevedra 1993) como máximo goleador de la liga. Sus ganas de pasar desapercibido le llevan a restar importancia al contador, pero espera rozar la centena en un año en que su doble nacionalidad le permitirá estar con Estados Unidos en el Mundial. Aparcó su trabajo de ingeniero para no desaprovechar la oportunidad de un deporte que su padre le ayudó a entender.

—¿No había otra opción que jugar al balonmano?

—Realmente había muchas opciones, mi padre me dijo que hiciese lo que quisiera menos fútbol, a eso ya jugaba en el colegio. Hice natación, tenis y multideporte, pero el balonmano se abrió camino.

—¿Tenía cualidades?

—No sé sin son cualidades, pero sí son preferencias. Me gustaba más un deporte de equipo donde compartes la responsabilidad, no eres solo tú. Me gustaba ese contacto con la gente, compartir el día a día.

—A pesar de la salida de muchos jugadores, la plantilla lleva casi una vida junta, ¿son otra familia?

—Sin duda, mis mejores amigos han jugado conmigo en los últimos años. Sin duda son mi segunda familia.

—35 goles y máximo realizador de Asobal, ¿se lo cree?

—Hace dos años ya estaba en el top tres de goleadores, pero ahora llama más la atención. Estamos mejor que en ese momento, pero solo llevamos tres partidos y estamos en una liga muy larga. La edad te va dando experiencia de jugar en muchos contextos y se ve de otra forma.

—Aventúrese, ¿a cuántos goles llegará a final de liga?

—Vale, hagamos una pequeña regla de tres que ojalá se pueda cumplir. Con la media que llevo, a ver si soy capaz de llegar a los cien goles.

—¿Ahora toca cumplir el sueño americano, gracias a su doble nacionalidad?

—Sí, ya llevo un tiempo viviéndolo, a ver si ahora con la selección norteamericana somos capaces de llegar a una competición importante. Ya me quedé a las puertas hace unos años y me gustaría llegar, trabajamos muy duro y hay muy buen ambiente.

—¿Qué tiene de americano?

— No soy ni el típico americano ni el típico gallego. Soy muy discreto, pero estoy súper orgulloso de representar a Galicia y Estados Unidos. Hablo inglés perfectamente, pero había mucha gente que no sabía que era de EE.UU. Mi familia es de Virginia, pero mi madre nació en Nueva Orleans.

—¿A qué entrendor le debe más por su experiencia norteamericana, a Jabato o a Manolo Cadenas?

—En este caso a Manolo. Al final entrenadores y jugadores nos conocemos todos, pero años atrás yo había enviado a Estados Unidos un mail, que me había quedado estupendo, presentándome. Nunca tuve respuesta. Pensaba que no estaban interesados, además en aquel momento las redes tampoco tenían tanta fuerza. Después hablé con Manolo y se pusieron en contacto con ellos. El mail nunca fue leído y, cuando hablaron conmigo, me dijeron que habían necesitado un jugador para ir al Panaméricano y no tuve esa oportunidad. Al final te das cuenta de que insistiendo se consiguen las cosas.

—Este año ha dejado su trabajo para ser solo balonmanista, ¿era incompatible?

—Se puede vivir del balonmano, pero no se puede vivir el resto de tu vida como en otro deportes. Soy ingeniero industrial y hace menos de un mes que dejé el trabajo para dedicarme al balonmano y estar más preparado para la Asobal y para optar al Mundial. Me gustaría estar en el pico de forma porque no sé si podré estar en más campeonatos del mundo, es mi última carta. Hasta ahora lo compaginaba y puedo decirte que el deporte era casi secundario. Siempre se me inculcó que había que estudiar una carrera.

—Juega en el Cisne y su padre lo entrenó, ¿qué le debe?

—Me entrenó a mí y a muchos de los que estamos en el Cisne. Nos enseñó a hacer un balonmano de pensar, sentó las bases de los grandes jugadores que somos hoy, no éramos físicamente muy fuertes, pero sí inteligentes.

—¿Es el profesor del equipo?

—No creo, a mí me encanta esto. Tengo 29 años e igual en un año no estoy o sigo dentro de diez, quien lo sabe. He visto a amigos que por situaciones no están y ya no volverán. Voy a intentar que todos a mi alrededor disfruten. Intentaremos darlo todo para lograr el objetivo y, si no lo conseguimos, será que no fuimos lo suficientemente buenos.

En corto

Fuera de la pista será fácil encontrarlo viajando o cocinando algún pescado al horno. Si algo echa de menos, es el tiempo libre, pero conseguir objetivos le da la adrenalina para seguir.

—¿Es más de Big Mac o de empanada?

—De empanada, sin duda. De todo, zamburiñas, bacalao, pulpo con tetilla, todos son buenísimos.

—Vamos a comer a su casa, ¿qué nos prepara?

—Cuando queráis, principalmente pescado al horno, caballa, dorada, también bacalao y wok con algo de arroz y verduras. Odio la repostería, me encanta comerla, pero no prepararla.

—Un plan perfecto para un fin de semana sin balonmano.

—Sobre todo viajar. Ahora voy a Copenhague con la selección, pero tengo pendiente uno con mi novia o con mis amigos.

—¿Qué echa de menos?

—Tener tiempo para hacer cosas fuera del balonmano. Al final ves el calendario y tienes todos los fines de semana ocupados de aquí a junio. También me gusta pasear por la montaña, ir a una casa rural o a una ciudad. Echo de menos esa libertad de hacer lo que te apetezca porque no tienes ataduras.

—¿Series o películas?

—No soy muy friki, pero hay series que me flipan.

—¿Qué hace que el esfuerzo valga la pena?

—Hacer deporte es sanísimo y, sobre todo, hacemos feliz a la gente y a nosotros mismos. Si no estuviese disfrutando, estaría en otra cosa. Conseguir los objetivos da una adrenalina tremenda.