Sin un once definido en un equipo que rumia más que roe

DEPORTES

JEAN-CHRISTOPHE BOTT | EFE

24 sep 2022 . Actualizado a las 22:59 h.

La primera parte mostró la peor versión de la España de Luis Enrique, la de un colectivo romo y tozudo, incapaz de cambiar de registros. Optó por jugar sin un nueve, con Ferran Torres y Sarabia en las bandas, y con Asensio por dentro, con mucha movilidad. Es una propuesta que trata de forzar el fallo del rival para encontrar la manera de atacar con ventaja, sin ningún ariete, con la idea de irrumpir más que la de estar en el área rival. Apenas robó y tampoco consiguió crear peligro por las bandas. Le regaló 45 minutos muy plácidos al conjunto helvético.

Cuando el rival está ordenado y no pierde balones en zonas comprometidas, España es un colectivo que rumia y no roe, muy previsible. Y tampoco sobresale por su contundencia atrás. Suiza, sin alardes, creó peligro en los saques de esquina (en uno de ellos abrió el marcador), en una acción de Shaquiri, bien tapada por Unai Simón, y en otra en la que Embolo casi le gana la espalda a los centrales.

De los vestuarios volvieron los mismos protagonistas en las filas españolas, pero con más brío, obligando a Suiza a dar un paso atrás. Y en una acción en la que Asensio hizo honor al dorsal que portaba, el diez, llegó el empate. Recibió, aguantó, dribló y regaló un gran pase a Jordi Alba, muy solo, para que fusilase. Pero casi de inmediato otro córner costó el segundo tanto helvético.

Luis Enrique cambió a los tres de arriba, para meter a Yéremi y Nico Williams por las bandas, y ahora sí, con un nueve de área, el gallego Borja Iglesias. España pasó a masticar menos y apretar más, ganó mordiente e hizo trabajar a Sommer. Pero fueron solo unos minutos y un arreón final, sin éxito.

Lo único que parece claro es que Luis Enrique tiene muy definido el ideario y no tanto el once, quiere soldados que se identifiquen con lo que propone y, salvo Unai Simón en la portería, y la tripleta que integran Gavi, Pedri y Busquets, es difícil adivinar las preferencias del seleccionador.