Leclerc, con todo a favor para su gran obra

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

MATTEO BAZZI | EFE

La acumulación de sanciones de casi todos los de arriba juega a favor del monegasco para este sábado tras un viernes brillante de Ferrari, con Sainz como el más rápido

09 sep 2022 . Actualizado a las 21:26 h.

Ferrari quiere dar un golpe en la mesa en el GP de Italia y lo tiene todo de cara. Por eso han crecido las especulaciones de cómo la pifiarán esta vez. Carlos Sainz fue el piloto que acabó en la tabla de tiempos como el más rápido. El madrileño ya sabe lo que es reivindicarse en el legendario circuito de Monza, pero aún no ha brillado vestido de rojo. Ni lo hará, pase lo que pase, porque van de amarillo. Sainz dio réplica al mejor crono que había logrado por la mañana su compañero Charles Leclerc, sobre el que hay toda la presión del mundo.

La clave de ayer, no obstante, la dio la voz de la fórmula 1 en España, Antonio Lobato, en Twitter. Acertó de pleno al señalar que lo importante no eran tanto los resultados en sí, sino las matemáticas. Los comisarios, ingenieros y los propios pilotos se vieron forzados a echar cuentas desde primera hora porque muchos eligieron Monza como el sitio óptimo a penalizar. A excepción de Valtteri Bottas, que ya se sabía que iba a cambiar la unidad de potencia completa por su avería en Zandvoort hace un semana, y Yuki Tsunoda, que al acumular cinco reprimendas ya iba a recibir diez posiciones de castigo (que luego fueron más porque aprovecharon para ponerle un motor nuevo), el resto de pilotos de la parrilla empezaron a considerar seriamente la posibilidad de hacer lo propio. Y no fueron cualesquiera.

Los que perderán posición

Lewis Hamilton, Max Verstappen o Carlos Sainz, tres firmes candidatos a victoria (especialmente los dos últimos), forman parte de la ingente lista de corredores que perderán posición con respecto a lo que logren hoy.

La desgracia de unos es la alegría de otros, y para Charles Leclerc se presenta una oportunidad de oro en forma de arma de doble filo. Por un lado, puede aprovechar el factor cancha de Monza para afianzar su favoritismo que ya demostró en los libres. Por otro, no le queda otra que lograr, al menos, un podio. La necesidad de una victoria es crítica, tanto desde el aspecto psicológico como desde el deportivo, ya que los 109 puntos de margen con los que llegaba Verstappen este fin de semana se presentaban inasumibles.

Todo lo que no sea aprovechar esas penalizaciones para maximizar su resultado en Monza será una nueva decepción para los hinchas de Leclerc y, en general, para los tifosi. Todo lo que no sea una pole o un segundo puesto como mal menor servirá de munición para los que están deseando ver fallar a los coches rojos y amarillos este fin de semana.