Alcaraz-Ruud: Dos formas de asaltar la cumbre

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

Robert Deutsch | REUTERS

El US Open se dirime entre el descaro de Alcaraz y la consistencia de Ruud

11 sep 2022 . Actualizado a las 09:38 h.

Uno de los dos finalistas del US Open podrá cumplir, si gana la final, las dos metas más importantes a las que un jugador de tenis puede aspirar: ganar un grand slam y alcanzar el primer puesto del ránking. Algo insólito en un torneo que parecía devaluado por las ausencias de Djokovic y Zverev, y con un Nadal que llegaba sin la adecuada preparación competitiva. Señalábamos en la previa que, dadas las circunstancias, había muchos jóvenes con posibilidades de hacer algo grande. Pero la realidad es que esta edición ha superado todas las buenas expectativas que prometía y ha colmado a los aficionados con partidos excepcionales (el Sinner-Alcaraz de cuartos se recordará mucho tiempo), con un gran nivel de tenis, emocionantes y con una igualdad que ha llevado a jugarse muchos tie breaks y a resolverse en el quinto set. Tiafoe, Khachanov, Kyrgios, Carreño, Rublev… Muchos han jugado excelentes partidos que les han llevado a disputar con posibilidades de victoria las rondas finales. Pero, por encima de ellos, han destacado dos jóvenes que han superado todas las dificultades hasta alcanzar la final, que supondrá la primera victoria del vencedor en un grande y el premio adicional de encabezar el ránking. Obviamente, nos referimos al noruego Casper Ruud y al español Carlos Alcaraz.

FORMACIÓN

Similitudes en la niñez, diferencias en su irrupción

Ambos tienen muchas similitudes: crecieron en un ambiente en el que se respiraba tenis por todas partes. El padre de Ruud fue jugador profesional y el de Alcaraz, entrenador desde muy joven. Destacaron desde pequeños, pero hay algo que les diferencia: Mientras Casper ha ido mejorando año a año superando las expectativas que los técnicos vaticinaban de un buen jugador de tierra, el murciano ha irrumpido en el circuito como un tsunami, consiguiendo victorias y desplegando un juego que maravilla a todos.

A ambos les une la ambición de alcanzar el máximo nivel, pero mientras Ruud ha ido paso a paso superando lo que se esperaba de él, Alcaraz ha aparecido de golpe con sus 19 años, desplegando un completo bagaje de golpes y mostrando una frescura y una espectacularidad que está cautivando a todos.

Los dos mantienen un buen comportamiento en la pista, más sobrio el nórdico y más espectacular el murciano. Curiosamente ambos se entrenan en las dos academias más importantes de España: Ruud en la de Nadal, y Alcaraz en la de Juan Carlos Ferrero

JUEGO

La consistencia de uno contra la variedad de otro

Los cuartos y las dos semifinales son reflejo del estado de forma de ambos. Ruud ganó con claridad tanto a Berrettini como a Khachanov, con un juego sin fisuras y una regularidad admirable. Alcaraz, tras el excepcional partido ante Sinner, debió doblegar a un Tiafoe que venía lanzado tras sus triunfos sobre Nadal y Rublev, y que contaba con un público esperanzado con la posible victoria de un norteamericano.

Físicamente, los dos tienen unas condiciones físicas extraordinarias que les permiten jugar a un alto ritmo todos el partido, por muy largo que este sea.

El saque es una de las grandes mejoras de Ruud, que consiguió hacerle mucho daño a Khachanov, mientras que Alcaraz se muestra algo más irregular en este golpe. En general, se enfrentan la consistencia del noruego con la variedad de golpes y tácticas del español. Pero no nos engañemos, Ruud ha mejorado mucho su ataque, resta bien, es un gran contragolpeador y cuando se mete dentro de la pista es muy peligroso.

Alcaraz sigue encandilando por sus golpes extraordinarios y por cómo solventa los momentos más difíciles con genialidades.

DIFERENCIAS

Ferrero deja que Carlos se exprese con su creatividad

Se van a enfrentar dos estilos diferentes: el de Ruud, basado en la sobriedad, regularidad y consistencia, contra el de Carlos, basado en la variedad y el desparpajo similar a los comienzos en la calle de los futbolistas antiguos que inventaban todo lo que les ocurría, sin que ningún entrenador los limitase. Ferrero sabe de las genialidades que es capaz de ejecutar su pupilo, y no les pone freno, sino solo un cierto orden.

Partido a priori igualado, con un cierto favoritismo hacia el español por su mayor variedad y su formidable tenis de ataque, pero se va a encontrar con un Ruud muy rocoso, muy fuerte mentalmente y al que cuesta ganarle cada punto. Una final histórica que ha convertido un torneo que se presumía devaluado, en la atención del deporte mundial, y en el que Alcaraz puede conseguir, a sus 19 años, el mayor sueño de su vida.