Más joven, más completo, Carlos Alcaraz

DEPORTES

JASON SZENES | EFE

Convertido en el número 1 más precoz de la historia del tenis tras su título en el US Open, el jugador español debe responder ahora a los elogios que lo sitúan por delante de otros mitos a su edad

13 sep 2022 . Actualizado a las 08:18 h.

Carlos Alcaraz (El Palmar, Murcia, 2003) es tan bueno, que se ha adelantado a sus propios planes. El desafío que se había marcado con su equipo de trabajo para este 2022 apuntaba a consolidarse entre los quince o diez mejores del mundo, quizá entre los cinco primeros, si todo rodaba de maravilla. Pero su triunfo en la noche del domingo ante el noruego Casper Ruud en la final del US Open por 6-4, 2-6, 7-6(1) y 6-3 ha destrozado las más optimistas de las previsiones. Ya es el número uno más joven de la historia del tenis, con 19 años y 4 meses, frente al anterior líder del ránking más precoz, Lleyton Hewitt, que lo logró en el 2001 a los 20. «Todo esto me ha llegado muy pronto», reconocía después del partido por el título en Nueva York, donde celebró su primer grand slam.

Allí, no se vivía semejante sacudida de un «adolescente», como le presentaron en la entrega de premios, desde la victoria de Pete Sampras en 1990 con 19 años y un mes. Ahora la pregunta que el mundo del deporte se plantea es cómo manejará el nuevo fenómeno español las elevadísimas expectativas que ha generado su irrupción en la élite. Ese es su nuevo desafío para acercarse algún día a los mejores, no solo en precocidad.

«Creo que está al 60 % de su juego. Puede mejorar muchas cosas, sabemos que tiene que seguir. Ahora que es número uno tiene que seguir ganando, lo sabemos y se lo recordaré», razonó su entrenador, Juan Carlos Ferrero, también ganador de un grand slam (Roland Garros 2003), y también número uno del mundo en el 2003.

El diagnóstico para crecer

«Debe mejorar al resto, el saque debe mejorar, el revés en ciertas situaciones, la consistencia, el intentar no irse mentalmente... Son detalles que, hasta que uno no se retira, todos los jugadores tenemos que mejorar», desgrana Ferrero. El entrenador entiende que la fortaleza mental es uno de los activos de su pupilo, ahora que deberá encarar la presión por las altas expectativas generadas a su alrededor: «Carlos nació para jugar estos torneos, para jugar estos partidos. Desde el primer momento vi en él cosas distintas a los demás chicos de su edad y sigo viéndolas ahora».

«Para mí, es más completo de lo que lo eran Nadal, Djokovic y Federer a su edad. No digo que sea mejor, sino que es más completo de lo que ellos eran entonces», matiza en Eurosport el exnúmero 2 mundial Álex Corretja.

Para marcar una época, el horizonte ante el que todos los analistas le sitúan, Ferrero entiende que tendrá a su principal rival en su víctima de cuartos de final del US Open, en un duelo generacional señalado ya como el partido del relevo. Cree que Sinner y Alcaraz están llamados a «dominar el circuito los próximos diez años».

Alcaraz cautiva por su creatividad y valentía en la pista, donde consigue puntos que parecen imposibles. Pero detrás hay, además del lógico trabajo, un viaje extenuante. Camino de la final, el español dejó otro hito. De resistencia. Nunca antes un jugador había necesitado tanto tiempo en pista para ganar cualquier grande. Empleó 23 horas y 39 minutos, frente a la anterior marca, las 23.20 de Kevin Anderson para vencer en Wimbledon 2018.

«Creo que es el jugador más rápido que he visto nunca», añade el exnúmero 1 mundial Mats Wilander, también comentarista durante el US Open en Eurosport.