Evenepoel rejuvenece la Vuelta

J. Gómez Peña COLPISA

DEPORTES

Javier Lizón | EFE

El belga domina por completo la carrera en su debut y confirma su valor para grandes rondas por delante de Enric Mas y Ayuso, de solo 19 años

11 sep 2022 . Actualizado a las 21:48 h.

El colombiano Juan Sebastián Molano tiraba para que su compañero en el UAE Pascal Ackerman batiera al esprint a Pedersen. Tiró tanto que ni su propio líder le rebasó y se quedó con el triunfo en la etapa madrileña, la última, la que cerró esta Vuelta que ya figura en el palmarés de Remco Evenepoel. Con solo 22 años —cuarto vencedor más joven de la prueba— el belga soporta la presión que acompaña siempre a los niños prodigio.

¿A que no se adapta al pelotón profesional siendo aún un juvenil? Pues sí. Ganó la Clásica de San Sebastián 2019 en su debut. ¿A que no vuelve a ser el mismo tras la caída en el Giro de Lombardía del 2020? Claro que sí. Venció a lo bestia en la Lieja-Bastogne-Lieja. ¿A que no vale para una gran ronda? Acaba de poner su nombre a esta Vuelta por delante de Enric Mas (27 años), por tercera vez segundo, y de otro niño prodigio, el alicantino de 19 años Juan Ayuso.

Cuarto ha quedado Superman López (28 años), tras superar a otros tres jóvenes, el portugués João Almeida (24), el neerlandés Tymen Arensman (22) y el granadino Carlos Rodríguez (21), a quien dobla en edad un mito que se va, Alejandro Valverde. El público de esta Vuelta le ha despedido como merece. A lo grande. Con una reverencia multitudinaria.

A Evenepoel no dejarán nunca de cuestionarle. Es su sino. ¿A que no puede con el Tour? Es la nueva pregunta. Tadej Pogacar ya le ha retado. Quiere medirse con el belga, con un portento de 1,71 metros y 59 kilos que ha sabido rebajar su peso sin perder ni músculos ni potencia en la contrarreloj, su punto fuerte. ¿Y si el Tour recupera dos etapas de contrarrelojes largas? Evenepoel, compacto como Hinault y, como el francés, con un carácter de fuego, ha dado otro salto en esta Vuelta.

Atacó desde la primera subida. Le atizó a Roglic, su gran rival. Le batió en la crono y, cuando el esloveno se retiró, mantuvo luego a raya a Enric Mas, que ha enterrado sus miedos y su desánimo por la retirada en el pasado Tour. El balear, a quien algunos aficionados le exigen que sea tan agresivo como Contador, ha hecho lo que ha podido. Y, de nuevo, como en el 2018 y el 2021, su techo ha sido el segundo puesto.

«Cuando abandoné el Tour no pensaba que esto iba a ser posible», confiesa. Esta Vuelta ha recuperado a Enric Mas, que disfruta otra vez del ciclismo. El otro ocupante del podio, Juan Ayuso, pertenece a la especie de Evenepoel y Pogacar. Tan ambicioso o más que ellos. Nadie, desde Henry Cornet en el Tour de 1904, ha subido con solo 19 años al podio de una gran ronda.

Ayuso sigue la huella de Pogacar y viste el mismo maillot, el del UAE. A Evenepoel le retan con el Tour. A Ayuso no hace falta: «Sueño con esa carrera desde los siete años». Ayuso y Carlos Rodríguez han dejado de ser solo futuro para protagonizar el presente del ciclismo español. Futbolista hasta los 16 años Mandan los jóvenes. Como Evenepoel. Si eres ciclista, belga y arrasas en cada carrera, es fácil que te bauticen como el pequeño caníbal. El nuevo Eddy Merckx.

Con Remco, además, había otro factor para verle como el nuevo mesías. Es ciclista desde abril del 2017. Hasta entonces su deporte era el fútbol. Jugaba como centrocampista todoterreno en el Anderlecht y era el capitán de la selección belga sub-16. Pero algo pasó: comenzó a ocupar el banquillo. Y lo dejó con una oferta del Malinas sobre la mesa «Ya no disfrutaba con el fútbol», contó.

En casa le esperaba la bicicleta de su padre, antiguo ciclista profesional que acabó ganándose la vida como trabajador de la construcción. En abril del 2017 corrió su primera carrera. Un año después arrasó: en el campeonato juvenil belga de contrarreloj laminó a sus rivales y se quedó a apenas 8 segundos de la marca del mejor sub-23. En julio repitió victoria en el campeonato de Europa contra el cronómetro. Y dos días después, en la prueba de línea, dejó un trazo imborrable. Atacó en la primera vuelta al circuito, a 100 kilómetros de la meta, y se llevó el oro con diez minutos de renta sobre el segundo. Luego barrió en el Mundial. Patrick Levefere, mánager del Quick Step, le ofreció un contrato profesional.

En el 2020 voló por un barranco del Giro de Lombardía y volvió a nacer. Más ambicioso aún. Sabe que pudo quedarse paralítico. Aún convaleciente, se hundió en el Giro en el 2021, pero ha podido con esta Vuelta. Devuelve la carrera a Bélgica, ausente en el palmarés desde Freddy Maertens en 1977. Enric Mas y Ayuso completan el podio. Carapaz se queda con la montaña y Pedersen, con la regularidad. Así termina una edición que ha visto una versión anónima de Mikel Landa, que relanza a Enric Mas, que confirma a Ayuso y Carlos Rodríguez... Y que coloca a Evenepoel en la lista de candidatos a la Grande Boucle, donde, eso sí, se cruzará con rivales y puertos más altos. ¿A que no puede con el Tour? Al belga, es su naturaleza, le motivan la preguntas así.